Cayó en mis manos, hace poco, en un reciente viaje a Buenos Aires, y como si el destino me recordara la universalidad de la importancia de tener en cuenta al ser humano en todas las épocas y en todos los lugares, el libro “Fútbol: dinámica de lo impensado” del periodista deportivo argentino Dante Panzeri (1921-1978).
El manuscrito, escrito en 1967, mencionado por múltiples entrenadores y periodistas deportivos, parte de una idea fundamental: el fútbol es juego jugado por personas con sus propias características individuales. Panzeri lo decía además por la “reciente” (de entonces) aparición de entrenadores que querían encasillar al jugador controlando de manera muy estructurada lo que ocurría en el campo. Y eso en la década de los sesenta del siglo pasado.
Porque, según Panzeri, el fútbol es el “arte del imprevisto”, de aquello que cambia a cada momento en función de la relación que tienen los futbolistas y cada cosa depende de lo que ha ocurrido un instante antes, y de cómo es y está cada persona en cada momento. De esta forma, si pretendemos controlar absolutamente todo, limitar la creatividad, evitamos que el verdadero talento se manifieste. Abogaba por el juego, el fútbol como juego y la necesidad de fomentarlo para mantener esa esencia que lo hace tan especial. Y esa idea la transmitía en los años sesenta del siglo XX.
El juego, fomentar la creatividad, que el futbolista pueda expresarse, equivocarse, aprender, mejorar, crear… en ese “arte del imprevisto”, debería ser la esencia fundamental de un deporte como el fútbol según Panzeri; e incluso ahora más, como bien dice, entre otros Pablo Aimar, porque ya no se juega en la calle; y ese fútbol de calle que te “entrena para el imprevisto”, para “gambetear”, para crear en cada momento una acción nueva según lo que ocurre antes, ya no está disponible para los más jóvenes: si queremos eso, hay que trasladar esa esencia a lo que se hace en los clubes.
Jorge Valdano (quien ha citado en múltiples ocasiones a Panzeri) decía también, en una de sus entrevistas, que los entrenamientos actuales de fútbol base igualan a los jugadores, porque hacen mejor al “más malo” y limitan al talentoso, al marcar de manera bastante estricta qué hay que hacer dentro de la cancha. Michel (actual entrenador del Girona) dice (como tantos otros) que falta ese fútbol de calle de antaño, desarrollar esa creatividad a través del juego.
Jugar. Improvisar, desarrollarse, relacionarse con otros, aprender cosas nuevas, sentirse bien, tener una actividad de ocio beneficiosa… Jugar. El juego es necesario para el desarrollo humano, sobre todo en niños y niñas, pero también en adultos. Y ya no se juega en la calle, por lo que es necesario crear entornos donde niños y niñas puedan jugar, expresarse, crear. Seguramente, tal y como demandaba Panzeri hace unos cuantos años largos.
Y eso, a nivel psicológico es fundamental. Para conocerse, medirse, sentirse bien, aprender, relacionarse con otros, sentirse creativo, explorar el entorno y relacionarse con él… Como todo, cualquier actividad para que sea beneficiosa debe hacerse bien, plantearla y diseñarla adecuadamente. Con el juego ocurre igual.
En las escuelas de fútbol y otros deportes, esta idea que aquí planteamos debería estar presente. ¿Es más importante estructurar de manera rígida o permitir la creatividad? ¿Se pueden combinar ambos aspectos? ¿Somos capaces de permitir que cada persona única que está en ese club se exprese como se merece y demanda?
Seguramente, “Fútbol: dinámica de lo impensado” nunca pasará de moda. Esa dualidad entre controlar y permitir la creatividad, estará ahí. Y como todo, es bueno encontrar el equilibrio.
Permitamos el (buen) juego, con todo lo que significa. Tanto en niños/as como en adultos. Favorece el bienestar psicológico, el desarrollo personal y la individualidad. Es una idea que deberíamos tener siempre presente.
David Peris Delcampo (@dperisd)
Presidente Federación Española de Psicología del Deporte
Presidente Associació de Psicología de l’Esport de la Comunitat Valenciana (APECVA)
Profesor de la Universitat de València
Entrenador N3 TDS de Fútbol y Futsal
Psicólogo Experto en Psicología del Deporte