Triunfo firme del conjunto de Álvaro del Moral que se quitó el mal sabor de boca tras la eliminación copera en Valdebebas a costa de una UD Alzira, con nuevo míster: Carlos Sapiña, que peleó bastante durante el primer acto, pero acabó desinflándose tras el 2-0 de Robles. En la segunda mitad, los granotas jugaron a placer ante un equipo que lo tiene complicado para salvarse (ocupa la última posición, a 9 puntos de la permanencia), pero cosas más raras se han visto en el fútbol.
El equipo de La Ribera se plantó bien sobre el Ángel Abelardo, feudo del CF Cracks, evitando que el Levante pudiese acercarse con peligro. Pero los locales, poco a poco, fueron debilitando la muralla alcireña con algunos acercamientos comprometidos. Primero, Fredy tuvo el 1-0 tras salir de un rifirafe con varios rivales. Después, una buena internada de Aleix se marchó a las nubes. El LUD rozaba abrir la lata y lo conseguiría después de un buen centro desde la izquierda de Aitor. El portero tocaba la pelota y a puerta vacía, anotaba Mesfin. A partir de ahí, el encuentro cambió y el Levante subió varias marchas más.

La segunda mitad fue un rodillo granota ante un Alzira combativo, pero que acabó claudicando. El segundo llegó tras una jugada combinatoria por la derecha: Mesfin asistió a Pau Calvo que disparó a portería, el guardameta rechazó de una manera muy errónea y David Robles anotó con la izquierda. Con dos goles de ventaja, el Levante empezó a jugar muy a gusto: jugada de tiralíneas entre Pau y Aitor Manzanedo que pone el pase de la muerte al punto de penalti para que Robles anote el 3-0. Los de Sapiña bajaron el ritmo tan alto que habían mantenido durante casi una hora de partido y acabaron por encajar dos goles más. Primero Aleix anotó con el interior de la pelota una gran asistencia de Calvo. Luego Ethan firmó el quinto y definitivo tanto.
Una victoria que pone al Juvenil A levantinista en la cuarta posición tras adelantar al Murcia. El Alzira recibirá al Kelme en la próxima jornada en lo que será la primera final por la permanencia. Los ribereños necesitan ganar para recortar la distancia con sus rivales por salir del atolladero.