Mauritania consiguió la victoria en el debut en la 40ª edición del COTIF, remontando ante ADH Brasil. Los goles llegaron en la segunda parte y permiten a los africanos estrenarse con una victoria, algo inédito en los últimos años. Las victorias siempre son caras de comprar en la cita de l’Alcúdia ya que cualquier detalle puede decantar la balanza. Los africanos, en el cómputo global, merecieron más y el fútbol fue justo con ellos.
Como suele ocurrir en este tipo de citas, los dos contendientes comenzaron el partido tensos y expectantes. Un disparo lejano del 9 brasileño -Joao Vitor- era la primera jugada de peligro en los minutos iniciales. Una nueva internada desde la derecha de los ayer visitantes causaba un pequeño susto al guardameta Sarr. El combinado “carioca” mandaba en los primeros compases. Sus rivales africanos se defendían como un bloque compacto y sin fisuras. Y a los 6 minutos una jugada relámpago de Ndiaye y el Hacen daba la réplica, ayudados por la indecisión del portero rival. La tónica no cambiaba. Los brasileños lo intentaban y tenían la manija del encuentro. Sus disparos lejanos no encontraban portería. Los mauritanos esperaban agazapados en su campo e intentaban salir a la contra.
Poco a poco, el dominio del encuentro se fue alternando. Las espadas estaban en todo lo alto. Cada balón se luchaba con ahínco, no se cedía ni un centímetro de césped. Una internada desde la derecha, que fue rematada de forma tímida por el 10 mauritano en el 37’, era de las mejores jugadas de la primera parte. Los de casaca verde, poco a poco, empezaron a ganar protagonismo en ataque. La primera parte se saldó sin goles. Quedaba mucha tela por cortar.
El segundo tiempo comenzó con una cierta renovación en ambos equipos, ya que los dos entrenadores hicieron sus primeros cambios. No había pasado ni un minuto cuando el 23 mauritano -Moussa Ball- se marcó una jugada personal de mérito, pero su golpeo se marchó alto. Los pupilos de López Garai, jugador histórico de Segunda División, inquietaban primero. Sin embargo, en el fútbol mandan los goles. Y fueron los brasileños los que perforaron primero la portería contraria, con una jugada enmarañada que remachó Joao Vitor en el 44’.
El encuentro se endurecía por momentos. Mauritania adelantó filas y Moussa Ball seguía siendo su jugador más inspirado. Y rozaron el gol en el 56’, con un cabezazo en un córner que se marchó fuera por poco. Los ayer locales seguían empujando. Los brasileños, en cambio, se defendían con todo. Los “águilas verdes” percutían una y otra vez, pero no lograban ver portería. Su físico era superior. Hacían méritos para el empate.
Y tanto fue el cántaro a la fuente… que al final lograron la igualada. Keita se marcó una jugada de mérito en el 72’ y su disparo final rebotó en un defensa antes de besar la red. Los brasileños aún tuvieron tiempo de dar algún susto, pero el electrónico no se movía. El portero brasileño se marcaba varias paradas de mérito, pero la insistencia africana sí tuvo premio. Un penalti decretado con el tiempo ya cumplido fue aprovechado por Beyatt para marcar con un disparo escorado al raso.
Mauritania se llevó un merecido triunfo. Logrado a base de fuerza, garra e insistencia. Nunca cesaron en la búsqueda de la victoria.
Ficha técnica:
S. N. Mauritania: 1 – Sarr, 6 – Maouloud, 3 – Niass. (18. Keita, 66’), 4 – Said, 15 – Seydou, 24 – Barka (17. Demba, 52), 8 – Soumare. (14. Nasser Dine, 66’), 10 – Beyatt, 23 – Moussa (7. Yatera, 52), 12 – El Hacen (11. Ahmedoua, 41’) y 19 – Ndiaye (Ndaw, 41’)
S. ADH Brasil: 1- Felipe, 2- Patrick, 3- Kaua. (13. Lázaro, 60’), 4- Gutierres, 5- Kobbaz (14. Tiburcio), 6- Lucas Gabriel. (15. Caique, 64’), 19- Pedro Rangel. (7. Alessandro, 60’), 21- Christopher. (17. Matheu, 41’), 9- Joao Vitor, 10- Santos y 11- Vinicius Correa. (20. Erick, 64’)
Goles: 0-1. M. 44: Joao Vitor. 1-1. M. 72. Keita. 2-1. M. 85. Beyatt.
Árbitro: Navarro Collados, Fernando. Asistido por Dumitru Cobianu y Víctor Sospedra. Amonestó al entrenador de Mauritania.
Observaciones: Partido disputado en Els Arcs (l’Alcúdia) ante 4.000 personas. 1ª jornada del COTIF.
Texto: J.L. Llagües / COTIF