La futbolista alicantina Fiamma Benítez (Denia, 2004), con raíces argentinas y con una marcada tradición futbolera, se ha convertido en la creadora del juego del Valencia y su gran estado de forma no ha pasado desapercibido para la seleccionadora Montse Tomé quien, sin ella esperarlo, convocó a la centrocampista para la Liga de Naciones.
“Me enteré a través de mi representante, estaba durmiendo. Cuando me llamó y me dijo ‘enhorabuena’, le pregunté por qué y me dijo que estaba convocada y estoy súper contenta por la oportunidad de Montse. Pienso aprovecharla al máximo. Tenía mi mente en la sub23 porque habían pasado varias convocatorias”, recordó en una entrevista con la Agencia EFE.
Fiamma, de 19 años, es la definición de polivalencia: puede actuar como interior, media punta, banda e incluso en la delantera. La creatividad es otra de sus grandes virtudes. Es una futbolista a la que no le quema el balón en los momentos importantes -ya sean buenos o malos-, creativa en la parte ofensiva y en la búsqueda constante del último pase, pero también sacrificada.
La joven futbolista, que se quedó a un paso de disputar el Mundial de Australia y Nueva Zelanda, ha recibido así la llamada de Tomé en esta nueva etapa de la selección, a quien conoce desde que fuera su entrenadora en la sub17, para los últimos dos partidos de la fase de grupos de la Liga de Naciones contra Italia y Suecia.
“Cuando colgué con mi representante, vi que tenía mensajes, pero lo primero que hice fue llamar a mis padres y luego pasé la convocatoria a mi familia. A todos nos pilló de sorpresa y estamos muy contentos”, señaló.
Y es que en la vida de la valencianista el balón siempre ha ocupado un lugar privilegiado. De padres argentinos, su padre de River y su madre de Boca, en casa de Fiamma siempre se ha vivido el fútbol de una manera pasional. “Desde pequeña siempre ha sido todo fútbol. Mi hermano mayor también lo vive mucho”, agregó la centrocampista, que eligió La Roja y no la Albiceleste.
La internacional española, con un grandísimo palmarés en categorías inferiores en el que figuran dos campeonatos de Europa sub19 (2022 y 2023) y un Campeonato del Mundo sub20 (2022), comenzó a los seis años en el equipo de fútbol sala de su colegio, Pou de la Muntanya, y después recaló en la escuela de fútbol de Denia, donde jugó durante ocho temporadas con chicos.
En el verano de 2018, Fiamma llegó al Levante, un fichaje que suponía un sacrificio para toda su familia, pues tendría que viajar hasta Valencia hasta tres veces por semana: dos para entrenar y una para jugar. “Mi padre siempre ha sido muy claro conmigo, me decía que si yo me lo tomaba en serio, ellos también lo harían. Me decían ‘aprieta que puedes’ y con el apoyo de mis padres he ido creciendo”, apuntó.
María Pry fue quien apostó por ella en 2020, llamándola para hacer la pretemporada. Rápidamente pasó a la dinámica del primer equipo y en la primera jornada fue convocada y debutó. Ahí fue cuando pensó que podía llegar a la élite. En 2022 fichó por el Valencia, donde “desde que llegué ha sido todo muy rápido, me he asentado en el equipo y recibí la llamada de la absoluta”.
Ahora, Fiamma sueña con asentarse en la selección. “Soy consciente de que soy muy joven, voy a ir paso a paso porque quiero mantenerme, no solamente llegar, y solo hay una manera de asentarse que es paso a paso, aprendiendo a mis compañeras y, obviamente, con mi equipo, el Valencia, detrás”, dijo.
Con referentes como Leo Messi, Marta Vieira da Silva y Alex Morgan, ahora es su turno para ser el ejemplo de todas las niñas que quieren ser futbolistas.
“Soy consciente de la gente que hay en mi posición en la selección, sé que es muy difícil disputar minutos, pero le pido a esta convocatoria crecer, aprender y quedarme contenta con mi trabajo individual”, finalizó la futbolista con la madurez que destacan todos aquellos que la conocen.
Texto: Paula Lerín / Agencia EFE