Sin duda, una de las noticias más felices en la escuela del Històrics Valencia en la presente temporada tuvo lugar este martes: una vez finalizado el puente de Pascua, el equipo Cadete ‘B’ del club volvió a los entrenamientos en Marxalenes… con su amigo y compañero Chigo, que padeció un paro cardiorrespiratorio el pasado 16 de enero.
Así lo anunciaron los responsables de la escuela a través de sus redes sociales: «Esta es, sin duda, la noticia que esperábamos daros a todos con más ganas. Aquí tenéis al campeón del año; nuestro Chigo junto con sus compañeros, ya recuperándose en casa. Sois muchos los que preguntáis por el y una imagen vale más que 1.000 palabras«, proclamaron, al tiempo que adjuntaban la foto del joven vestido de particular junto al resto de sus compañeros durante un entrenamiento.
«A todos los que le habéis mandado fuerzas, los que lo habéis apoyado, los que lo animáis a distancia… GRACIAS, GRACIAS Y GRACIAS. Enhorabuena a Chigo y a todos los que lo habéis hecho posible», añadieron en la cúpula de Històrics, citando a la Policía Local y a los médicos y sanitarios que atendieron de urgencia al jugador de 15 años cuando se desplomó en el césped de Marxalenes hace dos meses y medio. La rápida actuación de la ayuda y la presencia de un desfibrilador en la instalación evitaron lo que podría haber sido una tragedia.
Chigo llegó a la UCI del Hospital La Fe en estado grave, y de hecho tuvo que pasar varios días en coma inducido hasta estabilizar su situación médica tras el accidente cardiovascular padecido. El muchacho fue despertado 72 horas días después, y desde entonces ha pasado más de dos meses hospitalizado y recuperándose. Sus compañeros le rindieron homenaje días después sobre el terreno de juego con la colaboración del CFB Ciutat de Valencia.
Según pudo saber este periódico, la visita de Chigo al campo de Marxalenes fue recibida con alegría por sus compañeros, a pesar de que el joven de 15 años tendrá que llevar una vida algo más pausada debido a las secuelas médicas producto de lo sucedido. Sea como fuere, Chigo ya está en casa, en su entorno, con su familia y cuenta con el total apoyo y cariño de una escuela que le ha tenido presente en todo momento y que le ha apoyado en su recuperación.