A través de sus redes sociales, los responsables del CD Cuenca Mestallistes 1925 anunciaron este domingo el fallecimiento del exfutbolista Ricardo Alós Bailach a los 92 años de edad.
Natural de Moncada, Alós era el decano de los ‘Pichichis’ valencianos, ya que se hizo con el trofeo al máximo anotador en Liga en la temporada 1957-1958 en la que anotó 19 goles en 29 partidos cuando vestía la camiseta del Valencia CF. Era uno de los cuatro futbolistas valencianistas que ha logrado dicho trofeo junto a Mundo, Waldo y Mario Alberto Kempes, y el único de ellos de origen valenciano.
Su trayectoria estuvo marcada por sus inicios precisamente en el CD Cuenca, en el que comenzó su carrera en 1949 como central y ganó el campeonato de adheridos de Valencia en 1950. El Valencia CF se fijó rápidamente en él y, tras un par de cesiones al Sagunto de Valencia y al ‘nuevo’ CD Mestalla, debutó como valencianista en un amistoso de 1953 contra una selección balear.
Su explosión no llegaría hasta 1956, cuando se marchó un año a jugar cedido al Sporting de Gijón en Segunda. Allí logró una cifra de goles escandalosa: 46 dianas en 34 partidos -máximo goleador de la categoría- y un ascenso sportinguista a la máxima categoría.
Al año siguiente regresó a su tierra para militar, ahora sí, en un Valencia CF que le encumbraría esa campaña 57-58 como de nuevo como máximo artillero de España, esta vez en Primera División. Anotó 19 tantos, los mismos que el madridista Alfredo Di Stefano y el pucelano Manuel Badenes -también de la Comunitat al ser nacido en Castellón-, con los que compartió el premio.
Con Luis Miró como técnico, el Valencia no pudo aprovechar sus guarismos anotadores y sólo pudo finalizar cuarto en Liga con una plantilla que contaba con Antonio Puchades, Manolo Mestre, Enrique Buqué, Daniel Mañó o Walter Marciano entre sus efectivos.
Tras ir perdiendo progresivamente importancia en el equipo, Alós se marchó en 1960 al Real Murcia y, tres temporadas después, decidió colgar las botas a los 32 años tras un último año en el Ontinyent. Tras su retirada en 1964, fijó su residencia en Moncada y allí pasó gran parte de su vida después del fútbol. La localidad tiene, de hecho, una calle y un campo de fútbol que llevan su nombre.