A lo largo de casi seis temporadas, Cristian Toro (Capital Federal, Buenos Aires, Argentina, 1981) vivió en primera persona la imparable evolución del fútbol femenino en nuestro país en primera línea: de entrenamientos semi-clandestinos en Beniferri a partidos ante casi veinte mil personas en Mestalla y televisados para todo el país. Asentado en España desde hace casi una década, este técnico nacional Nivel 3 jugó hasta los 24 años a nivel semi-profesional en su país antes de dar el salto a los banquillos. En enero de 2011 le llegó su gran oportunidad al frente del primer equipo del VCF Femenino. Desde entonces, el crecimiento ha sido sostenido e imparable. Ahora, tras un par de meses de desconexión, regresa con las pilas cargas en busca de su próximo reto, sea en categoría masculina o femenina.
ESPORTBASE: Vuelve usted a España tras varios viajes estos meses.
CRISTIAN TORO: Sí, vengo de una gran experiencia en Japón visitando a un amigo que es el segundo entrenador de Juan Eduardo Esnaider en el JEF United Chiba japonés, y estuve viendo entrenamientos, partidos de la J-League y aprovechando la estancia. Y antes pasé dos meses en Argentina, lo necesitaba: fueron cinco años y medio sin parar, ‘enchufado’ al fútbol 24 horas al día. Me hacía falta resetear para volver a conectarme con ganas.
EB: Cinco años y medio… Se dice pronto. ¿Cómo fue su llegada al VCF Femenino en enero de 2011?
TORO: Siempre lo recuerdo con mucho cariño. Yo estaba ayudando a Xavi Tamarit, pero más en calidad de aprendiz: había leído su libro ‘Periodización Táctica vs Periodización Táctica’ y trataba de absorber el máximo posible. Me marché a Argentina de vacaciones, el equipo estaba en mal momento de resultados y Pedro Malabia me planteó la posibilidad de ser primer entrenador. Lo primer que pensé fue que era una locura, pero Pedro creía más en mi que yo mismo. Fueron cinco años y medio de crecimiento tanto personal como profesional.
EB: Pedro Malabia, que a fecha de hoy es el responsable de fútbol femenino en LaLiga. ¡No tiene mal ojo!
TORO: Fue una persona muy importante en el crecimiento del VCF Femenino. En esa época yo estaba de segundo técnico en el equipo D y como ‘colocachinos’ con Tamarit. Como decía, estaba contento con estar presente y aprender. Era una situación difÍcil, siete u ocho puntos por debajo de los puestos de salvación con menos de la mitad de la competición por delante. Fue un año espectacular, nos salvamos en la última jornada aunque fueron meses muy duros, de adaptación. En esa época yo era muy visceral, con los años he aprendido a controlar mis impulsos. Cada año fuimos creciendo: en el segundo año salvamos la categoría a mitad de temporada, en el tercero nos clasificamos para la Copa de la Reina, al siguiente acabamos cuartos y llegamos a la final de la Copa de la Reina…
EB: Y esta pasada temporada, la sexta en la que usted ejerció como míster, unos números en temporada regular fantásticos.
TORO: En la 2016-2017 el equipo termina tercero en Liga, semifinalistas de Copa, once goles encajados en temporada regular y sólo dos partidos perdidos en todo el año.
EB: También aprendió usted a configurar plantillas año tras año, reforzándolas y creando un bloque muy compacto.
TORO: Fue un trabajo sobre la marcha con Pedro Malabia hijo, cada año se iban renovando posiciones y fichando jugadoras que daban luego un gran rendimiento. Cada vez teníamos mejores condiciones para trabajar: al principio estábamos en Beniferri, pero luego pasamos a Paterna a entrenar con una gran infraestructura. Empezamos a fichar con seis refuerzos que nos dieron un salto de calidad: Maripaz, Mariajo, Monforte, Gio, Mitzu y Leila. Cada año íbamos renovando posiciones: siempre he dicho que un equipo tiene que ir renovando y cambiando la plantilla o bien cambiar el entrenador para mantener el nivel. Cambias la dinámica con las incorporaciones, renuevas las energías y las ganas de la plantilla. Cada año vivíamos experiencias diferentes: viajes a Japón, a Holanda a jugar un torneo internacional… La evolución futbolística fue muy grande, el equipo terminó jugando a un nivel altísimo, con orden, agresividad, intensidad y muchas variantes.
EB: Vivió usted una consecuencia habitual del buen trabajo: que otros clubes con mayor potencial económico viniesen a ‘pescar’ en la plantilla del VCF Femenino.
TORO: Por el rendimiento, se fijaban mucho en nuestro equipo. La evolución del futfem en los últimos años ha sido muy grande. Siempre recuerdo que, con la excepción de Maripaz, los fichajes en los primeros años eran descartes de otros equipos que venían con mucha hambre y ganas de demostrar: Gio, o Mitsu, o Leila, con no jugaba en Barcelona y tras venir aquí se hizo internacional y regresó al Barça.
