La directiva e integrantes del Fútbol Base Club Deportivo Catarroja están que ‘trinan’ en las últimas semanas tras comprobar, a pesar de las promesas, que las cosas no cambian en su instalación deportiva. La escuela lleva meses esperando un gesto del Ayuntamiento para solventar una serie de deficiencias muy llamativas en el Polideportivo de la localidad. Ante la inacción del consistorio, han decidido denunciar la situación a través de su redes sociales.
En ellas, el club pone el grito en el cielo por dos motivos: el más evidente, las reparaciones que deben realizarse en el recinto sin que nadie del ayuntamiento se haga cargo de la situación; el menos conocido, que están abonando unas cantidades muy elevadas por poder hacer el uso de las instalaciones municipales, en un caso prácticamente único en la comarca.
«Yo conozco muchas asociaciones deportivas sin ánimo de lucro como la nuestra y ninguna tiene que pagar de la forma que hacemos nosotros en Catarroja por el uso de las instalaciones municipales», exclama a ESPORTBASE Media el presidente del FBCD, Óscar Banacloy. En muchos pueblos y ciudades, la corporación municipal se hace cargo del coste del uso de los campos e, incluso, en algunos casos también de parte o la totalidad de los gastos corrientes (luz, agua, gas, caldera, etc).
Eso no sucede en Catarroja. Pero, además, las cantidades se han disparado en los últimos meses: «Hace escasas fechas nos pasaron la liquidación del año 2023 y tenemos que abonar al ayuntamiento cerca de 30.000 euros por haber usado los campos el año pasado. Prometo que yo, que me muevo mucho en el fútbol base de la provincia, no conozco un caso igual«, añade el presidente.
El colmo para la escuela ha sido los desperfectos visibles en el Polideportivo de los que nadie se quiere hacer responsable. «Pagamos por instalaciones a precio de lujo y disfrutamos de instalaciones de nivel tercermundista«, recalca Banacloy.
En las redes sociales del club denuncian, entre otras, desperfectos en banquillos, verjas metálicas, puertas y porterías; un armazón de metal junto a uno de los campos «al descubierto y sin protecciones» que teóricamente debe convertirse en una carpa, pero cuya finalización ha quedado a medias; que las redes que separan los campos están «en un estado lamentable desde la temporada pasada, pero no parece importar a nadie»; la existencia de una barra metálica en equilibrio precario, sujetada por bridas detrás de una de las porterías y cuya caída «podría causar graves daños a algún usuario»; o tres de las seis torres de iluminación con focos fundidos, cuando la promesa que la corporación municipal hizo hace más de un año fue «una nueva iluminación para el campo de fútbol-11, moderna, de luces LED de bajo consumo y que se ajustase a las necesidades lumínicas para la disputa de entrenamientos y partidos en horario nocturno».
El FBCD Catarroja es consciente que otros colectivos que utilizan las instalaciones (pádel, tenis, frontón, etc) también tienen reclamaciones similares, y quieren llevar a cabo encuentros y crear un frente común con todos ellos para presionar a la administración. Las figuras de Beatriz Sierra, segunda teniente de alcalde y concejala de deportes, y la alcaldesa Lorena Sirvent son las que tienen en su mano implementar los cambios que se solicitan. «Tenemos una reunión pedida desde primeros de año y esta semana nos han emplazado al próximo 22 de febrero«, indica Banacloy, que abiertamente señala cuál va a ser su línea argumental en dicho encuentro.
«Catarroja merece unas instalaciones deportivas modernas, seguras, limpias y en condiciones. Pediremos al Ayuntamiento que se revise la cuantía de las tasas, las consideramos exageradamente elevadas en comparación con cualquier otra localidad de la comarca. Y claro, pediremos los arreglos y reparaciones pertinentes: si el ayuntamiento no es capaz de dárnoslas, lo haremos nosotros, nos haremos cargo del coste pero lo descontaremos de lo que haya que abonar a la administración», afirma. El club ya se ha asesorado legalmente y seguirá haciéndolo, si es necesario, para que sus reclamaciones no caigan en saco roto.
«Al final, esta no es la imagen que queremos dar ni a nuestras familias ni a la gente que nos visita», concluye el presidente, que pone como ejemplo los partidos de su Juvenil Preferente -que está en condiciones de pelear por un hipotético ascenso a Liga Nacional– y denuncia el desprestigio colectivo de que clubes y aficiones forasteras «viendo la instalación y su actual estado, no se lleven la imagen adecuada ni del FBCD ni de la ciudad de Catarroja».
Fotos: FBCD Catarroja