Foto: EFB Deportes Jucar
Es una situación atípica donde las haya, pero de estas realidades también se nutre el fútbol base actual: ¿puede una escuela ser gestionada por padres después de una crisis interna? La respuesta se puede ver, oír y tocar cada semana en el cauce del río Turia, donde los chicos del EFB Deportes Júcar se entrenan y juegan bajo la atenta mirada de unos progenitores que, a su vez, cargan con la responsabilidad de gestionar el proyecto.
La escuela, con más de treinta años de existencia y con el histórico emplazamiento en el campo de la Exposición, vivió hace dos años una etapa tumultuosa. «Teníamos una presidencia y junta directivas que no funcionaban. Se juntaron muchos problemas: de dinero, de gestión, de equipaciones…», recuerda Vicente Blat, uno de sus responsables. «Por ese motivo, muchos padres, niños y entrenadores se marcharon de la escuela y quedó en una situación muy peligrosa, cerca de la desaparición«, agrega.
Entonces, los padres entraron en acción. Un grupo de adultos tomó las riendas del club y, «con el reglamento interno en la mano», ejecutaron la decisión de configurar una Junta Gestora para sanear la escuela con el fin de que sus hijos «pudiesen seguir practicando el deporte que les gusta, en la que había sido su escuela durante muchos años».
Fue más sencillo proponerlo que hacerlo, pero en ese punto se sentaron las bases de lo que es EFB Deportes Júcar dos años después. Blat recuerda cual fue el siguiente movimiento: «Propusimos que se hiciesen elecciones para que otra escuela o algún padre se hiciese con la dirección de la escuela bajo nuestra supervisión«, recuerda. Así, los nuevos gestores quedaron definidos: Dani, Luis, Miguel, Fernando, Mateo y Vicente se embarcaron en una «aventura» con final incierto.
Laura Vilar | Foto: EFB Deportes Jucar
Sin embargo, a la hora de hacer balance, sus responsables enumeran todo el trabajo realizado en ese tiempo: «Se pagaron las deudas existentes, se mantuvo a los entrenadores que quisieron seguir implicados e involucrados en nuestro proyecto, se solventó el problema y entregaron las equipaciones correctas y, a fecha de hoy, seguimos configurando equipos«, explica.
Otro paso importante fue la contratación de Laura Vilar, ex jugadora del Levante y Villarreal y que se enroló en el proyecto en calidad de directora deportiva este verano. «Está haciendo un grandísimo trabajo. Ella se encarga de todo lo que respecta a la faceta deportiva; somos padres, no profesionales del fútbol, somos conscientes de que la Junta no entiende de estos temas», admite Blat.
Con su incorporación se terminó de perfilar el nuevo proyecto del EFB Deportes Jucar: una iniciativa surgida de la necesidad, basada en el trabajo desinteresado de los padres y el entorno de la entidad y que, ahora, con todas las áreas ordenadas, espera pacientemente a que esas elecciones se celebren a corto plazo para renovar su Junta Directiva y dar un nuevo impulso a su presente y futuro.