El deporte de base tiene sus protagonistas principales, que son los y las deportistas que se divierten, aprenden y adquieren buenos valores que les hacen ser mejores personas a la vez que deportistas (o debería ser así).
Y después estamos los demás. Aquellos que acompañamos de alguna u otra manera en todo este proceso, y que disfrutamos de todo lo que esto significa. Técnicos deportivos de todos los niveles, coordinadores, preparadores físicos, psicólogos, dirigentes, madres, padres, otros familiares, los clubes en sí mismo… todos estamos ahí con una mayor o menor influencia en los más jóvenes que practican su deporte favorito. Y claro, también los árbitros.
¿Alguien se imagina un encuentro deportivo sin árbitros?Los árbitros, esos hombres y mujeres, y a veces aún niñas y niños que tienen que impartir justicia aplicando el reglamento son una parte esencial para que el juego se desarrolle. Pero no sólo para eso. Tienen además un importante papel en el desarrollo de valores a través del deporte de base. El cómo se dirigen a los deportistas, las explicaciones que ofrecen (o no), cómo actúan en diferentes situaciones del juego o las interacciones que tienen con técnicos, padres y madres…
Ciertamente, el papel de los árbitros es mucho más importante que el mero hecho (que ya es de por sí suficientemente importante) de aplicar al reglamento para que todo se desarrolle con normalidad. Papel complicado y relevante por todo lo que conlleva, y a su vez apasionante por la gran incidencia que tienen sobre múltiples deportistas a los que imparten justicia cada fin de semana.
Como todo, el deporte evoluciona y el de base también. Y esa evolución debería tener presente a los árbitros que tienen un enorme papel educativo, y que deben hacerlo bien, como los otros agentes que participan en el deporte de base.
En este sentido, los árbitros deberían cada vez más tener recursos y habilidades que tienen que ver con, por ejemplo:
- Cómo dirigirse a los deportistas, sabiendo además que las “pulsaciones están a tope”. Es adecuado, por ejemplo, tener mensajes claros, adaptados a los deportistas centrados en explicaciones relativas al juego y a su competencia.
- Qué tipo de conversaciones tener con entrenadores y demás miembros del cuerpo técnico.
- Y con los familiares de los deportistas: ¿es adecuado mantener cierto contacto con ellos o mejor no decir nada y centrarse en lo suyo…?
- Los mensajes que transmiten a cada deportista en función de la edad, en relación a lo que pasa en el terreno de juego, a la edad de cada deportista…
- Qué valores transmitir y de qué manera, ya sea desde el planteamiento propio de la competición (por ejemplo, desde que se entregan las fichas de los equipos) hasta cuando acaba el partido y durante el transcurso del mismo.
- Qué hacer ante circunstancias especiales u ocasionales, como por ejemplo ante una situación de lesión grave, cuando un equipo llega con un jugador menos o ante cualquier otra situación extraña…
- Cómo autorregularse para “mantener el tipo” ante todo lo que ocurre…
Es decir, los árbitros tienen una gran responsabilidad tanto para hacer cumplir el reglamento para que todo funcione correctamente (y sea sano para, sin violencia y libre de lesiones), como sobre todo para fomentar ese deporte de calidad que forme a los y las deportistas tanto como personas con valores fuertes y adecuados, como para que sean mejores deportistas.
El deporte, también el de base, está evolucionando constantemente por lo que todos los agentes del deporte debemos tener cada vez más recursos para ofrecer esos, a esas jóvenes deportistas lo mejor, las mejores experiencias, desde todas las perspectivas posibles.
Y en todo ese proceso los y las árbitros tienen un papel fundamental. Ofrezcámoles la tranquilidad necesaria para poder trabajar dotándoles también los medios para poder realizar también su trabajo.
Como todo, todo se aprende, y, con buen criterio y trabajo, las cosas evolucionan a mejor. Tiempo al tiempo, con todos los que influimos en el deporte de base, también con los árbitros.
David PerisDelcampo
@dperisd
Psicólogo Experto en Psicología del Deporte
Entrenador Nacional de Fútbol y también de Fútbol Sala
Profesor de la Universitat de València
Presidente de la Associació de Psicologia de l’Esport de la Comunitat Valenciana (APECVA)
Vicepresidente de la Federación Española de Psicología del Deporte