EB: Mayo de 2015, final de la Copa de la Reina contra el Sporting de Huelva. ¿Cuántas veces se ha repetido en su cabeza?
TORO: Fue un momento agridulce, porque no hay que olvidar cómo llegamos allí. En cuartos pasamos ante el Athletic de Bilbao, en semis derrotamos a un Barça que cada vez que pierde es noticia… Llegó el Sporting en la final. Siempre con el resultado al final (derrota por 1-2) piensas en haber hecho algo diferente, pero ser protagonista siempre fue una de nuestras señas.
EB: En el lado positivo y de recuerdos bonitos, sin duda aquel derbi contra el Levante en Mestalla con 17.000 personas en las gradas.
TORO: Ya en el año anterior sentía que estaba llegando al final de mi etapa, dado que yo siempre renovaba temporada tras temporada. Mi planteamiento siempre ha sido ese, el de no ser un ‘funcionario’. Aquel derbi es el recuerdo en mayúsculas, el apoyo de la afición desde que llegamos en el autobús, con muchos niños y niñas en la grada. Fue un momento que siempre recordaré, y deseo que haya muchos derbis así en los próximos años.
EB: ¿Hay alguna jugadora que le haya sorprendido por su nivel en esos casi seis años en el Valencia?
TORO: Tuve la suerte de tener muchas buenas jugadoras a mis órdenes. No me quedo con ninguna en particular, hay muchas que me sorprendieron: Ivana (Andrés), por ejemplo, siempre apuntó a ser importante desde que la conocí con 17 años. Su maduración y liderazgo son sorprendentes. También me vienen a la mente Maripaz (Vilas), Carol (Férez), Monforte, Gio… Todos los años hemos tenido jugadoras que se acoplaban rápido a la forma de jugar, pero también a la forma de sentir y transmitir. Crecieron mucho, pero ya llevaban dentro ese talento.
EB: Hablaba antes usted de su propia evolución, de los ‘calentones’ de juventud a una serenidad más habitual en sus últimas temporadas…
TORO: Pero tampoco tuve problemas con los árbitros. Sí que es cierto que llegaba muchas veces al límite: me gustaba ‘apretar’ siempre desde la banda. Sólo me expulsaron una vez, y fue por reírme. El paso de los años te enseña, también al hablar con las jugadoras: al principio yo era más ‘radical’, pero luego con comprensión y teniendo empatía descubrí que era más fácil llegar a ellas. La experiencia te da esa seguridad, convencer desde el diálogo y no desde la imposición.
EB: Este verano se rumorearon posibles destinos para usted, tanto en equipos masculinos como femeninos, aunque siempre insistió en que tras finalizar contrato en el Valencia Femenino no había nada firmado con nadie… También recalcó lo importante que es ‘parar’ y descansar.
TORO: Para mí era importante terminar mi etapa en el club en buen momento. Sentí que alcanzamos el límite que se podía alcanzar conmigo como entrenador. Incluso pedía Jesús (Oliva) que viniese como segundo para que conociese al grupo, en caso de que se presentase la oportunidad. Yo ya tenía en verano de 2016 ese pensamiento: el jugador se cansa, o se acostumbra, a ver siempre la misma cara en el banquillo. Yo siempre he sido muy exigente, no había relajación, pero lo fundamental en el fútbol es la pasión. Si yo transmito las cosas desde la comodidad o con un contrato largo, no les puedo pedir a los jugadores que busquen su mejor versión. La Primera Femenina es muy difícil, hay muchas diferencias, y aún así el año pasado llegamos a tres jornadas del final con opciones de luchar por el primer puesto. El equipo compitió ante Barça y Atlético, y eso es de admirar.
EB: ¿Tiene miedo o inquietud de que, con esos dos equipos, ocurra en Primera Femenina lo mismo que en La Liga masculina, con tantas diferencias a nivel presupuestario que hacen imposibles las sorpresas?
TORO: Hace años que el Barcelona está invirtiendo mucho, lo del Atlético es producto de dos o tres años a esta parte. Yo diría que esta Liga también es cosa de dos; del tercero al quinto lo normal es que luchen Athletic de Bilbao, Levante y Valencia; y después el resto que se meta entre los ocho primeros. Pero es normal, ocurre en todas las competiciones: en Segunda B, quien tiene más presupuesto está arriba. Se puede tener un mal año o una mala racha, pero es difícil que un Barcelona pierda ocho o diez puntos en veinte partidos. Es un listón muy alto. ¡El año pasado acabamos casi con setenta puntos!
EB: Ahora es momento de valorar opciones de mercado. ¿Cómo se mantiene usted activo y actualizado en el ámbito del entrenamiento?
TORO: Estuve en Argentina, empapándome del trabajo en equipos de la Liga masculina. También me contactaron selecciones femeninas en Sudamérica. Hubo ofrecimientos de China y otros lugares. Una vez paras y descansas un par de meses, vuelve a picarte la motivación, pero con la tranquilidad de escoger el proyecto adecuado. Cuando me llamen quiero sentir ese ‘cosquilleo’ que me ilusione.