Las oportunidades en el fútbol, como en la vida, acaban llegando. Y más si hay mucho esfuerzo, sacrificio y perseverancia detrás. El talento, indudablemente, hay que tenerlo en este deporte, pero tener una cabeza centrada y unos valores definidos, también. Incluso, es más relevante que dar exhibiciones futbolísticas. Los jugadores que verdaderamente triunfan son los que tienen presentes sus orígenes y no se olvidan de donde vienen. Es el caso de Miguel Arilla Guinot, cedido en el Torrent CF por el Valencia.
Y es que el joven mediapunta de Onda sabe lo que es tener que trabajar muy duro y, poco a poco, ir creciendo teniendo los pies en el suelo. Se marchó del Valencia CF el pasado verano para jugar una temporada en el equipo torrentino. La directiva del VCF no quería desprenderse de él sabiendo que era un chico con un potencial muy alto en la academia. Su destino fue el Torrent para pisar por primera vez Tercera RFEF (a excepción de una convocatoria con el Valencia Mestalla) y la realidad es que su primera experencia en el fútbol semiprofesional está yendo realmente bien.
Su inicio en la categoría fue muy positivo. Alejandro Esteve depositó muchísima confianza en el ondense y buena prueba de ello fue que encadenó 6 titularidades consecutivas desde la primera jornada de liga. Contra el Silla y Elche Ilicitano, Miguel disputó los 90 minutos dejando muy buenas sensaciones. En los otros 4 partidos también estuvo a un gran nivel devolviendo la confianza depositada en él. Siendo uno de los ocho futbolistas Sub23, con solo 20 años ha demostrado mucha entereza y valentía para levantarse cuando las cosas no han acabado de salir del todo bien. De eso se trata. De caer y levantarse, aunque suene a topicazo. Y eso Miguel lo ha llevado ‘a raja tabla’ cuando las adversidades han ido llegando porque, de alguna manera u otra, llegaron.
Sin olvidar los orígenes
A finales de octubre, el Torrent decidió cesar a Alejandro Esteve y nombrar como técnico del primer equipo a Vicente Mir para reconducir el rumbo del equipo valenciano. Y desde la jornada 8 ante el CD Castellón ‘B’, jugó muy poquito. La llegada del nuevo entrenador sumado al refuerzo con jugadores más veteranos hicieron que chicos jóvenes como Miguel Arilla tuviesen pocos minutos. De la noche a la mañana (y sin haber un motivo concreto), el joven ondense se vio relegado a un segundo plano cuando la realidad era que estaba siendo una de las grandes sensaciones del Grupo VI de Tercera RFEF. Fue un palo duro para él que vio frenado en seco su buen momento futbolístico, pero, lo que para muchos hubiese sido una agonía durísima, para Miguel fue una oportunidad para seguir trabajando todavía más si cabe.
Y así fue. La dedicación y la entrega nunca la ha perdido y rodeado por personas magníficas, que siempre han creído en él y lo han apoyado, Arilla se levantó de nuevo para lograr los objetivos que tenía entre ceja y ceja. Y es que rodearse de buenas personas y tener un entorno sano es fundamental en el fútbol. No solo vale con jugar bien a la ‘pelotita’, hay otros aspectos muy relevantes también. Sus familiares, agencia de representación y amigos más cercanos siempre han estado con él en los momentos más duros. Una red de seguridad cuando se producía o se iba a producir una caída libre. Ellos lo han visto crecer desde que era muy pequeño y ese viaje es impagable y muy especial. Por ello, Miguel tiene las ideas tan claras con solo 20 años sabiendo que hay valorar lo que se tiene y no olvidar de donde viene uno.
Su filosofía siempre ha sido esa y nunca ha olvidado sus orígenes que le han ayudado a estar donde está. Recordando aquellos que lo ayudaron a crecer. «Dime con quién andas y te diré quién eres». Teniendo eso presente es más fácil crecer y no perder la noción de la realidad. Miguel ejemplifica todo eso siendo tan joven. Se ha rodeado de un entorno fantástico y nunca se ha cegado por ser futbolista. Eso, sin duda, es de valorar.
Retomando lo futbolístico, los meses de noviembre, diciembre, enero y febrero fueron cuatro meses durísimos para él. Desde el 5 de noviembre al 26 de febrero, Miguel no disputó ningún partido en liga. Incluso todo el mes de noviembre (excepto un partido) y diciembre estuvo desconvocado sin estar lesionado, sancionado, etc. Era incomprensible ver cómo un futbolista tan currante y con tanto talento como Miguel Arilla no estaba entrando en los planes del nuevo entrenador. El chico sabía que, dadas las circunstancias, tenía que ponerse el mono y trabajar el triple.
La recompensa llegó
Su momento iba a llegar, seguro. Jugó un ratito contra el Rayo Ibense después de mucho tiempo sin competir y esa fue la primera piedra para construir su fortín. En la jornada siguiente, frente al filial del Castellón, no iba a estar convocado, pero el partido siguiente sería el punto de inflexión en su temporada. El Torrent se veía las caras con el Patacona que se había adelantado llegando al minuto 60, justo antes de que el equipo ‘taronja’ igualase el partido gracias a un gol de Izan. Pero lo mejor estaba por llegar. Vicente Gil lo puso a calentar en el 75′ (aprox) y le dio entrada en el minuto 83. Literalmente, fue entrar y besar el santo. Al minuto de salir, Miguel se hizo con el balón en la frontal, gambeteó en la frontal, zafándose de un rival y, con un latigazo ajustado a la base del poste, marcó el gol de la victoria para su equipo. Una jugada que solo jugadores, con un talento innato como él, pueden hacer. Aquí, nos podemos deleitar.
Esa obra de arte fue un trampolín en su crecimiento continuo. Resurgir como el Ave Fénix y brillar como las estrellas. Porque los golpes (en la vida también) van a llegar, pero hay que estar preparados para afrontarlos y Miguel lo ha interiorizado muy bien. Sabía que, a pesar de no estar teniendo muchos minutos, su oportunidad acabaría llegando. ¡Y vaya sí la ha aprovechado! Contra el Gandía también tuvo 25 minutos para seguir fogeándose y las sensaciones son muy positivas. Sabe que el fútbol no puede ser solo el Plan A porque el futuro es incierto. Y es que, con una carrera universitaria entre manos, Miguel se está preparando a todos los niveles sabiendo que la formación es lo más importante en la vida. Del fútbol viven pocos (ojalá él sea uno de ellos) y es por ello que tiene otras alternativas.
Muchos equipos top en España llevan siguiéndole la pista para incorporarlo a sus filiales, pero él estña muy contento en el Torrent, ahora, y el año que viene en el Valencia, donde volverá el próximo verano. Esto es muy largo, pero su madurez, trabajo y sacrificio siguen creciendo a pasos agigantados. Tiene un don especial y, sin duda, va por el camino correcto.
Fotos y texto: Torrent CF/ Xavi Jorquera