Hasta el rabo todo es toro y el Alzira Juvenil A va a pelear hasta el final por salvar la categoría, a pesar de que lo tenga difícil. Al cuadro de La Ribera le separa 7 puntos de la permanencia después de haber sufrido un bache en las últimas 3 jornadas (1E y 2D). Ahora llega UCAM Murcia y todo hace indicar que el Venecia va a ser una caldera a punto de reventar sabiendo que no hay muchas más bolas extra de partido. La llegada de Carlos Sapiña ha cambiado el espíritu de un equipo que estaba desesperanzado antes del parón navideño. Carlos logró 3 victorias en 5 partidos llegando a situarse a 4 puntos de salir del pozo. Ahora, tras tres partidos seguidos sin ganar, la distancia se ha ampliado 3 unidades, pero el objetivo sigue siendo el mismo: luchar como jabatos y si el rival quiere ganar, que se deje el alma literalmente.
Para hablar de todo ello y más, el míster del Alzira JDH se sentó con ESPORTBASE durante una charla que duró algo menos de media hora, pero que nos dejó reflexiones muy interesantes sobre cómo ve el fútbol, la importancia del estado anímico de sus chicos para levantar esta losa y cuál es el verdadero fin a 3 meses de que concluya la temporada.
El dicho afirma que las segundas partes nunca fueron buenas, pero en este caso hay muchos motivos para pensar que sí. El Alzira, asfixiado a nivel clasificatorio, levantó el teléfono y llamó a Carlos para ofrecerle la tripulación del Juvenil A: «Pues a ver, es una oportunidad que ya se venía tanteando desde principios de año. Después de un año parado, el objetivo de empezar sin equipo es, en primer lugar, volver a recuperar esa motivación que había perdido por estar otra vez en la primera línea».
Carlos siempre ha sido una persona paciente y fría a la hora de tomar decisiones y, a pesar de que el equipo de La Ribera llamó a su puerta en verano, consideró que no era el momento de volver a ponerse el mono de trabajo: «Ya tuve la opción de estar en junio en el club, en ese momento creí que no era lo mejor y es verdad que todavía estaba en Liga Nacional porque aún no había extendido administrativamente hacia División de Honor. Y después de ese parón, es como que empieza el año, empieza ya a revivir otra vez momentos y a ver mucho fútbol. Siempre he estado muy actualizado con la categoría»

Muchos en su lugar le hubieran pasado el ‘marrón’ a otro, pero Sapiña cogió el toro por los cuernos y asumió un reto que parecía imposible: «No siempre podemos entrenar a los equipos que están arriba ni luchar por proyectazos, hay veces que hay que bajarse un poquito otra vez a la primera casa donde pusiste la primera piedra, lo tuve claro desde el primer momento, me apetecía volver, tenía ganas, ilusión y sobre todo tenía ganas de aprender de una categoría como División de Honor que es difícil de rechazar, aparte de ello pues poder ayudar a unos chavales con muchas ganas de trabajar y aprender. He conectado con ellos y estoy muy orgulloso de su esfuerzo«.
Ahora mismo el Alzira ha perdido un poco de comba después de acumular 2 puntos en 3 partidos y está atravesando un pequeño bache, pero Carlos lo tiene claro y asegura que «no se arrepiente de nada».
«Creo que fue la decisión más difícil que he tenido que tomar en mi carrera. Cuando sales de una cantera profesional, intentas meterte en proyectos nuevos al mismo nivel, pero es complicado. Después de valorar propuestas de canteras profesionales incluso que por el motivo X, por lejanía, por el momento no se han podido dar, lo que más valore es la parte mental: ¿Dónde se confía en ti?, ¿dónde te han tratado bien? ¿y dónde has estado a gusto? Al final recibí una llamada de una persona que me transmitió mucha confianza y pues la verdad que no tuve mucho que pensar. Me encontraba con fuerzas y en el momento adecuado para volver. Un aprendizaje más que te hace ser mejor entrenador» comentaba el míster de Cullera sobre la oportunidad que se le presentó en diciembre.
Carlos afirma que estuvo «gratamente sorprendido» con la actitud del equipo en su primera sesión de entrenamiento: «Todos tienen ilusión y sinceramente creía que iba a ser más difícil. No he hecho nada raro, simplemente he intentado transmitir que si se compite mejor, estaremos más cerca de conseguir un resultado favorable. Tenemos que disfrutar de jugar en esta categoría, que no todo el mundo tiene el honor de poder jugar. El mensaje para los chicos es ese»
Antes de su llegada, el equipo azulgrana había encajado 35 goles en 14 jornadas donde todavía no conocía la victoria. Carlos cambió eso de golpe y porrazo: «Como primer objetivo y viendo los números de goles en contra, pues tratamos de intentar cerrar la portería y meternos el objetivo a corto plazo de encajar lo menos posible. Con ese objetivo estaremos un poquito más cerca de poder conseguir algo favorable y la verdad que a veces se consigue o no se consigue, el mensaje llega o no llega. en este caso llegó primera jornada y competimos genial contra el Hércules, 1-1 con unas muy buenas vibras y en la segunda jornada llega el Roda a casa, un equipo que sabes que te va a someter con balón, un equipo con mucho talento, con jugadores de muchísimo nivel. Pues bueno el equipo se adelanta en el marcador en los dos partidos, también transmites confianza y paramos un penalti en el 83′ que al final es un punto de inflexión. Esto es un cambio en la racha, la dinámica que al jugador le hace creer y confiar. Llega la primera victoria que no había llegado aún en las 14-15 jornadas que llevábamos de liga y ya es como que para mí no es que sea más fácil trabajar, pero sí es más fácil que el mensaje cale«

La victoria contra el Castellón en la última jugada supuso un frenesí total en el vestuario. Carlos resalta que «eso no se paga con dinero» y que en la siguiente jornada el Valencia tuvo que sudar la gota gorda para poder ganar por la mínima: «Las rachas positivas hay que buscarlas y muchas veces llegan de tanto insistir. Contra el Castellón la clave fue llegar vivos al minuto 60-70. El equipo estaba muy bien a nivel mental y supo defenderlo todo. En otro momento, quizá esa ocasión hubiese ido fuera, pero cuando crees en lo que haces, hay más opciones de que suceda. No digo que fuesen justos esos 3 puntos en el Marquina porque cada uno lo ve desde un prisma, pero no considero que tampoco fuesen injustos. El equipo hizo muchas cosas bien» resalta un Carlos Sapiña consciente de la delicada situación, pero con mucha hambre y ganas de seguir mejorando.
