La edición 2022 del COTIF ya es historia y ha sido una muy especial. L’Alcúdia ha vuelto a ser un hervidero y miles de personas han pasado por Els Arcs para disfrutar de un torneo de grandes cifras: alrededor de 300 partidos de fútbol en 12 días marcan la diferencia con cualquier otra cita deportiva. Un reencuentro con la esencia y las raíces que le hicieron posicionarse como un acontecimiento de referencia a nivel internacional.
Tras una edición marcada por las restricciones, y por tanto muy limitada en lo que a equipos participantes y público se refiere, y un año en blanco por su cancelación, este verano se ha dado un paso adelante en la recuperación de sus señas de identidad. Que no son otras que fútbol de calidad y ambiente familiar.
El torneo se encuentra en un proceso de transición y camina ya hacia su cuadragésimo aniversario, una fecha grabada a fuego en el comité organizador del torneo y que, sin duda, deparará muchas sorpresas. Lo más importante es que durante la última semana y media, el torneo ha reunido a un millar de jugadores repartidos entre 70 equipos de todas las categorías y a miles de asistentes diarios. Unas cifras envidiables.
En el aspecto puramente deportivo, el COTIF es el primer trofeo que suma Javier Mascherano a su palmarés como entrenador. La Selección Argentina sub-20 se despidió el domingo del campeonato alcudiano con una goleada (0-4) ante Uruguay. El broche de oro a una participación casi perfecta, en la que su peor resultado fue un empate a cero ante el rocoso Rukh ucraniano.
En la categoría femenina, el Villarreal se impuso por la mínima (1-2) a la Selección de Argentina gracias a un doblete de Sheila Guijarro. Las de la Plana evitaron, de ese modo, lo que podría haber sido una noche redonda para la albiceleste, que aspiraba a completar un doblete que hasta ahora solo ha conquistado el Atlético de Madrid (2017). Por su parte, Valencia CF (alevín), World Soccer Academy (benjamín) y Academy 380 (prebenjamín) fueron los vencedores del Promeses, un torneo en plena expansión y que crece a pasos agigantados.
Ahora, el Cotif pone su vista en el próximo verano. La pandemia le ha permitido reencontrarse con un ambiente familiar y festivo que en los dos últimos años se había echado de menos. Solo se puede esperar lo mejor.
Texto y Foto: COTIF