Entender bien que «todo el mundo sabe de fútbol»

Foto: El Pais

Hace un par de meses, me invitaron a un congreso de Psicología del Deporte en una ciudad de Portugal que tiene un centro de alto rendimiento donde además aprovechan sus instalaciones para que niños y niñas de todas las edades puedan practicar su deporte favorito, el fútbol.

Como la residencia en la que me hospedaba, estaba justo en frente al campo de fútbol principal, y casi al lado de la puerta de la residencia donde me hospedaba, había un pequeño quiosco donde se reunían padres de esos jóvenes futbolistas que en ese momento entrenaban, me acerqué allí para tomarme un refrigerio y mezclarme entre esos padres.

Aunque mi portugués no es nada bueno, pude entender los comentarios que allí decían: “el entrenador el otro día se equivocó, tenía que haber jugado de otra manera”, o “Tenía que haber puesto a este jugador o este otro”, o “el rival de la próxima semana juega de esta manera y deberíamos jugar así”… un grupo de padres, en una pequeña barra, tomando cervecitas o algún refresco y hablando de fútbol, del de sus hijos, pero de fútbol.

Cuando cursé como alumno el nivel 3 de entrenador de fútbol, tenía un profesor de táctica que decía que “todo el mundo sabe de fútbol, pero vosotros (alumnos) entenderéis de fútbol” (un abrazo para Juan Mercé). Parece que eso no solo ocurre en nuestro país; también al menos pasa en el país vecino.

El fútbol, por suerte o por desgracia, a diferencia de otros deportes, tiene esa peculiaridad: ofrece la posibilidad de que todas las personas opinen, piensan que entienden y sientan que pueden mostrar sus conocimientos en la barra de un bar, con los amigos, en el trabajo… y también en relación con el deporte de sus hijos. Esa es una realidad que deberíamos asumir y manejar adecuadamente.

Es bueno, incluso “sano” que padres y madres puedan opinar sobre el fútbol de sus hijos, como en general se hace con el fútbol de adultos, con una importante salvedad: el principal foco debería ser en mantener las mejores condiciones para que sus hijos obtengan el máximo de beneficios en el deporte. Es decir, si por ejemplo aparecen comentarios que enfrentan las decisiones del entrenador con las del padre, puede generar un conflicto en el joven jugador; también si se le compara al niño o niña con ese o esa futbolista de primer nivel y se le exige en exceso que reproduzca esos comportamientos en la cancha, es muy probable que genere un estrés excesivo. Es decir, es adecuado “hablar de fútbol”, “entender de fútbol”, pero pensando en lo mejor para los jóvenes deportistas.

De esta forma, es adecuado comentar lo que pasó en el partido, cómo va el equipo o quienes son los rivales, pero de manera adecuada. Como pautas generales, y atendiendo a cómo plantear mensajes adecuados teniendo en cuenta aspectos psicológicos, deberíamos tener en cuenta ciertos aspectos a la hora de “hablar de fútbol” con nuestros jóvenes deportistas:

  • Pensar en los valores que transmitimos: por ejemplo, si queremos que nuestros futbolistas superen las adversidades y se centren en lo que pueden hacer, valora sus soluciones y no te quejes por lo que podría haber sido; de esta forma se transmite el valor “buscar soluciones” o “esfuerzo”, en lugar de otra cosa.
  • Hablar de posibilidades en lugar de absolutismos: en lugar de decir, por ejemplo, “hemos jugado muy mal” o “somos los mejores”, mandar mensajes del tipo “hemos tenido posibilidades durante esta fase del partido”, “los otros han planteado muchas dificultades”.
  • Cambiar los “debería” por los “gustaría”: en lugar de decir “tendríamos que haber ganado a este equipo” o “deberías ser mejor jugador”, decir “hubiera estado genial ganar, aunque esta vez no ha podido ser” o “quizás podrías haber jugado mejor, aunque no siempre se puede dar el máximo; lo importante es que lo intentes”.
  • Dejar claro qué es una opinión de otra cosa: confundir “dogmas de fe” o “verdades absolutas” con opiniones, resulta muchas veces estresante, ya que ofrece la sensación de que eso tenía que ser así y que no puede ser de otra manera. Por ello, es fundamental favorecer la idea de que es una opinión y que puede haber otra diferente. En este sentido, es mucho mejor decir “creo que” en lugar de “esto es así”.
  • Fomentar la ilusión por la mejora y afrontar nuevos retos: independientemente de lo que ocurra, que cada jugador y cada equipo se plantee nuevos retos y tenga ilusión por la mejora, favorece el buen funcionamiento. Por tanto, centrarse en lo que puede pasar, en mejorar, valorando lo bueno que se ha hecho hasta ese momento, es genial para favorecer esta cuestión. Así, es mejor plantear la idea de “estáis haciendo bien este tipo de juego, vamos a ver si podemos mejorar en este aspecto”.

De esta forma, la manera en que decimos las cosas, influye en la forma en que eso afecta sobre los jóvenes deportistas. El fútbol es pasión, ilusión, momentos para poder comentar, para poder compartir, debatir, apasionarse…y eso está bien; pero también lo es generar esas condiciones para que los jóvenes futbolistas sean mejores personas y deportistas, además de vivir momentos apasionantes. Disfrutemos de la pasión del fútbol, y también facilitemos ese ambiente favorecedor. Ambos aspectos se pueden combinar.

David Peris Delcampo (@dperisd)
Presidente Federación Española de Psicología del Deporte
Presidente Associació de Psicología de l’Esport de la Comunitat Valenciana (APECVA)
Profesor de la Universitat de València
Entrenador N3 TDS de Fútbol y Futsal
Psicólogo Experto en Psicología del Deporte

Autor / 56 publicaciones

Psicólogo experto en Psicología del Deporte apasionado por el mundo del fútbol y el fomento de un deporte de calidad. Tengo el título de Entrenador Nacional de Fútbol y también el de Fútbol Sala y, desde hace más de 25 años, trabajo ayudando a deportistas, entrenadores, dirigentes, padres y madres… a que gestionen los aspectos psicológicos del deporte de la mejor manera. Soy el presidente de la Associació de Psicologia de l’Esport de la Comunitat Valenciana y Presidente de la Federación Española de Psicología del Deporte.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *