Con el 2024 recién empezado, el centrocampista Rodri Alonso (Villarreal ‘B’) fue protagonista el pasado viernes en los micrófonos de ESPORTBASE Radio (99.9 Valencia Radio) para hablar sobre su trayectoria profesional, sus catorce años en la cantera grogueta y la carrera de ADE que está cursando en la universidad, entre otros temas. Rodri comentó también su nuevo rol en el equipo como falso extremo y cómo se ha adaptado a esa nueva posición en el terreno de juego, además de pedir un deseo personal y colectivo. El centrocampista castellonense está viviendo su primera temporada siendo parte, a todos los efectos, del Villarreal ‘B’ y nos cuenta cuál ha sido su travesía hasta llegar al peldaño previo al primer equipo amarillo. ¡Vamos con ello!
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ESPORTBASE: ¿Qué tal el entrenamiento voluntario de esta mañana? Nos comentaban que sois uno de los equipos de la categoría que más trabajáis…
RODRI: «Ha ido muy bien. Se ha venido y ya se ha trabajado. (Risas) Estoy seguro de que lo somos porque no sólo son las horas de entrenamiento, sino la intensidad y la calidad con la que se trabaja. Yo creo que el equipo lo está implementando muy bien»
¿Con qué mentalidad has regresado del ‘parón’ de Navidad?
«He estado aquí en Castellón, tranquilo con la familia y mis amigos. Creo que el equipo ha vuelto con muchas ganas y los entrenamientos han sido de mucha intensidad. La gente tenía ganas de que llegasen los primeros partidos del año, hay muchas ganas».
En tu caso, enseguida repasamos tu ascenso meteórico en los últimos años. Esta temporada llegas al Villarreal ‘B’ de manera definitiva, con dorsal incluido, y quería preguntarte cómo estás viviendo ese proceso de ir teniendo poco a poco más minutos.
«Aprovechando la oportunidad, sobre todo, y disfrutando de los minutos que he ido teniendo. Como dices, he ido subiendo poco a poco pasando por casi todos los equipos, disfrutando mucho de cada momento y aprovechando lo que venga».
¿Llevas toda la vida aquí, no? Desde los 7 años en el Villarreal, imaginamos que con tus padres respaldándote y apoyándote en todo.
«Sí, llevo desde muy pequeñito aquí. Mis padres, en cuanto al fútbol, nunca se han querido ligar mucho. Ellos han sido más de que estudie y de que, si los estudios me iban bien, pues el fútbol lo podría disfrutar más. Y bueno, gracias a ellos estoy estudiando».
¿En qué momento te diste cuenta de que el fútbol podía ser algo ‘real’? ¿Alguna charla con algún entrenador, algún equipo en alevines, cadetes…?
«Pues es algo que he pensado alguna vez. El decir ‘ya estoy en Segunda División’. No hay ningún momento en particular, he ido viviendo cada momento al día y siempre disfrutando. Sí que es cierto que tenía esa ambición de poder llegar algún día, pero sin machacarme diciendo ‘tengo que llegar, tengo que llegar’. Disfrutando del proceso, por suerte, ha llegado y estoy con el filial en Segunda División».
Recuerdo en concreto una temporada, la 2019-2020, donde jugabas en el CD Roda Juvenil ‘A’ y competíais contra Pacheco, Forés, Aitor y compañía del Villarreal Juvenil ‘A’. ¿Qué recuerdas de aquello? Porque erais juveniles de primer año compitiendo contra juveniles de último. Debía ser una responsabilidad y un orgullo grande.
«Recuerdo disfrutar mucho aquel año. Éramos chavales más pequeños que el resto y se nota mucho, sobre todo en juveniles. Nosotros empezamos la temporada disfrutando. Éramos un grupo muy bueno; nos conocíamos desde hacía años y poco a poco nos empezamos a ver ahí arriba. Fue una pena que llegase la pandemia porque nos frenó. Estábamos cerquita del Villarreal y Levante y, si no recuerdo mal, por delante del Valencia. Estuvimos muy igualados los cuatro equipos».
¿Cómo es vivir una pandemia siendo jugador profesional?
«Recuerdo que me cansaba más en los entrenamientos en casa que en el campo (risas). Hacíamos unos entrenamientos que nos dejaban muertos, descansábamos por las noches increíblemente bien. Nos ejercitábamos por videollamada; mis padres flipaban (risas). Cuando acabó el confinamiento, lo primero que hice fue salir a correr y era feliz con eso».
¿Fue muy grande el cambio a División de Honor siendo juvenil de primer año?
«Sí, totalmente. Recuerdo el primer partido en División de Honor que fue en Albacete. Ganamos en el último minuto y con algo de suerte. Pensaba que estábamos bien preparados para la temporada, pero cuando empezó el partido y empezaron a jugar aquellos… nosotros no la olíamos. Yo creo que aquel Roda Juvenil ‘A’ competía muy bien y, por eso, supimos sacar ese partido 0-1 fuera de casa. Noté muchísimo el cambio».
¿Adaptarse es una cuestión de velocidad, físico, aguante durante todo el partido o un poco de todo?
«Te diría que un poco de todo. En mi caso, pasé de Tercera RFEF a Segunda División. Es un poco todo; el ritmo, la calidad de los rivales…»
Ese lujo de poder parar la pelota y levantar la cabeza. Conforme vas subiendo escalones, cada vez lo tienes menos…
«Sí, por supuesto. El tiempo cada vez es menor».
Esa camada del 2003 con Marcos Sánchez, Tiago, Jordi Ortega… ¿Cómo viviste la temporada posterior, la 2020-2021? Ahí ganasteis la fase regular en liga y os quedasteis cerca de acceder a la Copa de Campeones haciendo un año exquisito…
«Aquel año fue bastante bueno durante toda la temporada, pero sí que es verdad que nos quedó esa espinita por no haber jugado la Copa de Campeones. Éramos el mismo grupo que el Roda Juvenil ‘A’ (de la anterior campaña) y no poder disfrutar de eso, que al final es el premio por el que luchas en División de Honor… es duro. Al final, sabes que cuando acabas la etapa juvenil ya no vas a volver. Somos varios los que estamos en el ‘B’ y alguno en el ‘C’. Pero bueno, ahí se quedó nuestro intento».
Cuando mantienes muchas temporadas esa relación, ¿pasa de ser más que un compañero a un colega o amigo? Gente con la que tienes una complicidad superior, ¿no?
«Claro, imagínate. Llevo catorce años aquí. Con Rodri y Marcos he jugado desde pequeño y con más jugadores. Con Tiago y Jorge Pascual también, que lleva 9-10 años aquí. Al final haces una relación muy personal»
Prácticamente sois veteranísimos aquí (risas). Ya en la etapa actual y antes de llegar al ‘B’, juegas un año en el Villarreal ‘C’, que tiene por cierto nuevo entrenador (Albelda), donde competías con ficha juvenil. Eso ratifica que un chico tiene mucho potencial: el hecho de meter a un juvenil a competir contra chicos más grandes e incluso algunos que te doblan la edad.
«Sí, al principio nos costó adaptarnos a la categoría. Fue un año donde sufrimos bastante, pero, poco a poco, aprendimos a adaptarnos a los rivales y al nuevo hábitat. Supimos mejorar y acabar en una situación bastante tranquila»
¿Qué aprendiste en esa nueva etapa en el ‘C’? ¿Algo a nivel físico, sobre todo en los contactos, saber cuerpear y chocar? ¿Fue año de mucho gimnasio?
«Ahí fue cuando le metí más caña al gimnasio pero, sobre todo, te diría que aprendí a competir porque los rivales tiraban de veteranía y experiencia. Nosotros, con nuestras armas, teníamos que aprender a hacerlo. Alguna vez nos intentaban ‘achantar’, pero todo quedaba en el campo. No me lesioné y eso era lo mejor».
¿Jugar contra equipos expertos como el Silla o el Torrent te curte, verdad?
«Sí, ellos intimidan un poco durante los partidos, pero al final te dan la mano y no pasa nada. Es una situación totalmente diferente de la que tienes que aprender para el futuro»
Nos gusta mucho que comentes mucho la palabra «aprender» porque, al respecto, tus padres te metieron en la cabeza desde pequeño que había que estudiar. Tú cumpliste y ahora estás estudiando ADE. ¿Cómo está siendo la experiencia?
«Muy buena. Por las tardes voy a la universidad. La carrera la estoy haciendo de manera presencial porque me gusta ir a clase. Poco a poco voy haciendo camino. Es verdad que no me meto la presión de sacarlo año a año, pero tengo el objetivo de sacarme la carrera».
¿Te ves después del fútbol haciendo algo relacionado con ADE?
RODRI: «No lo sé, la verdad. Lo veo muy lejos todavía»
Lo recalcamos mucho aquí en ESPORTBASE: la necesidad de tener un plan ‘B’. ¿Os aconsejan desde el club tener una formación externa por si acaso?
«Sí, aquí desde muy pequeños nos han ido apretando en cuanto a no dejar los estudios. Llegamos muchísimos cuando empezamos, pero arriba llegan muy pocos. Siempre nos ayudan y están para echarnos una mano».
Llegamos al momento del debut en Segunda contra el Mirandés. Cuéntanos cómo lo viviste a nivel personal.
