Joan Ruiz: arriesgarse y que salga bien

Muchas veces toca volar del nido. Ese instante donde piensas que, por mucho que duela, la decisión correcta es salir de la zona de confort y volar. Dejar atrás el entorno cercano (familia, amigos, pareja, etc) por construir un futuro de provecho. Y esa realidad es muy amarga en las primeras etapas. Salir de casa con una mochila llena de sueños, pero también con muchísimos miedos, no es fácil. Es como el gladiador que entraba al coliseo para enfrentarse a leones hambrientos. No tenía ayuda, solo una espada y un casco para domar a las fieras y, con solo eso, podía con ellas. Y este símil no es en vano porque muchos chicos, que sueñan con llegar al fútbol de élite, deben renunciar a gran parte de lo que tenían para aspirar (o al menos intentarlo) a algo más.

Y esto le ocurrió a Joan Ruiz que dejó el Villarreal CF el pasado verano para emprender una nueva aventura en Italia de la mano del Torino. Muchos pensaron que se equivocaba al marcharse de una cantera tan potente como la del Villarreal para ir al Calcio. Y es que, en un primer momento, sí que parecía que podía ser un paso hacia atrás en cuanto a nivel competitivo. Sin embargo, ese ‘retroceso’ ha supuesto para él ponerse unos zancos con el que ha subido 2-3 escalones y crecer a todos los niveles.

Cogió el toro por los cuernos sin miedo

Hace unos días leía a una buena amiga lo siguiente: «quizá el miedo sea el único medio para avanzar, esos nervios de cuando algo te gusta y te asusta a partes iguales. Ese objetivo que te dice: persígueme. Hablo de los objetivos, de las ideas, de las corazonadas, de la intuición». Y no le falta razón. Joan ejemplifica eso: ir en busca de nuevos retos, aunque haya que pagar un peaje muy caro. El burrianense lo dejó todo en junio de 2022 sabiendo que algún día volvería. A pesar de que el Villarreal CF le hizo varias ofertas de renovación, Joan quería romper su propio techo de cristal y crecer. No parar de evolucionar.

Sabía que tenía la opción de estar cómodo en España, cerca de sus seres queridos, pero consideró que lo mejor para su futuro era salir de la península con la incertidumbre de si las cosas saldrían bien o mal. Nadie le aseguraba nada y el riesgo iba a estar presente, pero él hizo su equipaje y se despidió de su familia y amigos antes de marchar. Atrás quedaban esos momentos en el CD Burriana (su pueblo) jugando con sus amigos de la infancia y su etapa en el Villarreal CF que duró desde 2018 hasta 2022. 4 años en la Ciudad Deportiva José Manuel Llaneza de mucho aprendizaje, sacrificio y momentos durísimos para él. Sobre todo, la última temporada: un auténtico calvario.

Su apoyo incondicional

Su entorno le apoyó en todo momento y no le hizo dudar en ningún momento sabiendo que la decisión que iba a tomar era exclusivamente de él. Lo que para muchos suponía una locura ha terminado convirtiéndose en una decisión correcta e inteligente. En Turín (a pesar de estar muy lejos de casa) ha encontrado un ambiente familiar y agradable donde puede seguir disfrutando de lo que más le gusta. En el Campeonato Primavera, está compitiendo de maravilla y está más que asentado en el fútbol italiano. No es casualidad que est´e en dinámica con el primer equipo y cogiendo galones cada vez más importantes dentro del equipo turinés.

Muchos de sus sueños se han convertido en realidades, pero no quiere frenar aquí su aventura. Joan mira retrospectivamente y ve a aquel niño que jugaba en los parques de Burriana con sus amigos soñando (como muchos otros) con un futuro en un campo de fútbol. Esos recuerdos no se disiparán nunca porque, por suerte, sabe de dónde viene y a dónde va. El destino le tiene algo guardado. Seguro.

Un crecimiento sobre unas raíces seguras

Joan demostró ser un joven centrado y con las ideas claras. La mente fija en un objetivo bien definido, y siempre dispuesto a dar el máximo para conseguirlo. Sin duda, pudo demostrar con creces esta gran virtud al final de su etapa en el Villarreal CF; momento en que la resiliencia se convirtió en su bandera para ir contra cualquier obstáculo. Todos sabemos que el mundo del fútbol está repleto de competencia y de períodos de mucha incertidumbre, siendo este caso un gran ejemplo. Ante todas las dificultades, Joan siguió trabajando con el equipo hasta el final y preparándose para nuevos retos con más fuerza que nunca, y es aquí donde el burrianense dio una gran lección de evolución personal.

Una evolución y proceso de crecimiento en los que fue acompañado por su entorno más cercano, que se muestra orgulloso y feliz por él. Joan, aparte de ser el esfuerzo personificado, destaca por tener un carisma cálido en sus amistades y relaciones, siempre dispuestas a ofrecer el mejor consejo a aquel niño que han visto crecer. Porque si hay algo que define aún más al joven futbolista, es la firmeza de sus raíces, a las que siempre ha defendido y le ayudan a recordar quien es en cada paso que da. Por lejos que vuele, Joan, tiene muy claro dónde está su hogar, y afortunadamente, en su hogar siempre le esperan con los brazos abiertos. Un acercamiento más personal a su persona que nos ayuda a entender su devoción y cariño por este deporte, pues son valores y actitudes que muestra tanto fuera como dentro del campo, y seguro le serán recompensadas.

Fotos y texto: Joan Ruiz Instagram/ Xavi Jorquera

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Área Villarreal CF. Periodista deportivo. Cubriendo al fútbol base, al bonito, al de verdad. Me leeréis por aquí con todo lo relacionado con la cantera del Villarreal desde el filial hasta los juveniles y más.

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