Desde hace años, los Grupos 1 (ahora denominados Superligas) incluyen a lo más granado de las escuelas de fútbol base de la Comunitat, con una importante presencia de los tres clubes de Primera División (Valencia, Levante y Villarreal) en los puestos altos de la tabla. Sin embargo, de vez en cuando hay equipos que se empeñan en romper el orden establecido. Y precisamente eso es lo que logró el Benjamín ‘B’ del Torre Levante en la campaña 2017-2018.
En la Superliga Benjamín Primer Año, el ‘Torre’ destacó toda la temporada. Y, aunque el campeón parecía inamovible desde el principio -un intratable Valencia CF ‘B’ que sólo perdió un partido en treinta jornadas-, los compases iniciales del año aventuraban buenas noticias para los de Orriols.
Ya en la sexta jornada se colocó entre los mejores de la categoría, siempre oscilando entre la segunda y la quinta plaza, y el tercer escalón le correspondió prácticamente desde el ecuador de la competición hasta el final.
Sus responsables (encabezados por Karen, su entrenadora) lo definen como un equipo «fuerte, luchador y trabajador» que «siempre compitió contra los equipos de cantera de Primera División».
«Hemos tenido éxito gracias al trabajo conjunto, todos los jugadores han aportado desde el principio hasta el final, generando una ‘magia’ especial que ha supuesto alcanzar el tercer escalón en una competición tan disputada», indican.
Los técnicos del Torre Levante ‘B’ destacaron su «entrega y firmeza», cualidades que los han convertido en uno de los «equipos de referencia» de su generación. Una escuadra equilibrada, que anotó un buen puñado de goles este año (134 dianas, el tercero más anotador con 44 de ellos obra de Jerry Ikechukwu Amadife) y que fue capaz de ‘comerle la tostada’ en la tabla y superar a grandes como Villarreal o Fundación VCF.