Confianza en deporte base… ¿o no?

“Vamos que seguro que ganamos”, “las cosas saldrán bien”, “si te lo crees, seguro que lo consigues”… son mensajes que, aparentemente hacen que la persona que los recibe confíe en sí misma, y eso, “tal vez”, parece que hace que realmente logre aquello que se propone. O al menos da esa sensación.

 Y de hecho cuando una persona se siente con confianza parece que tiene como más energía y como que le salen mejor las cosas cuando está haciendo algo.

Ocurre a veces que las personas que están alrededor de los deportistas, entendiendo que una persona con una fuerte confianza funciona mejor, mandan mensajes como los señalados para “¿fortalecer la autoconfianza?”.

La autoconfianza (confianza en uno mismo), es la percepción realista de que se tiene recursos para lograr aquellos objetivos que se proponen. Es decir, es una convicción, basada en lo que realmente puede hacer, en las propias condiciones a las que se va a enfrentar y en los objetivos que se plantean.

Por ejemplo, si un equipo tiene que jugar contra otro rival, podrá desarrollar su autoconfianza para ese partido en concreto siendo consciente de sus capacidades (virtudes y defectos) suyas y también de los rivales, y a partir de ahí tener un plan de partido (colectivo) y unos objetivos individuales que se traducen en “cosas” que se pueden hacer dentro del campo… y con todo eso aparece esa sensación de que eso es lo que mejor pueden hacer para enfrentarse a esa situación con éxito, aceptando lo que puede pasar, sin resignarse y “dándolo todo” en función de ese análisis y esa creencia.

No es pensar que se puede, o que se es el mejor por que sí. La autoconfianza se va construyendo a través de un proceso que tiene que ver con el buen planteamiento de objetivos, expectativas, conocimiento de la realidad y el ser consciente de las soluciones que se pueden aplicar “de verdad” ante una situación. O en que el o la deportista se vaya conociendo mejor a si mismo/a, sus capacidades, con objetivos de mejora, mensajes realistas e ilusionantes… Y, cuando es fuerte, el rendimiento es alto.

Ocurre a veces que se fomenta lo que se llama la “falsa autoconfianza”, es decir esa sensación de que se puede, pero que realmente no está basada en la realidad, con mensajes realmente vacíos y que pretenden hacer creer al que lo dice que es capaz, aunque en realidad no se siente así.

Pasa además, que el deporte deja a cada uno en su sitio. Cuando juegas ocho contra ocho, once contra once… tendrá más opciones de ganar el que mejor haga las cosas en función de sus posibilidades, y eso pasa por hacer lo que es mejor en cada momento, en actuar en base a una fuerte autoconfianza; en hacer lo que mejor puedes hacer con ilusión y determinación.

En este sentido, una “falsa autoconfianza” es como un “subidón” que te hace creer que puedes con todo (aunque no te centres en hacer lo mejor que puedes hacer por “estar pensando en otra cosa”), pero cuando la realidad te deja en tu sitio…

Es importante que las personas que están alrededor de los/as deportistas de base ayuden a que estos/as jóvenes tengan “los pies en el suelo”, haciendo lo mejor que pueden hacer aprendiendo de lo que ocurre y dando su máximo. Es decir, es muy conveniente que les ayuden a que sean realistas, sustituyendo esos mensajes más generales del tipo “seguro que puedes”, por otros similares a “haz lo que tú creas que es mejor buscando soluciones en función de lo que sabes hacer”.

Como todo, es necesario que esta importante variable psicológica, la autoconfianza, que ayuda mucho a que cada deportista dé el máximo de sus posibilidades aún en los momentos más complicados, se trabaje adecuadamente para que esos/as deportistas actúen con confianza de manera automática y forme parte de ellos cuando compitan, pero también para que incorporen esta manera de actuar en su día a día. Al final, se trata de ofrecerles las mejores condiciones para que den su mejor versión y evolucionen constantemente.

David Peris Delcampo
@dperisd
Psicólogo Experto en Psicología del Deporte
Entrenador Nacional de Fútbol y también de Fútbol Sala
Profesor de la Universitat de València
Presidente de la Associació de Psicologia de l’Esport de la Comunitat Valenciana (APECVA)
Vicepresidente de la Federación Española de Psicología del Deporte

Autor / 49 publicaciones

Psicólogo experto en Psicología del Deporte apasionado por el mundo del fútbol y el fomento de un deporte de calidad. Tengo el título de Entrenador Nacional de Fútbol y también el de Fútbol Sala y, desde hace más de 25 años, trabajo ayudando a deportistas, entrenadores, dirigentes, padres y madres… a que gestionen los aspectos psicológicos del deporte de la mejor manera. Soy el presidente de la Associació de Psicologia de l’Esport de la Comunitat Valenciana y Presidente de la Federación Española de Psicología del Deporte.

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