Pau Cebrián ha sido árbitro asistente en el fútbol profesional durante muchos años y ha estado presente en varias finales europeas, mundiales y Juegos Olímpicos. Ahora, ya retirado de los campos de fútbol, disfruta de su día a día en Los Calpes, una pedanía de Puebla de Arenoso (Castellón) que casi linda con la provincia de Teruel. En esta localidad castellonense, Cebrián valora opciones para su futuro y recibe a la Federació de Futbol de la Comunitat Valenciana para explicar cómo está viviendo su retiro, valorar su carrera e inspirar a futuras generaciones de árbitros/as de la Comunitat.
El asistente valenciano ha comentado en el reportaje que fue su padre quien le recomendó ser árbitro y visto lo que ha conseguido con el tiempo, no se equivocó. «Mi padre me dijo: en esto has invertido demasiado tiempo, es tu pasión y lo tenemos que amortizar de alguna manera. Aunque no sea como futbolista tienes que encontrar la manera de que siga presente. Y fue la mejor decisión que tomé».
Cebrián tampoco ha querido olvidarse en el reportaje de los futuros colegiados/as, animándoles a disfrutar y a crear relaciones de amistada para un posible futuro. Además, de aconsejar a aquellos que pueden no prosperar. «Si ese chaval no puede llegar, al menos que el camino recorrido haya sido bonito y que se le queden unos recuerdos preciosos porque el arbitraje es muy bonito», explicaba el galardonado recientemente con el premio Vicente Acebedo, que reconoce al mejor árbitro y mejor asistente de Primera División en la última campaña.
Texto: FFCV