Tras el cambio político acaecido en verano de 2023, María Ángeles Vidal puso punto y final a una etapa como coordinadora en l’Alqueria del Basket de más de un lustro para regresar a despachos conocidos, los que ocupó entre 2013 y 2015 como directora gerente de la Fundación Deportiva Municipal de Valencia.
Retomando el cargo y sus funciones casi diez años después, Vidal se enfrenta a retos de distinto perfil en la próxima legislatura con peticiones y reclamaciones históricas -como los cada vez más agudos problemas de espacio e instalaciones para la práctica del deporte base- y otras de nuevo cuño. ESPORTBASE Media quiso trasladarle muchas de las preguntas de su lectores en esta charla.
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ESPORTBASE Media: Se cumple poco más de medio año al frente de la FDM. ¿Primer balance?
MARÍA ÁNGELES VIDAL: Supone un reencuentro, porque sabéis que soy trabajadora de la casa y no es una organización que me sea ajena. La primera sensación es de un trabajo muy grande, un reto enorme por la cantidad de deporte que tiene la ciudad de Valencia en sus cuatro o cinco vertientes: instalaciones deportivas, eventos, programas, economía… Esa dimensión que tiene el deporte en Valencia hace que tenga sensación de preocupación y de compromiso con muchas organizaciones y muchos vecinos que quieren hacer deporte. Sientes la magnitud de ser la tercera capital de España, tienes ese peso en tus espaldas y que tienes que ofrecer un deporte acorde a todo ello.
Valencia siempre está por encima de la media en la práctica deportiva en nuestro país. Tenemos aproximadamente 140 instalaciones deportivas, 5-6 líneas estratégicas con un peso grande en la ciudad (por ejemplo, los Juegos Deportivos Municipales), un tejido asociativo brutal… El deportista tiene en su ADN siempre pedir más, y de ahí nuestro compromiso.
¿Algún aprendizaje en la mochila de su última experiencia como coordinadora de un proyecto nuevo como era l’Alquería del Basket?
VIDAL: Me traigo muchísimas cosas. Lo primero, la gente que he conocido, los compañeros de l’Alquería y del Valencia Basket. A pesar de ser mayor que ellos en muchos casos, con ellos he crecido como persona y como profesional. Ese impulso, energía e inercia que todo el Proyecto Legado de Juan Roig impregna en la ciudad y en su deporte lo traigo conmigo a esta nueva etapa. Es mi obligación traerlo, porque es una oportunidad de seguir creciendo en esa línea. Conozco las diferencias entre aquello y mi etapa actual en el sector público, pero es importante que esas pinceladas de iniciativa privada, esos recordatorios de que el deporte florece en la calle, más allá de las paredes administrativas, se sientan cada día en la administración pública.
Este modelo híbrido de iniciativa pública y privada es bastante singular en España…
VIDAL: Es un modelo único… ¡y envidiado! Hace poco estuve en un congreso en Gijón y me preguntaban por el proyecto, la relación entre la parte pública y privada cuando tienes un sponsor de la dimensión de Juan Roig y Hortensia Herrero. Hacen una apuesta inmensa en proporción con otros territorios. Es un modelo del que tenemos que disfrutar y hacer crecer. El Proyecto Legado está ahora muy preocupado en hacer sostenible todo lo que tenemos ahora: ha puesto tanto (dinero), ha dejado tanto en la sociedad, que nuestra obligación es que ese legado se mantenga en el tiempo y no sea flor de un día o flor de una persona que tuvo la conciencia social de crear eso en su ciudad. Hay que entender esos proyectos como algo que se está sembrando, no como un fruto que se está recogiendo. No se trata de exprimir la vaca hasta donde se pueda, sino aprovechar este impulso que hoy tenemos en convertirlo en proyectos consolidados.
En los últimos años se ha asociado su nombre a un perfil más técnico y administrativo, pero usted viene del voleibol.
VIDAL: Los que me conocen de vista no lo entienden por mi tamaño… (risas). Era colocadora, aunque en el volei he jugado casi de todo. Luego también entrené, me dediqué a la gestión técnica y administrativa, he estado en clubes, federaciones, en proyectos de detección de talento… He disfrutado de un deporte que quizá en España no tiene el arraigo que en otros lugares del mundo, pero que sí que tiene muchos practicantes.
