A falta de 7 jornadas para acabar la temporada 22-23, de entre toda la Primera Regional Valenciana llama poderosamente la atención la trayectoria deportiva de un equipo que está ofreciendo un alto rendimiento a pesar de contar con escasos recursos económicos: el C.F. Mare Nostrum Acero, de la localidad valenciana de El Puerto de Sagunto.
Tras 23 jornadas disputadas, el equipo porteño lidera el Grupo 2 de la Primera Regional Valenciana a 13 puntos del segundo y con 20 puntos de distancia del tercer equipo que cierra la posición de ascenso. El Mare, apelativo con el que le nombran sus integrantes, permanece invicto con 21 victorias y dos empates, con 67 goles a favor y solo 12 en contra en 23 partidos. El último triunfo tuvo lugar este fin de semana ante el Atlético Gilet (0-4).
De los 8 grupos que integran toda la Primera Regional de la Comunidad Valenciana únicamente el Benigànim del Grupo 6 mantiene este ritmo competitivo con los mismos 65 puntos, 2 empates y 21 victorias y con los mismos 12 goles en contra pero con 8 goles menos a favor.
Una corta vida llena de ascensos
El C.F. Mare Nostrum es un club de formación que, desde sus inicios, ha estado centrado en las categorías inferiores de fútbol-8 y en el fútbol femenino, pero no contaba con equipos en la categoría amateur.
Fue en la temporada 2019-2020 cuando se creó iniciando su periplo desde la Segunda Regional. En su primer año ascienden a la Primera Regional, que disputan en la 20-21 y acaban de nuevo con un ascenso a la Regional Preferente.
En la exigente Preferente, llena de jugadores veteranos, pagan la novatada con una plantilla repleta de jugadores juveniles o de primer y segundo año en el fútbol amateur, y acaban descendiendo a la Primera Regional. Y en esas estamos, marzo de 2023 y avanzando sin pausa hacia la victoria del campeonato con los mejores registros de toda la Primera Regional y a puertas de volver a ascender a la que será una nueva categoría creada: la Primera Federación Valenciana. Van camino de tres ascensos en cuatro años de vida.
Familia futbolística
Semejante trayectoria adquiere mayor relevancia en el momento en que te adentras en la realidad de este equipo local de El Puerto de Sagunto, que desde la temporada 21-22 pasada, ejerce como filial del histórico C.D. Acero, de ahí su nombre: Mare Nostrum Acero.
Esta condición de filial del primer equipo de la Tercera Federación, le permite disponer de unas excelentes infraestructuras deportivas, disputando los partidos y sus sesiones de preparación en el centenario estadio El Fornás.
Pero, más allá de las instalaciones y de contribuir con sus jugadores a las necesidades que el primer equipo demande, estamos hablando de uno de los grupos más humildes al no disponer de importantes recursos económicos privados ni públicos. Se nutren de pequeñas (y no por ello menos valiosas) contribuciones de comercios y alguna pyme de la localidad.
Se observan dos aspectos claves que resultan cruciales en el rendimiento del día a día y en cada jornada disputada: su pasión por este deporte y el compromiso con el cuerpo técnico que lidera este proyecto deportivo. Para quienes se acercan y conocen de buena mano este grupo humano, descubren que más que un equipo de fútbol son casi una gran familia futbolística.
Sus entrenadores desarrollan un desempeño y meticulosidad en la preparación y el cuidado de los jugadores propios de un nivel profesional. Aúnan formación de titulación superior en disciplinas deportivas con la estrecha colaboración de ex futbolistas de la élite territorial, además de ayudantes que con su predisposición y persistencia hacen crecer al grupo en todo momento. La vocación, la cultura del esfuerzo y una búsqueda de la excelencia y la auto exigencia le están llevando a completar un año muy fructífero en resultados.
Este grupo humano no lo ha tenido fácil. Vienen de superar un año realmente duro, donde tras jugar su primera campaña en la categoría Preferente, descendieron a la Primera Regional. Un episodio extraordinario y doloroso ha marcado a este grupo humano. Durante el transcurrir de la liga pasada, en noviembre hizo un año, vivieron la pérdida del jugador Iván Górriz en un accidente de tráfico, cuando regresaba de una sesión de entrenamiento con el Mare en El Fornás. Un futbolista de 19 años ejemplar y muy querido en el vestuario que, según sus compañeros, “nunca dejará de acompañarnos en cada uno de nuestros partidos”.
Cuando sigues las sesiones preparatorias durante la semana y el ambiente en los partidos, a nadie se le puede ocurrir pensar que ninguno de los protagonistas cobra un euro por este despliegue de profesionalidad, solo al alcance de quienes aman profundamente lo que hacen. Los jugadores se sienten muy exigidos a la vez que acompañados por su cuerpo técnico.
Solo desde la máxima exigencia se entiende que no hayan bajado el pie del acelerador en estas 23 jornadas disputadas hasta la fecha. Junto a una base de jugadores locales, hay futbolistas que, procediendo de culturas tan alejadas como la hindú, la colombiana y la estadounidense, se han integrado en el grupo con una naturalidad aplastante. La ayuda, comprensión, solidaridad y cercanía de los jugadores con todos los integrantes del colectivo, acerca a este equipo a ser más bien una familia futbolística.
Entre todos están tirando abajo la leyenda de que sin presupuesto alto y sin sueldos no se puede liderar ascensos con números de gran campeón. La familia Mare Nostrum Acero lo está consiguiendo. Y mientras, sus espectadores se dedican a disfrutar del rumbo de esta nueva aventura romántica de nuestro admirado fútbol territorial.
Fotos: CD Mare Nostrum Acero
Un comentario en “CF Mare Nostrum Acero: claves para gobernar la Primer Regional… ¡con presupuesto (casi) cero!”