Ayer, fue un día negro en la historia del Villarreal Juvenil A. El Castellón, que ya es líder del Grupo VII, apisonó a los de Carlos Mulet con un contundente 6-1 y dejó con un cara de ‘póker’ a la directiva grogueta que había presente en el Marquina. Un hecho que no ocurría desde 2008 cuando los orelluts vencieron por última vez a los amarillos en DH. Una derrota que ha escocido en Miralcamp por el resultado, la forma y el rival. En esta vorágine de ‘desgracias’, ha habido una buena noticia: el regreso de Unai Rodríguez a los terrenos de juego. ESPORTBASE Media ya informó en febrero que el ovetense se iba a perder la temporada 23/24 por una rotura del menisco. Fue un palo durísimo para un futbolista que hizo la pretemporada del año pasado con el filial de Segunda División. Jugó en Tenerife un amistoso siendo una debilidad para Miguel Álvarez.
La lesión llegó el pasado 20 de febrero en un entrenamiento y su último encuentro fue ante el Real Murcia, 3 días antes. Con apenas 8 encuentros jugados y 276′, Unai se despedía de una temporada que se antojaba importante para él (Dani Budesca, Javi Aznar, Bonafé y Unai eran los únicos 2006 de la plantilla) al ser juvenil de segundo año. Una lesión que ha hecho trabajar muy duro al asturiano durante 236 días exactamente. 7 meses y 22 días de mucho sufrimiento, paciencia y saber estar para volver al verde de la mejor manera.
Con 2-0 en el marcador, Mulet le dio entrada por un Roberto Owono exhausto. Rodríguez se puso al lado de Viso y comenzó a pedir balones para llevar la batuta, aunque no pudo evitar los otros 4 goles que recibiría su equipo en el feudo castellonense. Todavía debe ponerse a tono, le falta ritmo de competición (en el último gol se pudo apreciar), pero con entrenamientos y partidos lo cogerá. Ahora mismo, es complicado que entre en el XI de buenas a primeras porque el alta médica es muy reciente, pero es una grandísima noticia que ya pueda jugar.