El Levante DH está mejor que nunca y como decía Baltasar Gracián «lo bueno, si breve, dos veces bueno», aunque no tiene pinta que lo del equipo de Álvaro del Moral vaya a ser fugaz. Y una de esas estrellas (que no es fugaz ni de casualidad) es David Robles Rincón (26 de febrero de 2007, Villafranca de los Barros), mediapunta del cuadro granota y que, sin duda, es uno de los estandartes del equipo. Recuerdo ver por primera vez a David en la jornada 5 de liga contra el Villarreal donde los groguets vencieron por 0-1. Robles salió para jugar 20′ y asombró debido a su temprana edad: es juvenil de segundo año. No se escondía a la hora de pedir la pelota, encarar y buscar zonas de disparo. El año pasado fue uno de los 4 jugadores nacidos en el 2007 en jugar con el Juvenil A: Paco Cortés, Buba Sangaré, Aleix Enríquez y el propio David.
Paco y Buba ya estaban jugando con el DH, aunque con tendencia de filial, y Aleix y David pudieron disputar dos partidos en la máxima categoría juvenil. El pacense hizo su debut con el Juvenil A en el duelo de la jornada 26 ante el Albacete y en la penúltima jornada liguera volvió a tener minutos contra el EFB Miguelturra. Quizá no destaque por su personalidad arrolladora y liderazgo sobre el campo, pero tiene un nivel de escándalo para acelerar jugadas, encontrar espacios donde no cabe apenas un alfiler y decidir encuentros con un último pase. David es un ‘pícaro de playa’ que diría Fermín Trujillo en la conocida serie «LQSA«, Le gusta gambetear, driblar y divertirse con la pelota; es muy juguetón. Esa diablura la interiorizó con apenas 5 años, edad con la que empezó a jugar al fútbol en el CP Almendralejo.
Debido a la fusión del Extremadura con el Almendralejo, David pasó a jugar al Extremadura CF con el que jugó 2 años. Poco a poco iba creciendo y ya se le veían cositas. Tanto es así que siempre jugaba con el A en lugar de competir con los equipos B: estaba adelantado a su generación. Apareció el Badajoz para llevárselo siendo cadete de primer año. No llegó nunca a tocar el B porque pasó directamente a la División de Honor Cadete Extremeña donde se salió. Robles dejaba maravillado a todo el mundo por su sutileza con el balón en los pies. Recreaba casi «El lago de los cisnes» de Chaikovski. Siendo cadete de último año, debutó en División de Honor Juvenil con solo 15 años. Simplemente guau… Y llegó a jugar cinco partidos con el Juvenil A pacense.

Tiene algo especial
David estaba bastante por encima que los chicos de su edad y el salto más importante que ha dado hasta la fecha se produjo en verano de 2023: el Levante tocó a su puerta y David no dudó. Siendo juvenil de primer año y dejando atrás a su familia (que lo visitan siempre que pueden), el joven extremeño cruzaba la península en horizontal para seguir progresando. Se hizo enseguida respetar en el Juvenil B granota donde sumó 31 partidos y 6 goles en la 23/24. Olía a Juvenil A que echaba para atrás y debutó con Euge a final de temporada. Un jugador vertiginoso y eléctrico que puede jugar tanto por dentro como en la banda, aunque yo creo que saca más petróleo siendo un interior o mediapunta.
El club no dudó y en verano se decidió que David pasase al Juvenil A campeón de liga con ficha incluida. Y no ha podido salir mejor la apuesta. es el ojito derecho de un Álvaro del Moral que está encantado con el de Badajoz. En 20 partidos ligueros, acumula 14 titularidades y 4 goles (un doblete además contra el Alzira) demostrando que, con él, el equipo levantinista va a otra velocidad. Se ha ganado un sitio en ese 4-5-1 y cuando no juega es porque Álvaro quiere reservarlo para una batalla rocosa y ardua. No pudo jugar el partido copero en Valdebebas (no hay motivo), pero sí que ha tenido ya su primera llamada con el filial (fue ante el Rayo Ibense). La apuesta por David es seria: tiene contrato hasta 2027 y no sería de extrañar que el año que viene subiese al Atlético Levante sin cumplir su último año de juvenil.

Robles es magia, descaro, velocidad, finura y una perspicacia que deja a todo el mundo boquiabierto. Entiende bien el juego y además es voluntarioso y perseverante cuando el equipo necesita ayuda en defensa. A su lado juega Pau Calvo y los dos son como Goten y Trunks: la combinación perfecta. El ’11’ lo mismo te da un pase de 25 metros que deje a Aleix o Fredy mano a mano con el portero que te lanza, sin ayuda, un contragolpe desde campo propio. Es bajito, pero tiene un tren inferior que da miedo. Le gusta jugar en espacios reducidos y ahí es donde los rivales deben tener 4 ojos para evitar que David la forme gorda. Hay que cuidarlo porque David es de los buenos; tocado por una varita.
Me consta el esfuerzo y el sacrificio que hay detrás de todo esto. Tanto el futbolista como su familia se merecen lo mejor de lo mejor. Sois un ejemplo para todos los deportistas.