La niebla decidió posarse sobre El Estadio de La Cerámica y complicar la visibilidad tanto de los espectadores, telespectadores y jugadores. Esa calima fue cogiendo fuerza e importancia con el transcurso de los minutos y, por varios instantes, no se veía el balón sobre el feudo amarillo. Solo una ligera mancha que era perseguida por varios jugadores (había que intuir dónde estaba el esférico). Tal era la magnitud de la niebla, que daba la sensación que muchas ocasiones habían acabado en gol cuando la realidad era que la pelota ni había tocado los tres palos. Noche difícil para poder disfrutar del balompié.
En cuanto al partido, el Villarreal ‘B’ mereció más durante los 90 minutos, sobre todo en el segundo acto. Los amarillos se hicieron con el esférico al cuarto de hora de encuentro y el Andorra tuvo que replegarse mucho. El dominio territorial del cuadro de Miguel Álvarez se tradujo en una ocasión clara de Forés. Lanchi puso un centro raso al corazón del área, pero Dani Martín rozó el balón lo justo para evitar el tanto del jugador valenciano. Poco después, Álex fue de nuevo protagonista después de servir un buen balón a Pascual que no estuvo acertado con el golpeo. Mejores minutos del minisubmarino en la primera media hora de juego, aunque sin ocasiones claras.
El conjunto tricolor trataba de estirarse, pero Morro no tuvo trabajo en el primer acto. Rodri, Gelardo y Carlo se alinearon en un trivote para evitar que el rival contragolpease y así tener posesiones largas. No se movió el marcador al descanso con un dominio ‘in crescendo’ y, tras la reanudación, el filial groguet subió un par de marchas más ante la sorpresa del FC Andorra.
Ontiveros se coló entre dos jugadores rivales y, en el mano, su disparo besó en palo largo. Había sido la ocasión más clara para los locales en todo el encuentro. Cada vez se veía menos y ninguno quería cometer errores, aunque el Villarreal era el que más cerca estaba de marcar el gol de la victoria. Llegando al tiempo de descuento, un buen centro desde la izquierda lo remató el recién ingresado, Andrés Ferrari, pero su remate lo repelió, en primera instancia, el portero y, seguidamente, el palo. No hubo manera de perforar la meta andorrana y la niebla dictó empate.
Foto y texto: Villarreal CF/ Xavi Jorquera