Son muchas las veces en las que cometemos el pecado de olvidar que el deporte en general, y en este caso el fútbol, sirven como principal transmisor de valores para los más pequeños y para todo el público en general.
La competitividad, el afán de ganar y querer ser mejores que el resto, nos ciega y hace que no pensemos en lo que es realmente lo importante cuando estás dentro de un terreno de juego. Es evidente que una futbolista lo que quiere es ganar siempre. Pero por raro que parezca, muchas veces eso no es lo más importante.
El capítulo más destacado del pasado fin de semana se forjó gracias a la consecución de un título, es cierto. Virginia Torrecilla pudo levantar la Supercopa de España junto a Amanda Sampedro porque su Atlético de Madrid venció en la final al Levante.
La clave está en ese gesto. Amanda podría haber sido la protagonista de la foto levantando el trofeo como capitana del equipo. Pero ella, que siempre se ha categorizado por unir y mostrar por todos los costados su sentimiento por el Atlético de Madrid, llamó a Virginia Torrecilla para salir en esa foto que quedará guardada para la historia.
“La dedicatoria va para Vir, es la luz que mueve este equipo”, así lo explicó Sánchez Vera, entrenador atlético en la sala de prensa. Torrecilla es el alma del Atlético en una temporada donde ella no puede participar en el césped, pero sí fuera de él.
Las lágrimas de emoción de Virginia mientras veía como su compañera y amiga le cedía el título para que fuera ella quien lo levantara, se convirtió en la sonrisa de todos aquellos que tenían el televisor encendido y estaban teniendo la suerte de presenciar ese momento que ya es historia del fútbol femenino español.
Virginia Torrecilla ha sido, es y será una futbolista exitosa que ha ganado muchos títulos y seguro que seguirá ganando. Pero sin lugar a dudas, esta Supercopa de España será el título más importante de su carrera y el que más recuerde, a pesar de no haber podido disputarla.