El intenso final de temporada en la Lliga À Punt Comunitat enfila su clímax con la llegada de la promoción de ascenso: cuatro equipos, una plaza en juego para Tercera RFEF y cuatro aficiones que quieren festejar y acompañar a CF Benidorm y UD Vall d’Uxó en su ascenso de categoría. El invitado sorpresa en el Grup Nord ha sido el sorprendente Ribarroja CF, que se ‘coló’ en la tercera plaza en la última jornada en una carambola deportiva que llevó al éxtasis a los rojillos. Pero su joven capitán, Aitor Sáez, considera que todavía tienen un par de sorpresas bajo la manga.
«Vamos a jugar sin ningún tipo de presión», advirtió el pasado lunes en ESPORTBASE Radio respecto al duelo ante el Crevillente Deportivo (ida el domingo 26 de mayo a las 18:00 horas en el Roberto Gil de Ribarroja). «Lo que hemos logrado ya es un sueño. Ellos son los favoritos, no hay presión, queremos seguir disfrutando de la temporada. Vamos a seguir soñando desde la humildad. Podemos hacerlo, ¿por qué no soñar?«, añadió.
Escucha aquí la entrevista con Aitor Sáez (ESPORTBASE Radio, lunes 20 de mayo de 2024)
Sáez repasó lo acontecido el fin de semana anterior, con un épico triunfo en Onda (1-2) que, unido al tropiezo de l’Alcora en Alqueríes (2-2), daba a los suyos el billete para el playoff. «Era algo que no esperábamos: ganar nosotros sí o sí y luego esperar el milagro de que l’Alcora no ganara en Alqueríes… Acabó pasando así y hemos podido vivir un sueño», rememoró el centrocampista, que también recordaba la ‘jornada de transistores’ que se vivió en la banda.
«Fue una situación muy rara. Durante el partido no sabíamos nada, aunque la gente en la grada sí lo estaba siguiendo. En cualquier momento l’Alcora podía ponerse por delante. Llegamos al descuento ganando 1-2 y le pregunté al árbitro por el añadido, y me dijo que sería 14 minutos adicionales. Cuando faltaban dos minutos, Pau García me dijo que había penalti favorable a l’Alcora con 2-2 en el marcador. Al minuto me giré de nuevo y vi a los padres y al banquillo todos de pie, saltando y pidiéndonos que apretáramos, que lo teníamos ahí», confesó.
Para Aitor, fue «el minuto más largo de mi vida» en el que todo el Ribarroja se encerró en el área «a defender todos como una familia hasta el pitido final.»
Sáez puso en valor la victoria de los suyos («el Enrique Saura de Onda es un campo muy difícil, con una afición muy top, y fue un partido muy duro»), y se queda con una imagen tomada tras la victoria como momento inolvidable: «Fue una foto que me hice con Martín y con mi familia, todos juntos, porque ha sido un año muy duro y mi compañero ha sido como un hermano para mí. Aunque la familia que hemos creado en Ribarroja no la cambio por nada».
Tras la clasificación y posterior celebración en Ribarroja, ha sido una semana de trabajo para preparar el duelo ante el Crevillente, pero también para recordar de dónde viene un Ribarroja que tuvo un verano de 2023 muy ‘movido’. «Fue un comienzo difícil de temporada: faltando una semana para empezar la liga se marchó Alejandro San Isidro, pero tuvimos la suerte de que vino un gran entrenador como Carlos Ortí. Sabíamos que el objetivo, siendo claros, no era meterse en promoción: era mantenernos y disfrutar de los partidos y los compañeros. El cambio de chip llegó en las últimas cinco o seis jornadas, nos veíamos arriba, nos lo empezamos a creer poco a poco desde la humildad y desde el trabajo. En las últimas tres jornadas dimos un paso al frente todo el equipo y fuimos a por ello», explicó el capitán.
Precisamente el jugador, a sus 20 años, es uno de los capitanes más jóvenes de la categoría, y no olvida a quienes se la ‘jugaron’ por él: «Agradecer al director deportivo Jonathan por apostar por mi en Ribarroja, y también a Carlos y a su staff por confiarme el brazalete. Todos los fines de semana llevarlo ha sido una motivación extra», dijo un Aitor que, a pesar de no querer ponerse presión encima, sí ha dejado varias apuestas hechas en caso de subir a Tercera RFEF. «Hay varias apuestas. Si hay ascenso, invito a toda la plantilla a cena y fiesta. Y varios tendremos que teñirnos el pelo de blanco si lo conseguimos», concluyó entre risas.