El partido entre CDFB l’Eliana y Mislata UF del pasado sábado por la tarde, correspondiente a la penúltima jornada del Grupo 4 de Primera Infantil, acabó suspendido y con varias agresiones, incluyendo mordiscos, tras un gol de penalti que igualaba momentáneamente el marcador. La Policía Local y la Guardia Civil se vieron obligados a hacer acto de presencia en la instalación.
El árbitro, Enrique Álvarez Fernández, suspendió el partido en el minuto 64 cuando l’Eliana transformó de penalti el 2-2. En ese momento, mientras se producía una invasión del terreno de juego por parte de una multitud de aficionados para celebrar el tanto, un padre del Mislata UF esprintó por la banda en la zona trasera de los banquillos, saltó la valla de seguridad y agredió al segundo entrenador del cuadro local. ESPORTBASE Media ofrece las imágenes de ese momento.
Rápidamente el árbitro se dio cuenta de lo ocurrido en zona de banquillos y detuvo el choque, acudiendo al lugar donde varias personas trataban de separar al padre agresor del resto de técnicos. Otro de los padres presentes en la grada, un agente de policía que no estaba de servicio en ese momento, se interpuso y trató de mediar y tranquilizar los ánimos, y como ‘recompensa’ otro exaltado le propinó dos mordiscos en la zona pectoral y en el cuello. Ante eso, el aficionado local «se defendió», según afirman testigos presenciales.
El acta arbitral refleja lo sucedido de la siguiente manera: «El partido queda suspendido en el min 60 debido a que en la celebración del segundo gol del equipo local un aficionado visitante entra en el área técnica local y agrede con un puñetazo a un menor que se encontraba portando las botellas de agua para los jugadores, tras lo cual paro el partido y aficionados locales, directiva y coordinadora intentan calmar el ambiente, tras lo cual nuevamente un aficionado visitante salta al terreno de juego y agrede nuevamente a otro aficionado local revolcándose estos en el suelo hasta la llegada de la policía que toma nota de lo sucedido, tras esto decido suspender el encuentro».
Desde el CDFB l’Eliana dieron aviso a las autoridades, que se personaron mediante agentes de la Policía Local de l’Eliana y también de la Guardia Civil, quienes a su llegada intervinieron para calmar las aguas. El club local añade que ya se han presentado las denuncias correspondientes tras lo ocurrido. El partido ya no se reanudó.
Mucha tensión desde el principio con un ascenso en juego
El choque entre estos dos conjuntos de jugadores de 12 y 13 años de edad fue tenso desde el principio, ya que enfrentaba a los dos primeros clasificados de la Liga con el ascenso a Preferente Infantil en juego. L’Eliana partía como líder, con un punto de ventaja sobre el Mislata a falta de 6 por disputarse; de ahí que el campo estuviese casi lleno y con ánimos caldeados.
De hecho, hubo un par de invasiones de campo durante el choque, según explica el colegiado en el acta: «En los goles de ambos equipos las respectivas gradas entran al terreno de juego invadiéndolo para celebrar los goles con los jugadores», indicó. Primero, cuando el Mislata dio la vuelta al 1-0 inicial; posteriormente, con el penalti y 2-2 transformado por l’Eliana.
Quizá la única nota positiva de un suceso tan desagradable resida en los propios futbolistas: los jugadores de ambos equipos se mantuvieron al margen de los altercados y pusieron de su parte para intentar regresar a la normalidad.
El Mislata UF ofrece su versión de lo ocurrido
ESPORTBASE Media se puso en contacto con el Mislata UF, que lamenta todo lo sucedido en la tarde del sábado por la imagen que puede dejar de clubes y aficionados. La entidad mislatera, que prefiere no manifestarse de manera pública por el momento al estar recabando todas las pruebas y documentos gráficos de lo sucedido para presentar las correspondientes alegaciones en el plazo estipulado, sí recalcó a este periódico que llevará a cabo un comunicado oficial exponiendo su postura en los próximos días.
De igual manera, el Mislata UF citará en las próximas horas a aquellos padres involucrados en el suceso para escuchar sus explicaciones y les prohibirá el acceso a entrenamientos y partidos, dejando al margen a sus hijos («que no tienen responsabilidad alguna»).