Han sido casi tres años de pelea que, por fortuna, han tenido final feliz. La enfermedad de Salva Ruiz tuvo en vilo durante meses a toda la Academia VCF, en una situación delicada que envió al lateral al anonimato por deseo propio y de su familia, quienes optaron por refugiarse en un discreto segundo plano y no dar difusión a la dolencia que aquejaba al canterano blanquinegro.
Ahora, mucho tiempo después, el jugador fue uno de los grandes protagonistas de la semana en el Valencia CF después de volver a jugar el pasado sábado en el VCF Mestalla casi dos años después de recuperarse de una grave enfermedad llamada aplasia medular. Ruiz constituye todo un ejemplo de superación por su esfuerzo y lucha. Su padre Salva contó a la televisión oficial del club cómo vivió la familia el diagnóstico inicial y el posterior tratamiento, que por momentos fue muy duro, y destaca la gran respuesta del entorno de su hijo, de los amigos, de sus compañeros del filial y del primer equipo, del club, de personas desconocidas que se interesaban y se interesan aún por su hijo… En definitiva, de todos.
El Valencia CF no dudó nunca en apostar y confiar en Salva y tomó la decisión de renovarle el contrato para que estuviera tranquilo y que se recuperara totalmente. Así lo cuenta el director de la Academia VCF, Luis Vicente Mateo.
Pero el jugador también quiso resaltar la respuesta del primer equipo, de muchos de sus integrantes que se interesaron por su situación desde el primer momento. Jaume, Robert, Rodrigo y un largo etcétera se han preocupado por estar en el día a día del compañero valencianista. Sin duda, una historia que comenzó muy difícil pero que ha terminado con final feliz. Enhorabuena, Salva.