El Valladolid no se andó con chiquitas en los primeros compases del partido cuando Raúl Moro apuraba línea de fondo, se colaba en el área y su pase no lo podía ejecutar Sala al fondo de las mallas debido al rechace Iñiguez. Avisaba primero el cuadro vallisoletano. Al filial le costó entrar en el partido y el Valladolid no hacía más que ganar metros. En una de esas, Salazar aprovechó un rechace para batir a Iker Álvarez, pero el tanto fue anulado por fuera de juego.
Los groguets se intentaron acercar al área de Masip ejecutando un fútbol directo a base de centros. La principal arma era la banda izquierda donde Carlos Romero y Dani Tasende se sumaban constantemente al ataque, aunque sin realizar ningún centro peligroso. El ritmo fue subiendo a la vez que el Villarreal cambiaba las tornas. En uno de esos acercamientos, Forés recibió un balón en largo de Tasende, pero no logró empalar la pelota ante la salida de Masip. Cerca del 20′, Pascual disparaba y el balón impactaba en el brazo despegado de Stanko Jurić. El almeriense reclamó penalti con mucha efusividad, pero el VAR no lo consideró. Poco después, ‘El Pistolero’ iba a desenfundar la pistola anotando un golazo. Forés recibía un balón en la medialuna y, tras unos trompicones con los jugadores del Valladolid, lo mandaba a guardar a la esquina inferior. Gran gol para abrir la lata.
Se calmó el partido hasta el minuto 40 cuando Raúl Moro y Sala, a bocajarro, estrellaba el cuero en el pecho de Iker Álvarez. La más clara para el Real Valladolid que se crecía por momentos. Poco después, el Villarreal ‘B’ ejecutaba el ‘acción-reacción’ con un disparo seco de Ontiveros que enviaba a córner Masip. Antes del descanso, Lanchi sufrió una aparatosa caída que quedó solamente en un susto y, poco después, Moro iba a encontrarse un balón en la frontal con el que no iba a conectar del todo bien. Resistió bien el equipo de Miguel Álvarez hasta el descanso.
Tras la reanudación, la intensidad no decayó y ambos empezaron a contragolpear. El Valladolid cargaba mucho las bandas y Boyomo tuvo el 1-1 con un remate con el interior de la bota. La reacción del minisubmarino fue inmediata cuando Ontiveros le filtró una ‘golosina’ a Forés que la ‘picó’ en el mano a mano, pero el guardameta logró evitar el segundo tanto. Raúl Moro se estaba gustando haciendo estragos en la banda izquierda. Lanchi sufría y a Ontiveros le costaba llegar a las ayudas.
Kenedy empezó a hacer lo mismo en la banda de Tasende y el Valladolid se estaba viniendo arriba. Gelardo se colocó en la banda izquierda, pero el B no paraba de sufrir. Montiel tuvo el 1-1 con un disparo cruzado certero que repelió Iker Álvarez y, en la siguiente, Meseguer remató muy arriba un córner. Rodrigo y Requena entraron para dar ‘piernas frescas’ al cuadro local y entonces los blanquivioletas se acularon. Carlo probó fortuna con un disparo ajustado desde la frontal a poco más de 10 minutos para el final.
Los de Paulo Pezzolano se fueron ‘de perdidos al río’ con todo arriba. En una de esas internadas, San Iker Álvarez hizo acto de presencia y salvó un gol cantado en la línea. Se sostenía el filial en una finísima línea. Ferrari y Espigares fueron las últimas balas que quemó Miguel Álvarez con el claro propósito de guardar el 1-0. Los 4 minutos de descuento parecían no acabarse nunca porque el Valladolid había embotellado por completo al B. Una caída desafortunada de Tasende bajó la temperatura caliente del encuentro y ayudó a mantener las cabezas frías. Lo intentó de todas las formas posibles el Valladolid, pero el Villarreal venció para sacar la cabeza de bajo el agua. 3 puntos de oro para tomar oxígeno.