«Tengo un sentimiento de alegría y de agradecimiento, y a la vez de tristeza porque nunca se deja de ser árbitro». Estas han sido las palabras que el colegiado Francesc Bañó dijo a las cámaras de la Federació de Futbol de la Comunitat Valenciana el pasado 1 de diciembre cuando cerró su ciclo en el arbitraje en Villarreal.
Bañó, rodeado de familia y amigos, tuvo un merecido pasillo de honor antes de empezar su último partido en la Ciudad Deportiva de Miralcamp entre el Villarreal CF ‘C’ y el CD Soneja de Tercera FFCV. Este encuentro significó el último choque tras 11 años dirigiendo en esta categoría y 16 como árbitro, estando cada fin de semana en los campos de la Comunitat desde los 17 años. «Me siento un privilegiado. Cierro un círculo. Le recomiendo a cualquier joven que sea árbitro», expresa Bañó en su despedida.
Texto: FFCV