Los futbolistas currantes y perseverantes acaban recibiendo su premio de una manera u otra. Eso le pasó ayer a Diego Castaño que, con 18 años, volvió a conseguir un gran logro. No le hicieron falta más que 18 minutos para lograr su primer gol en Tercera RFEF con el CD Roda tras una jugada espectacular por banda derecho y un centro certero e inapelable al fondo de la red. Su primer tanto en la categoría con el primer equipo gualdinegro no podía ser algo fácil de olvidar. Y es que, a pesar de la derrota del CD Roda frente al CF Gandía, la exhibición de Diego fue escandalosa.
Además de lograr anotar el tanto del empate, dio la asistencia a Luismi en el 2-2 evidenciando que es un futbolista que vive por y para el conjunto. Le ganó la posición a un jugador del Gandía, vio la llegada de Luismi y, con un pase medido hacia la medialuna del área, asistió a su compañero. Su estreno oficial en Tercera RFEF llega después de haber disputado 14 partidos (incluido este) entre la temporada 21/22 y la vigente. Con ficha del Juvenil B todavía, Diego ha estado en dinámica todo el año con el primer equipo gualdinegro en el que ha crecido exponencialmente en todos los aspectos. Este curso no ha tocado la División de Honor porque era una categoría que iba a ralentizar su progreso. Lo idóneo, viendo su potencial, era que pasara directamente al fútbol amateur abriendo la lata de Tercera RFEF.
“Los vientos y las olas están siempre del lado de los navegadores más capaces.” Esta frase ejemplifica lo que es Diego Castaño Solé que siempre ha peleado por grandes metas. Con la mochila llena de piedras y una tormenta colosal, el joven de 18 años jugará el Play Off de ascenso a Segunda RFEF con el Roda por primera vez en su carrera. Todo lo que ha logrado Diego en apenas 1 año es digno de estudio y reconocimiento. «Lo bueno si es breve, dos veces bueno» decía Baltasar Gracián y en el caso de Diego es más de dos veces porque las cosas buenas no paran de llegar para un chico que siempre ha tenido los pies en el suelo.
Nadie dijo que esto iba a ser fácil, pero tanto él como sus más allegados han peleado muchísimo por llegar al lugar en el que se encuentra a día de hoy. Pero Diego no se quiere detener aquí. La ambición y las ganas de seguir creciendo son un valor intrínseco en su persona: «ni un paso atrás«. Su momento ha llegado y está dispuesto y preparado para aprovecharlo.
Foto y texto: CD Roda/ Xavi Jorquera