Respira tranquilo Miguel Álvarez después de la victoria de sus chicos ante el Ferrol. Un partido intensísimo de principio a fin que resolvió el ariete valenciano en el segundo acto. El Racing no se achantó y buscó la igualada ante un filial que se dejó todo y más por defender el triunfo que lo pone, ahora mismo, a 2 puntos de salir del descenso.
Los amarillos llegaban con la soga al cuello siendo conscientes de que la salvación se antojaba complicada. A 5 puntos de salir del descenso, el Villarreal tenía que ganar como fuera. No le servía otra cosa y el Racing de Ferrol iba a vender cara su piel porque se jugaba meterse en el playoff. Como dato, Miguel repitió el mismo XI por tercera jornada consecutiva. Los dos salieron con el chuchillo entre los dientes, pero fue el Villarreal ‘B’ el que avisó primero con un disparo de Ontiveros dentro del área tras un rechace de la defensa ferrolana.
Se animó el conjunto de Miguel Álvarez en los primeros compases, no quería perder tiempo y comenzó a meter atrás al Ferrol que con Iker Losada tenía una vía de escape por banda izquierda. El ‘7’ estaba superando a un Altimira, desbordado. La primera oportunidad de los gallegos llegó precisamente por esa banda. Un buen balón de Losada desde la izquierda, no encontró rematador. Se igualaban las fuerzas en un duelo que estaba en su máximo esplendor. El Racing comenzaba a imponerse territorialmente y las ocasiones empezaban a llegar. Primero, un error de Carlos Romero que no pudo aprovechar Losada dentro del área y después Álvaro Giménez cabeceaba alto un saque de esquina. Sufría el filial vila-realense que se asomó al área de Cantero (ex-groguet) con una internada supersónica de Altimira que no pudo rematar de buenas maneras Carlo Adriano.
El filial se hizo con la pelota en los últimos 10 minutos de la primera parte sometiendo a un Ferrol canino de contragolpes. Mejoró sus prestaciones el minisubmarino que amasó el cuero todo lo que pudo y más. Se llegaba al entretiempo con empate y un ritmo altísimo. Momentos de dominio para los dos, pero el 0-0 seguía en el marcador. Los chicos de Miguel Álvarez sabían que tenían 45 minutos para apurar sus últimas opciones de seguir en La Liga Hypermotion. Le faltaba al partido lo más importante: los goles. Porque ritmo y ocasiones estaba habiendo.
Arrancó el segundo acto sin ninguna sustitución y con el filial ganando altura con los extremos (Romero y Novoa). Ahí se sentía más cómodo y se aprovechó cuando Ontiveros asistió de maravilla a Tasende, con un balón picado, pero el lateral no empaló bien el esférico. Se la perdía el Villarreal ‘B’ con 10 minutos disputados. El ritmo empezaba a decaer cuando llegaba el minuto 70, menos ocasiones y más fútbol directo. Los dos conjuntos no querían andarse con medias tintas y tenían entre ceja y ceja llegar al área rival lo más rápido posible. El Ferrol estaba cocinando su partido a fuego lento: provocando faltas, sacando de las casillas a los jugadores groguets y ralentizando la dinámica de juego.
Apareció Forés
Iker Losada seguía apareciendo por todos lados y estaba poniendo contra las cuerdas al B cada vez que cogía el balón. El de Catoira se armó de valor y, con un disparo muy ajustado desde la frontal, puso a volar a Iker Álvarez. Al poco después, otra internada del ‘7’ no pudo finalizarla Álvaro Giménez que mandó la redonda a las nubes. Ya con Jorge Pascual en el campo (entró por Novoa), el Villarreal estaba siendo superado, pero el fútbol va de momentos. Un instante donde todo puede cambiar. Otro balón maravilloso de Ontiveros a la espalda de la defensa ferrolana lo iba a recoger Forés para batir a Ander Cantero. 14 goles en La Liga Hypermotion para el ‘pistolero’.
Respiraba con alivio el filial que se ponía por delante con 10 minutos para el final del partido. Rodri Alonso era el segundo cambio con la clara intención de que su equipo se hiciese con el dominio de la pelota. Sangre fría y calma para que el tiempo se fuera consumiendo. Para el Villarreal ‘B’ pasaba muy lento, mientras que para el Ferrol era como un Ferrari. Requena y Collado eran los últimos movimientos de la banqueta grogueta en busca de que se jugase lo máximo posible en el campo del Racing. Álvaro Giménez seguía con la pólvora mojada, ni con la bota ni la cabeza lograba anotar. Y eso que Losada se las estaba poniendo de todos los colores. Tiraba la casa por la ventana el conjunto visitante que ahogó al filial que se defendió prácticamente metido debajo de los palos. Al final, tras mucho esfuerzo, llegó la victoria del Villarreal que se pone a 2 puntos (provisionalmente) de la salvación.