Fútbol base, deporte formativo y redes sociales

Aún recuerdo una sesión de formación con madres y padres de futbolistas jóvenes en Onzonilla (León), donde al iniciar la sesión leía en voz alta algunos titulares de las redes sociales o de los medios de comunicación deportivos y después les preguntaba: “¿Pertenecen al ámbito del fútbol profesional o del deporte de formación?” Los padres se equivocaron, aunque mi objetivo final era poner en perspectiva las evidentes diferencias que existen entre uno y otro modo de practicar deporte y, fundamentalmente, en los objetivos que persiguen.

Sin tener meridianamente clara esta disparidad de enfoques se pueden cometer multitud de errores que perjudican a los jóvenes deportistas, por eso uno de los primeros aprendizajes es saber ubicar correctamente el contexto deportivo.

Esta semana, dándome un fugaz y aleatorio paseo por Facebook compruebo que esta tendencia de grandes titulares no ya sólo no decrece, sino que aumenta de volumen y ya parece una dinámica totalmente consolidada en los gestores de contenidos de los clubes (a veces alguien que simplemente ayuda o colabora, pero también en personas más especializadas como los webmaster). Enunciados como:

– Gran victoria del equipo Prebenjamín contra…

– Nuestros equipos de chupetines han conseguido victorias muy importantes…

– El Alevín continúa con su dinámica positiva, hoy a pesar de estar más espesos de lo habitual, vencían al…

– ¡¡¡Imparables!!! Nuestros chicos del Infantil A llegan a tope a la fase de ascenso…

– Tenemos todos los resultados: ¡¡¡ha sido un pleno de victorias!!!

Palabras como fuegos de artificio gramatical que conviene poner en perspectiva, porque existen otras alternativas de comunicación más eficaces.

1.- LA FORMACIÓN DEPORTIVA EXIGE GANAR y PERDER

“Si te encuentras con el Triunfo y la Derrota y pudieses tratar a estos dos impostores de igual forma…”.

Esta frase preside la entrada de los tenistas de la pista central del torneo de Wimbledon, incluso Rafa Nadal la leyó una vez en voz alta antes de disputar una final contra Federer. La victoria y la derrota como grandes farsantes que no deberían condicionar de forma tan evidente el deporte formativo. Si solo se magnifica la victoria y no le damos la importancia precisa a la derrota en el proceso de formación pueden existir deportistas y entornos parcialmente satisfechos, pero sin un componente clave al que antes o después se tendrán que enfrentar y saber gestionar. Precisamente para que ganar no signifique únicamente que “los deportistas que no se frustran no aprenden a elaborar recursos ante las circunstancias difíciles de su trayectoria deportiva”.

2.- LA IMPORTANCIA DE ACTUAR DE FORMA COORDINADA Y UN POCO DE PSICOLOGIA PARA AYUDAR

Ante un buen resultado se activan las emociones positivas, pero ¿cómo podemos actuar para que este estado no termine en euforia o una cierta desmesura?

DE PUERTAS PARA ADENTRO

– La actuación de los entrenadores.

Evaluación post-partido. El principal cometido del entrenador es construir sobre los aciertos de los deportistas para tratar de potenciar su Autoconfianza.

Victoria. Relacionar las conductas concretas en ataque y defensa que se han realizado para lograr ese resultado. Por ejemplo, la concentración defensiva en las jugadas a balón parado.

Derrota. Sin inventar o maximizar cosas que no se hayan realizado, centrarse en todo lo positivo que haya hecho el equipo (en lugar de resaltar lo negativo o lo que no se haya realizado), y sobre lo que habrá que seguir insistiendo en futuras competiciones.

Un aspecto importante será planificar los contenidos del entrenamiento en relación a estos aspectos concretos. La habilidad del entrenador trabajando en esta doble vía ayudará a gestionar la tolerancia a la frustración de sus deportistas.

DE PUERTAS PARA AFUERA

Algunos ejemplos de cómo se pueden gestionar los contenidos de las Redes sociales yendo más allá del resultado o los goles conseguidos:

CASO A. El equipo Benjamín «A» ganó 6-0. Goleadores… En este caso lo más recomendable sería:

– Fijarse en las conductas que hicieron los deportistas jóvenes para conseguir ese resultado, por ejemplo, algún aspecto entrenado durante la semana como podrían ser «los centros al área».

– Citar a los jugadores que no meten los goles, por ejemplo, al jugador que dio la asistencia centrando al área como le había dicho su entrenador. Además, es mejor fomentar la idea de que todos los deportistas contribuyen con sus acciones a conseguir el resultado, fortaleciendo la idea de trabajo en equipo.

– Reforzar las conductas, por ejemplo de comunicación o de concentración, que realizaron los dos porteros que jugaron y que posibilitaron dejar la portería a 0.

CASO B. Equipo Infantil A, tras una derrota 3-1: «Nuestro equipo sigue sin tener suerte esta temporada…» [este equipo lleva perdidos muchos partidos].

¿Qué puede entender un jugador infantil por «tener suerte» o «tener mala suerte»?, casi todas sus reflexiones después del partido irán encaminadas hacia aspectos externos: la hierba del campo, el árbitro, la lluvia, etc. que el deportista no puede controlar.

3-1 no es un mal resultado, así que sería mucho mejor ir hacía una evaluación del rendimiento que pueda potenciar un mayor control de los deportistas sobre el proceso. Por ejemplo, el equipo estuvo muy concentrado en las jugadas a balón parado, disparó 15 veces a portería, realizó muy bien las coberturas etc. y, además, algunos aspectos concretos que deben seguir mejorando: los pases, la salida del balón, etc. conductas que deben seguir entrenando y que en un futuro traerán resultados positivos.

