Un Sergio Hinojosa, que vivió lo peor y lo mejor en 90′, fue el hombre decisivo para darle la victoria al equipo de David Albelda ante un Atlético Levante que comenzó cohibido, pero poco a poco fue metiéndose en la contienda. Kareem, Paco Cortés y Rosón llevaron al filial granota hacia delante, pero no fue suficiente como para puntuar. Tampoco sirvió la obra de arte de Paquito Cortés desde casi 30 metros. Un triunfo groguet que los mete en puestos de playoff encadenando 3 victorias en 4 partidos.
Instaurados en la zona media, los dos filiales valencianos buscaban dar un salto importante. El Villarreal podía engancharse al playoff y el Levante quitarse el mal sabor de boca de la derrota ante el Atzeneta. Los dos salieron a buscarse, sin esconder nada, aunque era el filial granota el que llevaba la voz cantante. Con Serrano y Cortés en el carril zurdo, los azulgranas comenzaron a ser incipientes. Sin embargo, la más clara la tuvo Joel Sánchez a pase de Linares: el canario le achicó bien el espacio y no le dejó disparar. Los de Euge Ribera comenzaron a ceder metros viendo que el Villarreal era un lobo desatado en busca del contragolpe. Y precisamente así el C tendría el 1-0 a todas luces. Mario Linares, muy activo durante el primer período, le robaba la cartera a Peñaranda, entraba en el área e Hinojosa, incomprensiblemente, fallaba a puerta vacía el pase de la muerte.
La ocasión más clara para haber abierto la lata en un duelo muy bonito de poder a poder. Justo un minuto más tarde, Budesca, rápido como la luz, puso un buen centro raso al punto de penalti que Linares remató ligeramente alto. Acabó mejor el segundo filial groguet ante un Atlético Levante de más a menos que fue perdiendo fuelle a partir del minuto 20. En el descanso, Fofana entró por Joel Sánchez y a los 30 segundos, Mario Linares iba a volver a ser protagonista con un golpeo a la media vuelta que se fue al lateral de la red. Los visitantes padecían con un centro del campo bastante inadvertido. Ni Pablo Rosón ni Alcañiz lograban imponerse a la medular grogueta. Y en una de esas internadas por el franco izquierdo, Javi Aznar puso una buena pelota al punto de penalti que remató Tamarit con la izquierda, directamente a la escuadra. Ese gol ayudó al Villarreal a desfogarse y jugar más tranquilo, pero lo que se iba a encontrar era con un GOLAZO con mayúsculas de Paco Cortés.
El granadino, muy lejos del área, encaraba a Budesca, se iba hacia dentro y desde 30 metros, la ponía en la escuadra ante la estirada imposible de Bartual. Con Hugo Martínez y Álvaro Moreno, el Levante ganó verticalidad y el propio Hugo tuvo el 1-2 en sus botas tras un remate franco a pase de David Serrano. Calatrava entró por Rosón para darle más empaque a la medular y el Villarreal entendió que no podía meterse a la cocina para generar peligro; debía probar desde fuera del área. Y el primero en ‘darle fuego’ a la ‘beta’ fue Aznar con un disparo fortísimo que repelió Primo ante un barullo importante de defensores. Quizá cuando peor estaba el equipo de La Plana, se daría una doble ocasión de mucho nivel: primero Budesca remataba al larguero un rechace desde la izquierda, y en la siguiente, Fofana remataba de cabeza sin acierto. El delantero africano había entrado muy entonado al partido desde el banquillo.
El fútbol a veces es muy cruel y caprichoso. Te quita, de sopetón, muchas cosas. Hinojosa falló, en el primer acto, una ocasión clarísima para haber adelantado a su equipo. En boca de gol, la tiró fuera, pero casi en el 90′, recibió en casi en 3/4 de Fran Gil, se armó de valor y soltó un latigazo para batir a Álex Primo. La pelota entró con mucha comba y pegadita al poste. Un golazo que desató la locura en el Mini sabiendo que el de Elche lo había pasado mal. Sus compañeros se lanzaron sobre él con mucha efusividad porque eran conocedores de que a Sergio no le estaban saliendo las cosas. Esa piña fue muy significativa. Hubo una tangana al final entre un jugador de cada equipo, pero la victoria se quedó en el Mini.