Los padres del jugador sub12 de la Academia VCF que enfermó en Egipto: ‘La condena ha sido mínima, tenemos un sabor agridulce’

En una extensa entrevista en Plaza Deportiva con el director de ESPORTBASE, Paco Polit, los padres del menor que sufrió un cuadro de salmonelosis en un torneo con la Academia VCF en Egipto -y que acabó en estado crítico a su regreso a España- rompieron su silencio tras muchos meses guardando cautela ante el proceso legal abierto contra los responsables valencianistas, cuyo veredicto se hizo público a principios de semana.

Estas son algunas de sus frases más destacadas:

Sentencia agridulce

«Aunque se nos ha dado la razón respecto a que hubo una negligencia, sentimos un vacío muy grande. La condena ha sido mínima y, además, se aplica sólo sobre uno de los cinco responsables que había en aquella expedición.»

En ‘shock’ tras lo visto en Egipto

«Fuimos de nuestro hotel al de la expedición y pudimos entrar en la habitación: vi a mi hijo totalmente desatendido, tirado en la cama, el aire acondicionado a tope, con su ropa interior con excrementos tirada por el suelo, algo impropio de él porque era muy meticuloso… Muy impactante. Me maree, no me lo creía, tuvo que atenderme el enfermero. A su compañero de habitación lo habían movido a otra el día anterior, para que no se contagiara. ¡El niño había pasado la noche sólo! Lo tenían completamente desatendido, fue algo brutal.»

Niño desatendido

«Quiero incidir en la desatención: mi hijo estaba totalmente deshidratado, nadie se cercioró de que comiese o bebiese. Yo le llevé suero dos veces; tras la segunda, al día siguiente, vi que no había tocado la botella. El niño estaba muy débil, con fiebre, no paraba de vomitar y de sufrir episodios de diarrea.»

No pudieron acceder a su hijo en el viaje

«Estuvimos engañados, porque el protocolo de la expedición no nos permitía acceder a nuestro hijo. Desde el viernes a mediodía ya no lo vimos más hasta la madrugada del sábado al domingo, cuando aterrizó el avión; ese último día y medio fue cuando verdaderamente empeoró. Además, le quitaban el móvil a mi hijo; le obligaban a que nos dijera que estaba bien, que nos transmitiera eso para que no nos preocupáramos. Habíamos depositado plenamente nuestra confianza en los responsables de la expedición: si no, Manu ni siquiera hubiese ido a ese torneo.»

El niño llegó en estado crítico

«Llegaron a medianoche y nos dijeron que el niño había tenido que ir en silla de ruedas en el transbordo. Cuando bajó, el niño no podía andar, no hablaba… Era un cadáver. Sólo tenéis que ver las fotos. Cuando nos dieron a nuestro hijo, Óscar lo cogió en brazos y se lo llevó al coche. No pudimos ni sentarlo, tuvimos que tumbarlo en los asientos traseros. Y en ese momento Pepe me dijo: “A partir de mañana, dieta blanda”. ¡Y mi hijo se estaba muriendo! En el hospital nos dijeron que le quedaban horas, que no sabrían si podría salir adelante.»

Drama en el hospital

«La médica se impresionó mucho: parecía un cadáver, con 12 años había perdido 7 kilos en sólo cuatro días. Lo metieron a un ‘box’ e intentaron rehidratarle, porque no le quedaba agua en el cuerpo. Tras la analítica, la médica fue contundente: “Vuestro hijo está crítico. Podría tener daño cerebral, o sufrir una parada cardíaca, o entrar en coma en cualquier momento”. Imagínate la sensación. Habían hablado con La Fe y se llevaron al niño corriendo en ambulancia al hospital en Valencia. Allí nos dijeron que harían todo lo posible, pero que quizá su cuerpo no aguantase. Y que, por eso, quizá era buena idea llamar a la familia para despedirnos de él, por si pasaba lo peor.»

Ningún responsable se preocupó tras lo sucedido

«Los cinco responsables de aquella expedición, todos los que nos habían dicho que el niño no tenía “nada”, nos vieron salir corriendo del aeropuerto con nuestro hijo en brazos. Sabían de la gravedad de su estado. Ninguno nos acompañó al hospital, ni fueron a la UCI a visitar al niño. A día de hoy, ninguno de esos cinco responsables se ha preocupado por su estado: sólo Marco Otero nos mandó unos mensajes a la mañana siguiente, pero ya está. Y el doctor Toni Giner, médico del primer equipo y que no tenía responsabilidad ninguna en este tema, que nos visitó en el hospital varios días a título personal porque estaba muy impactado por lo que había sucedido con el niño.»

No han recibido disculpas

«Nunca. Y nos encantaría recibirlas. Aún estamos esperando una disculpa: no para nosotros, sino para nuestro hijo. A nosotros nos trataron mal, vale. Estábamos engañados. Pero Manu casi se muere por culpa de unas malas decisiones. El niño casi se muere, aunque no lo hicieran aposta. Una disculpa es lo mínimo que se merecía. Y también reconocer los hechos que sucedieron. Si a estas alturas no ha llegado, no creemos que llegue. Sí que nos gustaría pero, teniendo en cuenta sus testimonios ante el juez, pensamos que no llegará.»

Que no vuelva a suceder

«No sabemos si los protocolos en las expediciones de la Academia VCF han cambiado. Ahora bien, esperamos que si un niño enferma, el protocolo tenga en cuenta nuestro caso. Es lo único positivo que vemos: que, al hacerse público el caso de Manu, algo así no se vuelva a producir. Además de buscar justicia para nuestro hijo, buscábamos que ningún niño de ninguna escuela viva un calvario parecido al de él. Creemos que se lo pensarán dos veces y que, cuando un niño caiga enfermo, cuidarle será la prioridad absoluta.»

Foto: Plaza Deportiva

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