Pocas veces el Municipal de Catadau ha vivido un ambiente como el de este sábado por la tarde, con los aficionados de la UE La Mancomunitat abarrotando el recinto desde casi una hora antes del choque que ponía en liza una plaza para la prestigiosa Preferente Juvenil 2021-2022. Frente a frente, la UE Mancomunitat ‘A’ y la UD Alzira ‘C’. Tras noventa minutos de intensa batalla, los visitantes se llevaron el gato al agua con un postrero tanto de Bilal Laaleg (1-2).
La cita merece una descripción detallada de los prolegémenos, con la hinchada de la UE La Mancomunitat (formada por las escuelas de Catadau, Llombai y Alfarp) acudiendo en masa al Pascual Bernat Martínez de Catadau para alentar a sus muchachos del Juvenil ‘A’, que gozaban de la oportunidad histórica de meterse en Preferente tras una excelente temporada en la que llegaban a la última jornada con 50 puntos, líderes del Grupo 6A de Primera Regional Juvenil.
Pancartas, un tifo en la grada similar a algunos vistos en el campo de Borussia Dortmund, botes de humo, bengalas… Los más acérrimos seguidores del cuadro local apretaron de lo lindo antes del partido, pero la afición forastera que acompañó a la UD Alzira no se quedó atrás; el conjunto alcireño llegaba con 49 puntos al partido y, además, contaba con varios refuerzos de importancia en su escuadra de otros juveniles de la escuela que ya habían concluido su competición.
Con sus mejores galas y con presencia de trío arbitral solicitado por la UD Alzira (en lugar del habitual árbitro único, debido a la trascendencia del choque), ambos equipos protagonizaron un partido repleto de nervios, tensión y fútbol de altos vuelos. Golpeó primero el conjunto visitante por medio de Jorge Meroño en el minuto 27, aunque la insistencia de la UE La Mancomunitat encontró el premio del empate justo antes del descanso con un gol en propia portería de Dídac Cayo.
Con máxima igualdad, el empate valía a los locales, que sólo debían aguantar 45 minutos el resultado para asegurar su plaza en Preferente. Por desgracia para la afición del cuadro rojillo, el Alzira subió varios puntos su intensidad hasta encontrar el tanto del triunfo, pasado un cuarto de hora de la reanudación y gracias a la finalización de Bilal Laaleg. Pese a los intentos del conjunto de Miguel Boix de empatar el partido, la victoria y el ascenso fue para el cuadro alcireño.
La decepción local contrastó enormemente con el jolgorio y alegría del conjunto visitante, que la temporada que viene contará con equipos en Preferente, Liga Nacional y División de Honor. Pese al varapalo, desde el equipo local destacaban que «lo vivido hoy se recordará durante mucho tiempo en el pueblo», en palabras de Jaime Climent, uno de los delegados de la UE. La temporada, excelente de igual manera a pesar de su amargo final, le servirá a los chavales de la UE La Mancomunitat para acometer de nuevo el intento de ascender el año que viene.