El COTIF supera las diez ediciones de un torneo femenino que ha reunido a 29 equipos y selecciones de distintos países, continentes diversos y jugadoras muy plurales, desde Japón a Guatemala pasando por Marruecos, Bolivia o Mauritania. Las jugadoras españolas han copado un gran porcentaje de protagonismo en el torneo. Sin embargo, las selecciones nacionales y las jugadoras de fuera de nuestras fronteras que han llegado integradas en distintos combinados han permitido apreciar los trazos de la variopinta cultura futbolística mundial, que pone los ojos en los grandes campeonatos en los que éstas dibujan su fútbol y defienden los colores de aquella camiseta que visten.
Durante estos días y hasta el próximo 20 de agosto, muy lejos de l’Alcúdia, en Australia y Nueva Zelanda, se está celebrando el mayor evento futbolístico que se puede vivir a nivel de selecciones, la Copa Mundial Femenina, un torneo que reúne a los 32 mejores equipos nacionales del planeta, de los cuales se desprende mucho talento que ha pisado Els Arcs en esta última década.
La selección española está posicionada como una de las favoritas para llegar lo más lejos posible en el Mundial y de ello el Cotif no tiene dudas tras haber sido testigo del paso de hasta ocho jugadoras que componen esa lista de 23, es decir, más de un 30% de las elegidas han pisado Els Arcs demostrando por qué hoy en día forman parte de esta privilegiada convocatoria. Uno de los principales fuertes de España es su defensa y buena prueba de ello son las cifras con las que cerró el conjunto español su clasificación para este gran campeonato: Pleno de victorias (24 puntos), con 53 goles a favor y ni un gol en contra.
En el Mundial, por el momento, esa cifra se mantiene, cero goles recibidos, y dos de las principales responsables de este gran rendimiento defensivo son sus centrales que tienen pasado en el torneo. La defensa de Aielo de Malferit, Ivana Andrés, titular indiscutible en los primeros encuentros, ha disputado el torneo en cinco ocasiones portando el brazalete de capitana del Valencia, siendo subcampeona hasta en cuatro ediciones. A su lado, Irene Paredes, un muro defensivo con total dominio del juego aéreo, solamente ha disputado una edición -la de 2015-, pero su paso fue fulgurante: Se alzó con el trofeo con el Athletic Club y, además, se llevó el MVP como mejor jugadora del torneo, una de las pocas defensas que lo tiene en su haber.
En la zona media, la calidad y el talento hablan por sí solos. Irene Guerrero, esa jugadora que en 2016 recién subida de Segunda División a Primera, se llevó el Cotif con el Betis, y, además, lo hizo con el MVP bajo el brazo, disputa su primera Copa del Mundo, ya consolidada en la élite, tras haber experimentado un crecimiento fuera de duda. Además, es capitana. Jenni Hermoso, una protagonista de leyenda en este Mundial, es otra vencedora del torneo y, aunque suele actuar con más presencia en ataque, en Australia y Nueva Zelanda está teniendo diferentes roles en zona media. El Barcelona disputó el Cotif en 2014 y ella anotó el gol del triunfo en la final contra el Valencia. En el torneo que disputa actualmente ha llegado a la cifra de 100 partidos como internacional alcanzado los 50 goles -la única que lo ha conseguido en el combinado femenino y solo superada por Villa en el masculino- de los cuales 5 han sido en fases finales, la más realizadora de la historia en estos escenarios.
Alexia Putellas, doble balón de oro, también levantó aquel Cotif de 2014 y, tras ello, su carrera solo ha mirado hacia el éxito acumulando trofeos colectivos e individuales: 7 Ligas, 2 Champions, The Best (x2), World Soccer, Equipo Ideal de la UEFA (x3)… Partiendo desde la zona interior izquierda, su rapidez en toma de decisiones, la gran visión de juego y la facilidad con la que avanza rompiendo líneas, la convierten en alguien difícil de frenar, la mejor del mundo. Esta línea de juego la completa, seguramente, una de las jugadoras con mejor pie zurdo que ha dado esta nación, Claudia Zornoza. Ha pasado por el torneo con el Valencia aunque en 2018 levantó el centro alcudiano vistiendo los colores del Levante. Sus precisos cambios de orientación y su potente chut la convierten en una pieza importante en la sala de máquinas con grandes recursos en el balón parado.
Por último, en ataque, La Roja cuenta con dos killers que suelen decidir en dirección a la red. Mariona Caldentey, otra de las vencedoras en 2014 con el Barcelona, tiene una polivalencia envidiable y puede aparecer en cualquiera de los tres flancos de ataque. Por si fuese poco, cada año lo completa con cifras de goles muy importantes. Por último, otra jugadora a la que nunca se le olvida marcar es Alba Redondo. La manchega ha disputado el Cotif en dos ocasiones vistiendo la casaca del Fundación Albacete e integró el once ideal de la edición de 2018. Está en el mejor momento de su carrera, anotó un doblete frente a Zambia y no tiene techo.
Texto: Raül Barberà / Fotos: COTIF