El fútbol es una pasión que llega a nuestras vidas cuando menos te lo esperas: el caso de Eric Ballestero, portero del Benjamín de l’Alcúdia en el COTIF 2024, es digno de explicar.
Eric nació en 2014, poco después de un año histórico para los aficionados del deporte rey. Tras levantar una Eurocopa en 2008 y un Mundial en 2010, España hacía un triplete irrepetible que confirmaba el gran momento por el que pasaba el fútbol español; sin embargo, pasaban los años y el niño no quería saber nada acerca del balón. Tanto su padre Ximo Ballestero como su madre Estela Izquierdo se sorprendían acerca del desinterés de su hijo por el deporte estrella por antonomasia; no obstante, un álbum de cromos hizo encender la chispa futbolera que Eric llevaba dentro.
Esa chispa apagada durante sus primeros años se encendió con un cromo y desde entonces no ha podido apagarse de ninguna manera, avivando el fuego cada año que pasa. El destino no podía esperar más a que el fútbol llegase a la vida de Eric y es que el balompié ha estado presente siempre en la familia.

Él es el tercero de una generación que ha vivido el fútbol en la UE L’Alcúdia de distintas maneras, ya que su abuelo fue conserje de Els Arcs durante muchos años y su padre vistió los colores rojiblancos. Es más, su padre también participó en varias ediciones del COTIF cuando era pequeño. De una manera u otra, a Eric tenía que gustarle el fútbol y decidió empezar sobre el verde probando suerte en la portería. Y aunque empezó con el inicio de la pandemia y estuvo un tiempo probando algunas veces en otra posición porque como guardameta «se aburría», el destino le volvió a poner bajo palos la temporada pasada.

Destino y pasión. Dos conceptos muy importantes que han estado presentes en la corta vida de Eric. El guardameta siente cada parada, vive cada momento que pasa sobre el terreno de juego y sufre tanto dentro como fuera del campo. Una pasión y un sentimiento que también tiene relación con el equipo de sus amores: el Real Betis Balompié.
Difícil es ver a un valenciano de nacimiento como seguidor bético, pero la sangre ha vuelto a hacer de las suyas. El pequeño de los Ballestero tiene familia sevillana y el ADN verdiblanco corre tanto por las venas de Eric que su familia cuenta a ESPORTBASE lo mal que lo pasó cuando Sergio Canales dijo adiós al club andaluz. Pero destino y pasión volvieron a encontrarse cuando en la campaña 21-22, el Real Betis volvió a levantar un título y Eric tuvo la suerte de presenciarlo en La Cartuja.

Un regalo que le dio el fútbol y que el azar acompañó dándole el mejor día de su vida justo en el día de su cumpleaños, ya que el partido empezó el 23 de abril, pero terminó el 24 tras una tanda de penaltis de infarto que resolvió Juan Miranda desde los once metros.