3.- UN PELIGRO QUE SE INSTALA COMO NORMA

Nada es inocuo, y es un hecho fácilmente comprobable que a determinados futbolistas jóvenes se les ensalza de manera desmesurada y a veces se les sobreprotege, porque obtienen buenos resultados y son muy competitivos en edades de formación. Frecuentemente en estos casos, el deporte cobra una dimensión desmesurada para el entorno del deportista, pero como dice Óscar Plano, jugador de fútbol profesional, es importante ser realistas “a mí de pequeño mis padres y mis entrenadores me prepararon bien mentalmente. He visto muchas cosas en el Madrid, gente por encima de sus posibilidades, que iba a ser Messi o Ronaldo, y que ahora se dedican a otras cosas fuera del fútbol. Cuando eres un chaval que no llena campos, que no te conocen, es importante tener gente a tu lado, no crecerte y no creerte mejor que nadie”.

Es decir, toda la desmesura inicial envuelta en unos grandes titulares se puede acabar pagando y las consecuencias pueden ser desde el simple abandono del fútbol a otras más comprometedoras. En estos casos, por ejemplo si se ha vinculado en exceso el valor de los deportistas a sus victorias y goles cuando estos ya no formen parte de la cotidianidad de estos futbolistas jóvenes, o lo hagan de una forma menos frecuente, les puede hacer ser muy vulnerables a nivel emocional.

4.- LOS PADRES DE LOS DEPORTISTAS JÓVENES NO DEBERÍAN SER CÓMPLICES PASIVOS DE ESTA DINÁMICA

Para ello, pueden reflexionar o actuar en diferentes planos:

– Diferenciar claramente el fútbol que practican sus hijos del fútbol profesional, los objetivos que persiguen y centrarse en otras motivaciones del deporte como la adquisición de hábitos, el desarrollo de valores, los beneficios psicológicos, etc.

– Su atención: ¿por qué no centrarse en el proceso?. “La derrota es rendirse, el resto es el camino”. Aunque ahora no pueden asistir en directo a los partidos, en algunos casos pueden seguirlo por las Redes sociales, Youtube o verlo desde algún punto estratégico. Así, pueden fijarse en determinados avances técnicos, en alguna conducta de cooperación, si han respetado al árbitro etc, mejor que únicamente en el resultado.

– Control emocional sobre todo en el Postpartido. Si los padres de un deportista en formación reaccionan de forma equilibrada ante una victoria y una derrota el joven percibirá que no está ahí lo más importante. Si además, tienen una conversación productiva en el momento adecuado escuchando atentamente a su hijo y aprovechan para resaltar conductas concretas que haya realizado para conseguir esos objetivos, perfecto. El problema viene cuando la desproporción hace acto de presencia y se ensalzan las victorias de forma grandilocuente o se premia al deportista y, en caso de derrota existe una sensación general de desánimo.

Además, los clubes no deben olvidar la importancia de desarrollar una Escuela de madres y padres donde se pueda reflexionar y trabajar sobre estos temas.

CULTURA DEPORTIVA

Lógicamente estamos inmersos en un deporte que tiene en sus exponentes profesionales una gran carga mediática y un gran impacto en Redes sociales. Además, algún programa televisivo actúa como el tótem del espectáculo de masas por excelencia, pero ahí nos debíamos quedar estableciendo un muro que nos aísle del ruido y la furia.

Recuerdo una foto de Rafael Benítez en su época de entrenador del Liverpool entrenando tranquilamente sentado sobre un balón de fútbol sin medios de comunicación que le acosaran o aquellas normas que introdujo Guardiola para poder aislar a su equipo y que pudieran entrenar tranquilamente en la Ciudad deportiva. Estos ejemplos, muestran que es necesario el alejamiento del estruendo para no perder la esencia del fútbol como juego.

Precisamente, debiera ser el conocimiento de otros contenidos lo que verdaderamente nos debería importar, la filosofía del club, qué formación tienen los entrenadores, la calidad de los entrenamientos, qué objetivo debe tener la competición, etc (muy alejados del estruendo del titular). La competencia adecuada en estos aspectos son los que nos pueden hacer de guía para navegar con rumbo firme en el fútbol de formación evitando atajos o malos entendidos.

TERMINANDO

El dueño de Facebook tuvo que ir a una comparecencia en el Senado americano para responder algunas preguntas sobre el uso de la red social que estaba llevando a cabo Rusia, en lo que se conoce como la guerra híbrida, para interferir en las elecciones de EEUU. Mark Zuckerberg únicamente se centró en las preguntas sobre cuestiones de la privacidad, porque no llegaba a entender que una red social creada para interaccionar y comunicarse pudiera ser utilizada -conscientemente- para hacer el mal. A veces, cuando nunca has vivido situaciones de incertidumbre, únicamente crees en las bondades de las Redes sociales…

…pero también de forma inconsciente, todo puede tener su envés y pretendiendo hacer el bien, editando contenidos en grandes titulares, podamos perder el foco y desvirtuar sobremanera el deporte formativo.

J. Enrique Rincón

Psicólogo deportivo

www.psicoaching.net

www.psicologiaparaentrenadores.com

Autor / 21 publicaciones

Psicólogo deportivo. Licenciado en Psicología y Máster en Psicología de la actividad física y del deporte de la UNED, Premio Isabel Blanco al mejor trabajo de Psicología aplicada. Coautor del libro “Psicología para entrenadores. Factores mentales clave para el rendimiento” (Editorial Punto Rojo, 2016), tiene una amplia experiencia en el asesoramiento y formación a entrenadores de fútbol e intervención psicológica con futbolistas. Actualmente es consultor en Psicoaching y colabora en ADN Global (Argentina) y la Agencia de representación de futbolistas Duxae Sports. Puedes comunicarte conmigo en psicologodeportivoadnsport@gmail.com

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