Con el paso de los años, cada vez son más las jóvenes que deciden jugar a fútbol. Eso hace que haya muchas futbolistas y que cada vez más se queden por el camino debido al alto nivel que se exige. Hace falta suerte, perseverancia y esfuerzo para poder brillar en la élite. Es necesario saber superar los duros reveses que en toda carrera deportiva llegan. Alguien que ha sabido superar esos momentos difíciles es, sin lugar a dudas, Gema Soliveres.
La centrocampista, natural de Xàbia, pasó una vida como canterana del Valencia CF, llegando incluso a realizar alguna pretemporada con el primer equipo. Siempre ha reconocido su valencianismo y que su sueño hubiera sido debutar con el cuadro che en la máxima categoría de forma oficial, pero eso nunca pasó a pesar de haber rendido a buen nivel con el filial.
Hace aproximadamente dos años, Soliveres tuvo que tomar la que, probablemente, ha sido la decisión más complicada en su carrera deportiva. En el mercado de invierno de 2019, abandonó el Valencia para marcharse al Deportivo Alavés. En aquel momento podía parecer una decisión algo arriesgada, pero el tiempo ha acabado dando razones.
En la temporada 20/21, el cuadro vitoriano estuvo a un nivel sensacional, lo que le bastó para ascender a Primera Iberdrola con una Gema Soliveres sintiéndose protagonista en un proyecto ganador. Ese equipo que triunfó en Reto Iberdrola lo ha seguido haciendo durante la mitad del curso 21/22 en la máxima categoría del fútbol femenino español.
Para sorpresa de muchos, el Alavés está situado en la zona alta de la clasificación, con el principal objetivo -la permanencia- casi cumplido y demostrando que un recién ascendido también puede competir contra cualquier equipo.
El pasado fin de semana, Mendizorroza abrió sus puertas a su sección femenina para recibir a un histórico como el Levante. El partido salió a pedir de boca para las locales, que fueron capaces de sacar un punto gracias a la diana, precisamente, de Soliveres, que logró su primer gol en la máxima categoría.
Ese tanto de la jugadora de Xàbia fue el premio a muchos años de trabajo, lucha y sacrificio para llegar hasta lo más alto. Fue, sin duda alguna, la recompensa al riesgo que corrió tras cambiar de club y de ciudad cuando tan solo tenía 19 años. Ahora, Gema Soliveres sonríe, disfruta y destaca en la Primera Iberdrola.
Foto: LaLiga