De hecho, el primer gran evento que organicé en Valencia fue una Liga Mundial de Voleibol en la Fonteta, el primer deporte que llenó el recinto con un España-Italia con Rafa Pascual en su momento de mayor fama, cuando jugaba en la liga italiana y era referencia en Europa. Tengo la suerte de contar con Rafa, con José Luis Moltó o Venancio Costa entre mis amigos.
Comparte afición con Luis Cervera, el director general de Deporte.
VIDAL: Sí, y de hecho Luis y yo llegamos a coincidir en Xàtiva en el mismo club. Él como jugador y yo como entrenadora. Luis llegó a dar unos pasitos en la selección española con el volei, de hecho coincidió con Rafa Pascual en alguna concentración. Pero cuando empezó sus estudios en el INEF, él me decía sin parar que quería dedicarse a la gestión y me preguntaba por dónde tirar. Esa inquietud la tenía incluso cuando iba de corto en la pista.
¿Qué situación encuentra en la FDM al llegar en verano?
VIDAL: El cargo te sobrecoge, por la dimensión y todos los frentes abiertos. Ocurre algo muy habitual en los años electorales: cuando se fracciona el año por las elecciones, el desorden posterior es monumental. La cantidad de expedientes que se quedan atascados, incertidumbres y compromisos verbales que no han acabado de aterrizarse… Es muy problemático. Un ejemplo es lo ocurrido con la Copa Davis: yo llego aquí un 28 de julio y la Copa Davis era en septiembre. Afortunadamente me conocía el evento entero, pero no había un expediente administrativo abierto: estábamos ya ocupando vía pública, hipotecando espacios de la ciudad… y no teníamos una documentación administrativa. Eso me lo he encontrando en muchas situaciones.
Hay un presupuesto que ejecutar y, en mi caso, cuando pierdo un céntimo que no puedo dedicar al deporte es como si me lo robasen de mi cartera. Quieres llegar a todo, a pesar de tener un parque de instalaciones enorme y envejecido. La mayoría tienen muchos años y eso requiere de un mantenimiento permanente que no siempre se puede llevar a cabo. Está siendo duro, porque sabes que no puedes llegar a todo, pero tu obligación es intentarlo. Hay que gestionar esa frustración y encontrar el momento para clasificarla y ordenarte, hacer una lista de prioridades y avanzar en todos los frentes posibles.
Cada lunes viene a la radio una escuela de deporte base diferente, la mayoría de Valencia capital. Todas nos reclaman que falta espacio para instalaciones monodeportivas; es decir, hay tanta gente y tantos niños federados practicando deporte base que faltan campos para hacerlo.
VIDAL: Que falta espacio es una realidad. De hecho, en estos meses he tenido más reuniones con Urbanismo que con cualquier otro departamento. Coincido en que los campos grandes de F11 quizá sean la necesidad más evidente por la presión que el fútbol ejerce en todos los ámbitos, pero ocurre también con el beisbol: se ha pasado de dos clubes a ocho en esta ciudad, antes el campo en el Río era la envidia de Europa y ahora la Federación Nacional ya nos avisa de que no permitirá ascensos si no hay nuevos espacios para la práctica de ese deporte. Y si hablamos de disciplinas en pabellones cubiertos, más de lo mismo. O la reivindicación histórica de la piscina cubierta de 50 metros: Valencia, tercera capital de España, no tiene una piscina cubierta de esas características. La identificación del problema está muy clara.
A mi me nombran un viernes y me reúno con Urbanismo al siguiente lunes, incluso antes de venir a trabajar a La Petxina. Ahora bien, tenemos la receta… pero la dosis para gestionarla va a ser complicada. La ciudad está encorsetada por unos límites geográficos: hacia el mar no puedes construir y además hay que dar soluciones a los deportes marítimos; el Plan Sur con los cauces viejo y nuevo del Río Turia; las rondas…
Hay dos lienzos en blanco donde se pueden plantear espacios para grandes dimensiones deportivas: Turianova, detrás de la Nueva Fe, con un espacio deportivo que espero podamos trabajar para paliar algunas de las necesidades que existen; y el parque de Desembocadura en Nazaret, con mucho espacio verde que se ha demostrado que puede coexistir con el deporte.
