Cayó derrotado el Villarreal en los Octavos de Final de la Copa del Rey Juvenil frente al Real Madrid en un partido muy emocionante de principio a fin. Esto no es una crónica, pero haremos un pequeño resumen del duelo. El equipo amarillo dominó la pelota casi todo el partido, pero el Madrid salía con mucho peligro cada vez que contragolpeaba. Salazar, Nico Paz, Víctor Muñoz y Bruno Iglesias en modo ‘superstar’, amenazaban al Villarreal transitando. No fueron muchas veces. Tres ocasiones para cada uno en la primera parte.
Las oportunidades del Madrid (además de los goles) no intimidaron mucho a Adrián Pereda, pero siempre había que estar alerta. Partido equilibrado. A partir del minuto 25, el Madrid asumió el control del duelo, aunque no sometió por completo al Villarreal. Con dos goles arriba, la cuesta se ponía prácticamente en vertical.
Ya en la segunda parte, el Villarreal asumió más riesgos y logró ponerle picante al partido con el 1-2. Sin embargo, no fue suficiente y el equipo castellonense quedó eliminado en octavos de la Copa del Rey. La pregunta es: ¿y ahora qué?
La realidad es que el Juvenil A casi ha «terminado» la temporada en el mes de marzo. En liga, a 19 puntos del Valencia, máximo favorito para ganar el campeonato, y en Copa y Youth League, eliminados en las primeras rondas. No es una crítica ni mucho menos, porque el equipo se desfonda en el campo y Tasevski utiliza de la mejor manera posible los recursos que tiene. El equipo tiene jugadores muy talentosos, pero le falta ‘algo’. Quizá a nivel grupal.
Con partidos mejores y peores, el equipo lo da todo en el campo, pero muchas veces no es suficiente. Ante el AZ, en la Youth, el Villarreal hizo un partido flojito. Debía haber ganado (aunque suene ventajista decirlo ahora). El equipo holandés era muy inferior al Villarreal, pero el conjunto de Pere no estuvo a la altura en un partido más que asequible.
Ahora queda terminar la temporada de la mejor forma posible. Intentar cazar al Levante y Atlético Madrileño por esa segunda plaza. Es extraño decirlo, pero el equipo ya no tiene muchos objetivos en el mes de marzo. En junio evaluaremos.
No todo es malo. Igor ha potenciado a jugadores que empezaron la temporada en un segundo plano. Carlos Segura y su reconversión a lateral derecho. Al igual que Robert Carril como pivote. Ángel Mateo, Hinojosa, Clavijo, Joan Torrents, Bachuri, Mario Linares e Iván Pomba han mejorado su rendimiento con el técnico serbio.
Todos curran y se implican en lo defensivo. A pesar de que los resultados no hayan sido los esperados, Tasevski siempre apuesta por el fútbol atractivo y ofensivo. Ya se vio en la primera jornada cuando jugó sólo con un centrocampista natural. El resto eran mediapuntas y delanteros centros. Eso gusta en Miralcamp.
Ha puesto, sin dudarlo, a jugar a los futbolistas que más lo merecen por rendimiento. Los XI han sido parecidos, pero nunca han jugado los mismos jugadores. La variedad y rotaciones han hecho que todos estén enchufados. Dando siempre oportunidades a todos y, si hay algún contratiempo en forma de lesión, subiendo a chicos del Juvenil B, como es el caso de Pablo Navarro. Igor es un entrenador espectacular. Cuida de maravilla a los chicos y su propuesta es fantástica.
Es una auténtica pena que solo vayamos a ver al Juvenil ‘A’ los fines de semana. En la Youth League y en la Copa del Rey había depositada mucha confianza. Esperemos que pronto volvamos a verlos competir entre semana.
Fotos y texto: Cantera Grogueta, El Periódico Mediterráneo/ Xavi Jorquera