Adrián Ruiz: la brújula del Villarreal Juvenil A

Los centrocampistas posicionales son unos futbolistas que actúan en una posición compleja, arriesgada, pero, sobre todo, más nutritiva. Ahí juega Adrián Ruiz, mediocentro del Villarreal Juvenil A. Un chico introvertido, algo tímido y reservado, pero con un talento increíble dentro del campo.

Sus familiares relatan que Adrián empezó a caminar yendo detrás de los balones de fútbol. Ya se ponía de pie y corría detrás de la pelota tratando de alcanzarla. Había nacido para jugar al balompié.

A una edad muy temprana, Adrián comenzó a jugar en el CD La Herradura, equipo de su pueblo. En la disciplina de fútbol sala donde solamente se jugaban amistosos entre colegios. Salió del lugar que le vio nacer para marcharse al Almuñecar dando un salto de calidad en su todavía efímera carrera. Allí ya empezó a competir a nivel provincial en la categoría benjamín (9 años aproximadamente). Y por aquel entonces ya se veía que Adrián destacaba por encima de sus compañeros.

La prueba fue que jugaba con el Benjamín A siendo de primer año. Su crecimiento fue meteórico y repitió con el mismo benjamín otro año más para completar su formación en esa categoría. Su trabajo y talento no dejó indiferentes a los responsables de la Selección Granadina que lo convocaron para el torneo provincial. Curiosamente jugó de lateral derecho a un buen nivel.

Ese fue el punto de inflexión. Llegó el Granada y llamó a su puerta. Adrián no se lo pensó dos veces y se marchó al club nazarí a seguir creciendo. Estuvo 3 años donde al principio le costó adaptarse a un nuevo equipo y entorno. Al final, Adrián había salido de su zona de confort para seguir creciendo. 50km se hacía todos los días en coche desde La Herradura a Granada. Sus padres, normalmente, se encargaban de llevarlo a los entrenamientos y partidos. Mucho sacrificio y esfuerzo por parte de todos (incluido Adrián) para que el granadino cumpliera su sueño de llegar al fútbol profesional.

También fue Alevín de segundo año en el Granada donde disputó La Liga Promises en Vila-real. Adrián fue uno de los más destacados en la fase de grupos anotando un gol. El Granada hizo un gran torneo, pero cayó eliminado a manos del Sporting de Gijón. En ese mismo partido, Adrián volvió a sacar su faceta goleadora a relucir anotando otro tanto.

Ahí fue cuando el Villarreal sacó los prismáticos y se fijó en un chico delgado con un flequillo largo y técnica muy depurada. Sin embargo, continuó en el Granada donde dio el salto al fútbol 11 con el Infantil B que era la categoría que le correspondía por edad. Otro año más, el centrocampista siguió creciendo a todos los niveles y compitiendo a un buen nivel.

Curiosamente, el Granada Infantil B (donde jugaba Adrián) se enfrentó al Granada Infantil A en la final de la Copa. A priori, el A era superior por físico y edad, pero nada más lejos de la realidad. El Infantil B estuvo cerca de levantar el título, pero acabó cayendo por 2-1. Pocas veces se había visto eso. Dieron la cara jugando muy bien contra chicos un año mayores.

Se terminó su etapa en el Granada cuando fue el Málaga a por él. El club de la Costa del Sol vio en Adrián Ruiz un centrocampista de futuro y no quería desaprovechar la oportunidad de poder incorporarlo. Así fue. Adrián se march´´o al Málaga como infantil de segundo año. Esa temporada con el club boquerón no empezó de la mejor manera a causa de una lesión en la espalda. Sin embargo, trabajó muy duro y terminó el curso como un avión. Jugó también el campeonato provincial donde el Málaga cayó en la final por penaltis ante el Almería.

La etapa de Infantil se terminó y el salto a la categoría Cadete la dio de la mano del CD San Félix. Ya en segundo año se incorporó al Málaga Cadete A donde se quedó en la residencia de manera habitual. Estaba rindiendo muy bien hasta que llegó la pandemia y se frenó el creciemiento. El Málaga le hizo una oferta de renovación, pero tanto él como su familia decidieron que lo mejor era seguir formándose en otro club.

Fue entonces cuando el Levante, Betis, Almería y Villarreal se interesaron en él, pero el club groguet fue el que más ímpetu tuvo en llevárselo ofreciéndole un mejor proyecto educativo, personal y futbolístico. Llegó a Miralcamp para debutar en el Juvenil B en Liga Nacional disputando 27 partidos en el campeonato doméstico (más de 1800 minutos) donde se hizo dueño del centro del campo groguet junto a Dani Requena. ‘Reque’ lleva siendo su pareja de baile ya 3 años.

Un año más tarde ascendió a DH con el Roda donde llegó a los 2500 minutos en liga anotando 2 goles. Inamovible para Jordi Benavent en ese doble pivote. Ya se notaba que era un chico con mucha templanza y poso para llevar la manija de un equipo. Las apariencias engañan y, a pesar de que Adrián es un chico que no impone con su físico, es muy inteligente tácticamente y sabe 2 segundos antes lo que la jugada requiere.

Debe ser importante este año en el Villarreal Juvenil A. Es posible que vaya rotando con Alonso Yoldi en la medular, pero seguro que va a tener muchos minutos. Personalmente, es un futbolista que me fascina porque no hace ruido y siempre hace funcionar la máquina compresora. Parece que no está y enseguida está robando la pelota al rival sin rasgarse las vestiduras. Elegante y sutil con el cuero, ha adquirido esa capacidad de orden y criterio para dirigir un centro del campo. Tiempo y espacio. Adrián Ruiz.

Fotos y texto: CD Roda e Instagram Adrián Ruiz/ Xavi Jorquera

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Área Villarreal CF. Periodista deportivo. Cubriendo al fútbol base, al bonito, al de verdad. Me leeréis por aquí con todo lo relacionado con la cantera del Villarreal desde el filial hasta los juveniles y más.

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