El apartado psicológico seguramente sea el aspecto más fundamental en el fútbol y el míster hizo hincapié en ello desde el minuto uno «teniendo la cabeza en el sitio». En sus palabras «hemos incidido en que el equipo domine 3-4 cositas» y confiar en ellas para que el resultado esté más cerca de producirse. «Hay una parte positiva que es que estamos mucho más vivos que antes y ahora los rivales tienen que superarnos en todo para ganarnos. Y la mala es que una derrota supone para los chicos un fracaso, y no quiero que lo vean así. Hay que ir con mucho cuidado. Perder contra el VCF entraba en los planes y hay que ver el vaso medio lleno además de hacer autocrítica».
Carlos comentaba que el corte de la salvación podría estar en torno a los 30 puntos y que cada punto que se sume tiene que ser recibido con mucha satisfacción: «Ir al campo del Promises y empatar es un resultado positivo. Los rivales se juegan mucho y también compiten. La derrota contra el Real Murcia fue dolorosa por el ‘cómo’, pero no cambia nada»
Para los más sibaritas, Sapiña definió a la UD Alzira Juvenil A como un conjunto «rocoso, firme y que en momentos sin balón tiene muchos registros». La capacidad de superación de esta plantilla es innegable y plausible. Con Adriano y Xavi Durà en la sala de máquinas, el equipo crece a partir de darle forma a un bloque de hormigón. Juntitos y con las ideas claras, Carlos destaca que «tienen que adaptarse al rival y son muy insistentes en los reinicios con la pelota».
Es sabedor de que contra los ‘cocos’ no puede destaparse ni ir a buscarlos arriba, por lo que sus chicos se protegen bien y están cómodos en un bloque medio-bajo. «Un 4-4-2 o 4-1-4-1 suelen ser sistemas bastante utilizados dependiendo de la fase del partido. Esas formaciones dinamizan mucho la estructura y creo que desde la cohesión y unión, se juega mejor. Los centros laterales cada vez los defendemos mejor y tenemos una gran baza cuando corremos al contragolpe. Siempre se pueden mejorar cosas, sobre todo las acciones a balón parado en nuestra área. Con balón estamos creciendo cada vez más«
El técnico valenciano sabe que la mejora de su equipo es evidente y que lo ha resucitado de entre los muertos. Ahora, el que quiera ganar al Alzira va a tener que dejarse el alma y algo más. El Venecia apunta a ser un fortín: solo ha podido ganar el Valencia desde la llegada de Sapiña y fue rascando mucho (0-1).»Jugamos con varios 2008 en una categoría muy difícil y reñida y todos nos están aportando cosas diferentes para el beneficio del grupo. La humildad es lo más importante para mí y pensar en el presente. Ahora viene un duelo complicado contra UCAM. Hay que pelearlo. Estar en un equipo de los de arriba es bonito, pero entrenar a uno que lucha por lavar su imagen es muy gratificante. Estoy muy feliz y motivado porque creo que tomé la decisión correcta. Hay que ser realistas, pero hasta que las matemáticas digan lo contrario, vamos a luchar hasta el final siempre con la cabeza bien alta»
El deseo de Carlos es que sus chavales progresen y cojan todas las nociones de este contexto tan complicado, pero que sirve para curtirles. Aún quedan 24 puntos por disputarse y el entrenador «va a dejar que el fútbol siga hablando»: «El principal objetivo y mi mayor aspiración es disfrutar de cada entrenamiento y cada partido. Y volviendo a la pregunta de antes, creo que la gestión de un entrenador que ha estado en un club no profesional, pasa por uno profesional y vuelve a una escuela no profesional, la tendrían que vivir todos porque aprendes una barbaridad: te adaptas a diferentes contextos, algunos mejores y otros peores. Esto es la vida y tienes que reinventarte. No sé qué pasará a final de temporada. Si se acaba, daremos las gracias y nos llevaremos un buen aprendizaje para siempre. Como siempre digo, que el fútbol hable». Carlos sabe que no va a ser una tarea fácil, pero lo importante es el camino y la formación, que desde luego no va a dejar nada por su parte.
