«La perfección es una pulida colección de errores» decía el famoso poeta, Mario Benedetti. Eso precisamente es lo que ha aprendido Celso Bermejo con el paso de los años. Nacido en La Línea de la Concepción el 9 de enero de 2005, Celso ha ido creciendo, tropezando y aprendiendo de los fallos para forjarse como futbolista y también como persona. Lo del año pasado fue como el gol de Ramos en la Décima: éxtasis total. Bermejo hizo 17 goles en División de Honor tirando del carro de un Villarreal Juvenil A que no dio la talla a nivel competitivo. Junto a Budesca, Javi Aznar y Gerard Hérnandez, Celso fue el jugador más destacado y, con sus goles, hizo que su equipo lograra muchos puntos: 3 dobletes y un hat-trick que demostraron que es un futbolista que desayuna, come y cena con goles. Porque fue un oasis en el desierto cuando el equipo groguet no aspiraba a ganar el título que capturó el Levante. Celso es ese alumno que saca un 8 en un examen y en el siguiente va a por el 9; esa persona que triunfa en un proyecto profesional y ya piensa en el siguiente donde pueda obtener mejores resultados; ese chef que triunfa con su restaurante y decide abrir otra cadena, ese piloto de F1 que gana, pero no está contento por no haber logrado la vuelta rápida… Un jugador insaciable que siempre quiere más tras 4 años en la Ciudad Deportiva José Manuel Llaneza a la que llegó en verano de 2020 con 15 años.
Y aquí es donde entra lo curioso del tema porque, según ha podido saber este medio de buena mano, Celso era uno de los elegidos para promocionar al Villarreal ‘B’ esta temporada, pero unos problemas recurrentes en la espalda hicieron que se perdiese toda la pretemporada y, por tanto, se decidió que empiece en el C de Tercera RFEF. Una verdadera lástima para el gaditano que había trabajado de manera ardua para botar la barrera del segundo filial. A Miguel Álvarez siempre le ha gustado y consideró que tenía que subir al minisubmarino, más aún después de tantas salidas en el frente de ataque: Pascual, Ferrari, Ontiveros, Collado… Y la lesión de Forés que lo va a dejar ‘out’ hasta diciembre-enero.
Ahora mismo, Celso está en un momento complicado en lo anímico después de haber rozado una promoción que se ha escapado. Pero desde el club no hay dudas que se recuperará y volverá a ser ese killer que huele la sangre dentro del área. Ha sido un golpe duro para él teniendo en cuenta que los dolores en la columna todavía siguen presentes. En la 22/23 llegó a debutar con el Roda en Tercera RFEF (4′ ante el Elche Ilicitano) y en estas 3 últimas temporadas ha anotado un total de 44 goles, poca broma. Celso apunta a ser uno de los ‘filones’ del cuadro de David Albelda que ha sufrido una metamorfosis ‘a lo grande’. Muchos futbolistas han salido y en la delantera ya no están Bachuri, Pau Cabanes, Álex Jiménez, Joel Sánchez, Facu Viveros, Christian Ferreres ni Richard Franco. Solamente quedan Unax del Cura (que estará en dinámica con el B), Mario Linares, Toni Tamarit y Douga Fofana. Tiene contrato con el Villarreal hasta junio de 2026 y no hay intención de salir, aunque tampoco de renovar por el momento. Los técnicos están muy contentos con su trabajo y confían en que, dentro de poco, recupere su ‘peak’.
Y de ahí el titular. Porque no se descarta ni mucho menos que suba al filial groguet, que no anda sobrado en esa parcela, (aunque tendría ficha del C) durante la temporada y cuando esté recuperado del contratiempo en la columna. Es el tapado del que se habla poco, pero trabaja como el que más. El año pasado terminó el curso con malestar en la espalda y, aún así, marco en 3 jornadas consecutivas. Soportó ese ‘tormento’ para ayudar a su equipo a acabar bien el año. Ahora ha parado para volver mejor.