Necesitamos muchos metros: puede que con otras actividades encontremos pequeños espacios en algún hueco, pero al hablar de campos de fútbol, un estadio de atletismo… son de una dimensión enorme. El concejal de Urbanismo ya sabe de nuestras necesidades, no nos valen metros cuadrados repartidos sino juntos. Tampoco nos olvidamos de los espacios alrededor de las rondas que puedan ir vaciándose, con expropiaciones que puedan favorecer la creación de nuevos espacios. Pero todo son proyectos a largo plazo. Mientras tanto, le tenemos que pedir al mundo del fútbol y del deporte valenciano en general que nos ordenemos, que seamos colaborativos, que no haya ni una sola hora de campo de fútbol vacío en esta ciudad porque no nos hayamos puesto de acuerdo. Este es el mensaje que queremos mandar. Que tengan la certeza de que hemos explorado todas las posibilidades que la ciudad plantea para dar respuesta a esta necesidad.
Hábleme de las instalaciones existentes, que tenían desde hacía 6 años el convenio de gestión caducado. ¿Qué nuevo modelo se acaba de implantar?
VIDAL: A mediados de diciembre se aprobó el borrador del texto del nuevo convenio. El camino ha sido muy largo, había necesidad de cambiarlo desde la Ley de Contratos del Sector Público. Hace años se consensuó que quizá la fórmula más adecuada eran las autorizaciones demaniales. En enero ha estado en periodo de exposición pública, lo hemos compartido con todos los clubes y escuelas. Aprovecho para agradecerles la colaboración en la elaboración del texto y sus aportaciones. A partir de febrero estableceremos prioridades por instalaciones y, a partir de ahí, ya tendremos una herramienta jurídica que otorgue esa seguridad a los clubes. Este proyecto tendrá éxito si los clubes lo hacen suyo. No es un proyecto de la FDM ni de Maria Ángeles Vidal ni de Rocío Gil. Y si es un modelo de éxito, dará luz a nivel nacional: muchas ciudades llevan años buscando la fórmula ideal para la gestión de instalaciones en una gran ciudad.
Entonces, ¿se espera que para el arranque de la temporada 2024-2025 la veintena de instalaciones monodeportivas de Valencia estén ya regladas?
VIDAL: En el mejor de los casos. Intentaremos que estén listas la mayoría de autorizaciones demaniales. Seguro que algún administrativo dice que estoy loca… (risas). El reto es muy grande, pero hemos de estar ahí. No sé si llegaremos a todas, pero tenemos que llevar a cabo el convenio general y luego singularizarlo para cada instalación. Tendremos que hacer talleres explicativos y reuniones con los clubes. Y claro, un proceso muy farragoso de análisis de cada instalación, su estado, inventario del equipamiento que incluye, el proyecto deportivo del club… Ese proceso nos llevará un tiempo. Pero el camino ya está trazado y los primeros pasos han sido firmes, no hay vuelta de hoja.
¿Algún objetivo global de dónde querría ver a la FDM dentro de un año?
VIDAL: Me gustaría que la Fundación estuviese más ‘informada’. Me explico: llevo 50 años en el mundo del deporte y tengo una percepción bastante bien encaminada, pero no es suficiente. Creo que toda la FDM debe tener la información necesaria para que la toma de decisiones sea la correcta. Debemos explicar las cosas mejor, hacer docencia y también nosotros recabar una mayor cantidad de datos e información, documentarnos metodológicamente para respaldar la toma de decisiones. Revisar, por ejemplo, el programa de Escuelas Deportivas Municipales, al que le tenemos un gran cariño. O los eventos: en Valencia hay más de 300 eventos deportivos al año, muchos con apoyo de la administración (económico, cesión de suelo público, necesidad de Policía Local…), y tenemos que ordenarlos y ver cuáles tienen un recorrido mayor. Hemos de hacer un esfuerzo a la hora de informarnos.
Yo entiendo a la escuela que va con vosotros a la radio, con todo mi respeto y mi cariño, y hacen una reivindicación en su barrio que es para ellos -con razón- la más importante del mundo. Pero cuando tienes que tomar una decisión, tienes que escuchar a ese barrio, sí, pero con datos que engloben la totalidad de la realidad de lo que pasa en el deporte valenciano.
Fotos: FDM Valencia