Ni Villarreal ‘B’ ni Real Zaragoza pudieron hacer que el electrónico se moviese firmando un partido muy soso en el primer acto (solo un disparo entre los tres palos) y algo más animado en la segunda mitad. Ahí, el filial aceleró y pudo deshacer el entuerto con una clara ocasión de Carlo Adriano. Un punto que sabe a poco.
La necesidad del filial amarillo era imperiosa. No podía fallar y más en La Cerámica que, curiosamente, estaba invadida por aficionados del Real Zaragoza desplazados desde la capital aragonesa. Miguel Álvarez, consciente de la situación, puso toda la carne en el asador y optó por el mismo once que en Andorra metiendo en la ecuación a Ontiveros y a Gelardo por el lesionado Del Moral. Empezar a escribir la crónica sería rellenar por rellenar porque la realidad es que en la primera media hora no ocurrió nada. Ni un solo disparo a puerta.
El Zaragoza tenía el dominio del esférico (por completo) y el Villarreal ‘B’ esperaba, agazapado, poder contragolpear con hombres rápidos al espacio. Nada de nada. Los amarillos se situaban en su propio campo, dominados por el equipo aragonés. El primer tiro entre los tres palos llegaría muy cerca del descanso (minuto 43) cuando Maikel Mesa probaba los guantes de Iker Álvarez por primera vez en el partido. Antes del entretiempo, el equipo de Julio Velázquez intentó meter miedo al filial en vano. Primera parte bastante aburrida que finalizó con un claro 0-0.
La segunda parte empezó de una forma muy distinta a la primera. El B tomó las riendas y se acercó al área de Édgar Badía con una triple ocasión donde ningún jugador pudo cazar el balón en el área pequeña. Tampoco Carlo Adriano al que el balón le quedó franco y su golpeo lo taponó la defensa zaragocista en boca de gol prácticamente. La mejor ocasión de todo el partido hasta el momento. Subió la intensidad del duelo a partir de ahí debido, en gran parte, a la necesidad de sumar de 3 del minisubmarino.
Miguel movió ficha en el 68′ dando entrada a Jorge Pascual por Ontiveros. Más pólvora en ataque en busca de ganar el partido. Las tornas habían cambiado y el filial llevaba la iniciativa en ataque mientras que el Zaragoza esperaba su oportunidad replegado. Los locales lo intentaban como podían, aunque los visitantes se animaban a balón parado aprovechando la envergadura de sus centrales. No había forma de perforar ninguna de las dos porterías y el tiempo se agotaba (llegando ya al 90′). Requena, Ferrari, Lanchi y Hugo Novoa, que debutaba con el Villarreal ‘B’, entraban para intentar lograr el tanto que le diese el triunfo a su equipo.
Pascual montó un último contragolpe en el último minuto, pero la defensa aragonesa impidió cualquier tipo de remate por parte de Novoa. Finalmente, resultado gafas en La Cerámica que saca provisionalmente del descenso al filial, pero con una sensación preocupante.
Foto: Cantera Grogueta