Uno de los aspectos que más suelen enfadar a los aficionados de un equipo de fútbol tiene lugar una vez el partido ha finalizado y se ha consumado una derrota. El partido perdido puede ser más o menos doloroso, pero la afición espera explicaciones de sus jugadores; por ello, cuando el club escoge para hablar a algún futbolista muy joven o que no domina el idioma, la hinchada echa humo porque se trata integrantes de la plantilla que no suelen tener ni las tablas suficientes ante los micros ni una responsabilidad alta en el resultado final del encuentro.
Este pasado fin de semana descubrimos lo mucho que algunos futbolistas veteranos son conscientes del ‘marrón’ que a veces supone salir a dar la cara tras una derrota. Thomas Müller, unos de los referentes de la caseta del Bayern de Munich, se encargó de explicarlo abiertamente tras caer con estrépito ante el Frankfurt a domicilio (5-1).
En la entrevista ‘flash’ tras el partido en el canal Ransport, el centrocampista recibía la siguiente pregunta: «A pesar de no haber tenido culpa en los cinco goles encajados, eres siempre el que sale a hablar y a explicar las cosas. Eso puede ser un poco molesto a veces, ¿no?»
Y su respuesta es de manual: «No, en absoluto me molesta. Es parte de nuestro trabajo. Tú llevas haciendo preguntas cinco, diez o quince años, da igual el resultado del partido, ¿no? Los dos amamos nuestro trabajo y esto forma parte de ello. Evidentemente, no nos gusta perder«.
Ante el aplomo mostrado, el periodista insiste: «Pero, ¿no forma también parte del trabajo de tus compañeros el contestar a preguntas y explicar cosas difíciles?»
De nuevo, la lección del capitán bávaro y la enseñanza de cara a los jugadores con menos experiencia: «Los compañeros hablan con bastante asiduidad. Pero claro… Si tienes un lanzador de penaltis que los marca siempre con confianza, ¿acaso no le enviarías a él a lanzar el siguiente?»
«Respecto a las entrevistas», concluye Müller, «Manuel Neuer y yo somos los jugadores más veteranos de la plantilla. Por eso sigo viniendo yo a hacerlas. No sería buena idea que saliese aquí un chaval de 19 años y se metiese en algún ‘charco’ al responder».
Foto: Ransport