El Levante recibía en el Ciutat de València al siete veces campeón de Europa. Llegaba el Olympique de Lyon. Un equipo temible al que nadie quería enfrentarse para jugarse el acceso a la fase de grupos. Pero el conjunto granota no mostró temor, sino más bien todo lo contrario. Con valentía consiguieron tener hasta las cuerdas a un cuadro francés que se llevó el partido gracias a dos zarpazos, pero que tuvo que sufrir hasta el final.
El primer susto del partido no tardó en llegar. Perdió el balón el cuadro francés en la salida y Alba Redondo cerca estuvo de poner el primer tanto del partido aunque su disparo salió bastante desviado. Imprimió un ritmo fuerte el cuadro levantinista, que, en lugar de esperar las acometidas del Lyon, ejerció una presión elevada complicando mucho las combinaciones entre las futbolistas del cuadro francés.
Con centros y llegadas por banda quería incomodar el equipo dirigido por Sonia Bompastor, pero las llegadas claras eran del Levante. Alba Redondo volvió a ganar en velocidad a su par y se plantó ante Endler, que paró con facilidad el disparo de la delantera granota. Media hora tardó el Lyon en generar peligro y lo hizo por medio de una jugada a balón parado. El remate de cabeza de Macario se paseó por delante de la portería defendida por María Valenzuela.
Alba Redondo era la elegida para lanzar las contras y estuvo cerca de generar peligro en los últimos minutos de la primera mitad con asociaciones con Carol Férez. El Lyon no podía generar peligro y un Levante brillante fue capaz de contener e incluso de asustar a uno de los colosos de Europa durante los primeros 45 minutos.
En el segundo acto el cuadro francés entró con una marcha más y en los primeros minutos avisaron con seriedad Macario y Morroni. A pesar de eso, no perdió fuelle el equipo de Villacampa y tuvo aproximaciones peligrosas. Una de Alharilla por línea de fondo con un centro que no encontró rematadora y, poco después, un disparo lejano de una incansable Alba Redondo que exigió algo más a Endler.
Pasaban los minutos y, lo mejor para el Levante es que ocurrían pocas cosas cerca de su portería. Ya cerca del último cuarto de hora de encuentro, Malard tuvo cerca el primer gol del partido, pero Mendoza estuvo muy hábil y sacó el balón limpiamente. A falta de diez minutos para el final llegó el jarro de agua fría en el Ciutat de València. Malard aprovechó un balón al espacio, sumado a la indecisión de la defensa del Levante para adelantar al Lyon.
Poco después parecía sentenciar Morroni con otra llegada por banda izquierda. Una defensa levantinista descolocada no pudo hacer frente al ataque del Olympique que se ponía 0-2. Sin tiempo para acomodarse con el resultado, el Levante mostró su resistencia. Una internada perfecta de Alharilla sembró el caos en la defensa francesa. La capitana cedió el balón a una recién ingresada Crivelari, que solo tuvo que empujarlo hacia la red.
En los últimos minutos las levantinistas buscaron la épica, pero el Lyon se mostró sólido. Ni la expulsión por doble amarilla de Bucha en el añadido permitió a las de Villacampa contar con una última ocasión que les otorgara el empate. Finalizó el partido con el 1-2 que complica las cosas para la vuelta, pero las levantinistas se marcharon ovacionadas después de realizar un partido que se recordará durante muchos años.