La derrota del Villarreal ‘B’ en Santo Domingo ha metido en una situación todavía más crítica al filial groguet que está a 5 puntos de salir del descenso. Hasta hace 2 semanas, solo le separaba 2 puntos, pero la victoria del Albacete ante el Tenerife y la racha increíble de la SD Amorebieta solo han hecho que acrecentar el problema y dejar la salvación a 5 puntos. Con 33 puntos, los amarillos ocupan la última posición y tienen como único objetivo salvar la categoría. La racha es horrenda porque de los últimos 18 encuentros, el B solo ha sido capaz de ganar en 4 de ellos (Eibar, Valladolid, Tenerife y Burgos). El equipo compite bien en las primeras partes (pero deja vivo al rival en cuanto al marcador se refiere) y en los segundos tiempos se deshace como un azucarillo dándole banda ancha al contrincante.
Le viene pasando de manera habitual: partido vs Leganés donde le remonta en 2 minutos, el duelo en Oviedo y este último por poner algunos ejemplos. La manera en la que recibe un golpe (un gol en contra) es definitorio en el partido. A partir de ahí, la cara del cuadro groguet es otra: mucho más alicaído y con pocos recursos para darle la vuelta a la tortilla. Bajo mi punto de vista, el equipo ha tenido una línea más regular en cuanto a competitividad que el curso pasado. Sobre todo hasta febrero. Pero estos últimos duelos denotan un ‘downgrade’ evidente. Miguel Álvarez lo explicaba así en la rueda de prensa posterior al encuentro en Santo Domingo: «Lo único que nos ha faltado es aprovechar alguna de las ocasiones que hemos tenido. Hemos creado situaciones como para haber empatado el partido, pero defensivamente tienes que ser más eficaz. Con poco, nos hacen gol» comentaba Miguel en referencia a la cantidad de goles ‘fáciles’ que recibe su equipo.
Un penalti que pudo cambiarlo todo
El partido no estuvo exento de polémica ya que el colegiado decretó un penalti sobre Pau Navarro, pero el VAR le llamó debido a un fuera de juego milimétrico del central de La Vilavella: «Cuando acaban los partidos, todos los árbitros me felicitan por mi manera de actuar: no les reclamo nada. Llevamos 8 penaltis en contra y 6 hay que verlos. Pero no estamos ahí por este penalti. Indudablemente hay decisiones que cambian un partido. Es una situación donde es penalti sí o sí y cambia el encuentro por completo. A mí nunca me van a escuchar protestar» declaraba el míster del B sobre el penalti que fue determinante en el devenir del choque.
Miguel comentó también que «vamos a estar luchando hasta el último momento porque el equipo da la cara y hace las cosas bien», pero no le da para sacar victorias y salir del pozo en el que está sumergido. Con 18 derrotas y 52 goles en contra, el B es el equipo más goleado de la categoría. «Era un escenario difícil ante un equipo con mucha experiencia, pero hemos tenido personalidad. Si tú no eres eficaz, el fútbol es más complicado. Si no haces goles y te los hacen fácil, estás más cerca de perder. Producto de la inexperiencia que ya es menos evidente porque los chicos llevan muchos partidos en la categoría» concluía un Miguel triste por la derrota que deja al filial muy tocado en la clasificación. Ahora llegan dos encuentros difíciles: Ferrol en La Cerámica y Sporting de Gijón a domicilio: 7º y 5º respectivamente. Justo antes de recibir al Levante UD. Quedan 7 jornadas de liga, 21 puntos en juego para intentar obrar el milagro.
Si me preguntáis a mí, yo lo veo francamente difícil, aunque he visto cosas más complicadas en esto del fútbol. Pero hay que reaccionar ya de ya. No hay colchón ni margen y los rivales directos están sacando puntos. No me voy a mojar, pero lo veo muy complicado. Aunque todo pinte negro, creo que hay razones para intentar vislumbrar un halo de luz: el talento del equipo, el hambre de los jugadores y la experiencia del curso pasado (muchos han repetido este curso). Todas las quinielas dicen que el B bajará, pero que no quede por intentarlo.