«La verdad es que no me lo esperaba. Estaba yendo convocado a los partidos y, por la lesión de un compañero, Miguel me dijo al descanso que me tocaba entrar. Y lo hice con muchísimas ganas, imagínate»
Recuerdo muy bien el partido. Además te vi muy suelto jugando contra un equipo muy guerrero, que baja mucho al barro, como es el Mirandés. Vi un jugador sosegado y calmado en el que era su debut con el Villarreal ‘B’ en Segunda División. ¿Notaste la confianza y acabaste el partido diciendo «ha sido el primero y ha ido bien?
«Sí, intenté disfrutar del momento y como más se disfruta es jugando como uno sabe. Me fui bastante satisfecho y encima el equipo ganó. Todo redondo».
Cuando pasan cosas así, normalmente hay consecuencias en el vestuario. ¿Te tocó invitar a algo, o ‘cobraste’ en forma de collejas? (risas)
«Sí, un pasillito cayó (risas)»
Te marchaste en diciembre de aquella temporada al Albacete en busca de minutos y crecimiento. ¿Cómo fue esa adaptación después de estar 14 años en casa?
«Fue la primera vez y al principio, pues imagínate, muy extraño. Llevaba viviendo 13 años con mis padres, y sigo viviendo, y allí me tuve que ir solo. Al principio me costó un poco, pero bueno, yo creo que me vino muy bien y aprendí mucho disfrutando de la experiencia»
¿Qué te costó más de vivir solo?
«Mantener la casa ordenada (risas) y de todo un poco. Maduré bastante en esos 6 meses»
Volviste el verano pasado con ese aprendizaje en el Albacete. Cuando regresas con dorsal del filial, ¿qué se te vino a la mente sabiendo que estás en el paso previo al primer equipo? Mucha responsabilidad, imagino.
«Cuando en verano se me comunicó que iba a estar en el ‘B’ lo cogí con muchas ganas. Tenía ganas de empezar, pero también de irme de vacaciones (risas). El grupo ha cambiado bastante, mucha gente de la generación anterior se fue y ha subido gente de mi edad. Muy contento, la verdad».
Para quien no te haya visto jugar, ¿cómo es tu estilo de juego? Hemos visto cambios en estas dos últimas temporadas: normalmente jugabas con Jordi Ortega y Toni Gabarri en el doble pivote, pero este año te vemos como falso extremo o volante en la banda derecha. ¿Esa adaptación a esa nueva posición te ha costado?
«Me costó un poco porque llevaba muchos años jugando en el centro, pero yo creo que me está ayudando bastante a crecer porque me estoy viendo en situaciones que antes no me veía. El míster, Miguel, me ha ayudado mucho a mejorar en ese aspecto y poder ayudar al equipo. Estoy contento de jugar donde sea y aprovechar los minutos».
En ambas posiciones se te pide mucho sacrificio y ayudar mucho a nivel defensivo.
«No solo yo, sino todos los jugadores. Tenemos que correr mucho porque, para ganar en esta categoría, o corres mucho o no se consigue».
¿Y qué tal el míster? Vamos a hablar un poco de Miguel
«La verdad es que muy bien. La temporada que estuve en el ‘C’ acabé entrenando con ellos. Muy contento, aprendiendo siempre. Es muy exigente, pero eso nos hace mucho mejores a todos».
Es que la responsabilidad de ser el único equipo con representación en Primera y Segunda División es una piedra más en la mochil,a porque estáis en una posición de privilegio. Sobre todo, al competir fuera de casa…
«Yo lo valoro bastante y tengo la suerte de, a pesar de estar en un filial, poder jugar en Segunda División que es lo que nos han dejado los que hace dos años lograron el ascenso. Somos afortunados y tenemos que aprovecharlo para crecer. Como dices, fuera de casa son situaciones difíciles, pero estoy seguro que en la segunda vuelta sacaremos resultados mejores».
ESPORTBASE: Ese es el punto pendiente del Villarreal ‘B’, supongo. El hecho de aumentar el rendimiento y el puntaje en los partidos fuera de casa. Sois un grupo muy joven con chicos del 2003, 2004 y 2005 y se notan las ganas y la intensidad del grupo. ¿Los partidos a domicilio es el debe?
«Sí, es el objetivo que nos hemos puesto. Competir mejor fuera de casa, porque yo creo que el equipo juega muy bien, pero muchas veces te cuesta sacar los puntos y competir. Pienso que estamos mejorando y estoy seguro que sacaremos más puntos».
Vamos con dos clásicos para cerrar: un deseo para el Villarreal ‘B’ en este 2024
«Creo que está claro: conseguir mantener al filial en la categoría, pero sin ponernos tampoco ningún techo. Sumar todos los puntos posibles y crecer».
¿Y uno personal?
«También crecer y aprender mucho. Sumar todos los minutos que pueda y disfrutar de la categoría, además de sacar todos los créditos y asignaturas de ADE posibles (risas)».