«¡Me estás estresando!»: situaciones de estrés en deporte base

Foto: Anuncio Malibú (Youtube)

Un joven jugador de fútbol se encuentra solo delante del portero. Antes de finalizar, siente que no puede porque cree que, si lo hacen sus padres, su entrenador y su compañeros, le van a recriminar y tiene la sensación de que no puede fallar.

Una joven jugadora de baloncesto, se dispone a lanzar dos tiros libres en los momentos finales del partido,  de forma que, si los anota, significarán el triunfo, mientras que, si falla los dos, su equipo perderá el encuentro. Ella siente una ilusión por conseguir que cada lanzamiento entre dentro del aro; lo ve como un reto por el que va a hacer todo lo que está en sus manos para lograr el éxito.

El estrés (psicológico) es la movilización de recursos psicológicos y fisiológicos ante una situación que se percibe amenazante. En el caso del futbolista joven, si ese uno contra uno lo percibe como una amenaza, le aparecerán respuestas psicológicas relacionadas con un elevado estrés como una disminución de su capacidad atencional, una mala toma de decisiones, quizás un bloqueo o una aceleración… y como respuestas fisiológicas la tensión muscular, aceleración del corazón, sudoración excesiva…; mientras que, por ejemplo en el caso de la baloncestista, si en lugar de percibirlo como una amenaza lo ve como un reto, las respuestas psicológicas tienen que ver con pensamientos focalizados a lo que puede hacer, con la selección adecuada de estímulos atencionales, con una sensación agradable de bienestar competitivo… mientras que sus respuestas fisiológicas con la regulación tensional, por ejemplo.

Es decir, por un lado, está la situación que puede ser potencialmente estresante (como la jugada de uno contra uno ante el portero; o unos tiros libres a final del partido, por ejemplo), y después está cómo el deportista percibe y maneja esa situación para que se manifieste en mayor o menor medida las respuestas que tienen que ver con el estrés. Y esto último tiene que ver con los propios recursos que tiene cada deportista para hacer frente a ese tipo de situaciones; pero también por cómo el entorno influye en la percepción del deportista y en qué y cómo aprende a hace frente a ese tipo de momentos potencialmente estresantes.

El entorno, ya sea padres, entrenadores, amigos, compañeros, la propia experiencia de cada deportista y sus propias características personales… todo eso influye en la percepción de amenaza de cada situación, y en los recursos que va aprendiendo para hacer frente a esos momentos.

Un o una deportista funciona bien cuando sabe manejar bien las variables psicológicas que determinan su rendimiento deportivo, como es el caso del estrés. Las personas que estamos alrededor de ese joven deportista, influimos en cómo manejan estos aspectos, en qué recursos perciben que tienen, y cómo perciben la situación.

Y aprenden de nosotros y de sus experiencias. Si un futbolista, o una baloncestista, tenista, atleta… le han enseñado a “funcionar mal” (por ejemplo, a percibir la situación como muy amenazante o a utilizar recursos inadecuados), eso lo llevará a su vida deportiva, y quizás también a situaciones de su vida cuotidiana. Es decir, podemos enseñarle “estrategias y recursos inadecuados” que le harán tener un mal funcionamiento, y rendir peor.

En cambio, si le “enseñamos” buenos recursos (como a percibir adecuadamente las situaciones o estrategias para autorregularse), le facilitamos un buen funcionamiento.

Muchas veces, cuando el deportista percibe una situación como amenazante, se “mete más presión” al deportista con la idea que si se le “aprieta más” va a rendir mejor; aunque eso aumenta la percepción de amenaza del jugador por lo que aumenta el nivel de estrés. Es como si a un fuego le añadimos gasolina… como cualquier otra variable psicológica, para manejarla adecuadamente es necesario entenderla, y adecuarla a cada deportista para manejarla bien.

En este sentido todas las personas que estamos cerca de los jóvenes deportistas tenemos una responsabilidad, un trabajo que hacer, cada uno desde su rol. Tenemos un trabajo que determinará que el o la deportista piense en el “Me estás ayudando” o el “Me estás estresando” (como decían en aquel famoso anuncio ambientado en El Caribe). El qué frase aparezca en “su cabeza” depende de cómo actuemos con los jóvenes deportistas.

David Peris Delcampo (@dperisd)
Presidente Federación Española de Psicología del Deporte
Presidente Associació de Psicología de l’Esport de la Comunitat Valenciana (APECVA)
Profesor de la Universitat de València
Entrenador N3 TDS de Fútbol y Futsal
Psicólogo Experto en Psicología del Deporte

Autor / 58 publicaciones

Psicólogo experto en Psicología del Deporte apasionado por el mundo del fútbol y el fomento de un deporte de calidad. Tengo el título de Entrenador Nacional de Fútbol y también el de Fútbol Sala y, desde hace más de 25 años, trabajo ayudando a deportistas, entrenadores, dirigentes, padres y madres… a que gestionen los aspectos psicológicos del deporte de la mejor manera. Soy el presidente de la Associació de Psicologia de l’Esport de la Comunitat Valenciana y Presidente de la Federación Española de Psicología del Deporte.

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