El descenso del VCF Femenino B provoca una caída en cadena de toda la escuela

Tras 23 partidos disputados, se ha consumado el descenso de categoría del filial del Valencia CF Femenino ‘B’. El conjunto che cae de Reto Iberdrola a Primera Nacional en una temporada donde los resultados no han llegado en ningún momento.

El Valencia afrontaba estas dos últimas jornadas sin estar descendido matemáticamente, pero necesitaba un milagro para poder mantener la categoría. La derrota frente a La Solana acaba con cualquier opción che de lograr la permanencia.

En la primera fase del campeonato liguero, el equipo valencianista formó parte del Grupo Sur B, donde tras 16 encuentros acabó en penúltima posición con 13 puntos. Cuatro victorias, un empate y 11 derrotas provocaron que el Valencia tuviera que afrontar el segundo tramo de competición en el grupo de descenso.

Una vez llegados al Grupo Sur D, el de la lucha por eludir el descenso a Primera Nacional, los resultados no han sido mejores y, precisamente, esa falta de victorias ha hecho que con el paso de las jornadas la salvación se antojara cada vez más complicada.

Se arrancó de forma positiva, con una victoria ante el Málaga, pero a partir de ahí, el filial valencianista solo ha podido obtener dos empates a su favor, mientras que ha caído en cuatro partidos. Después de 23 jornadas los números son 5 victorias, 3 empates y 15 derrotas.

Descenso en cadena

El descenso del primer filial che ya es doloroso de por sí, pero lo es aún más cuando conlleva dos descensos de categoría extra. Tanto el Valencia Femenino ‘C’ como el ‘D’ serán relegados de categoría a causa de este descenso del equipo ‘B’.

En la temporada 20/21, el VCF Femenino ‘C’ ha competido en el Grupo 7 de Primera Nacional Femenina, donde ha cuajado una campaña notable y donde a falta de una jornada para su conclusión, está peleando por el octavo lugar. En el próximo curso 21/22 este equipo tendrá que competir en Liga Autonómica, donde actualmente compite el VCF Femenino ‘D’.

Precisamente el tercer filial del conjunto valenciano también ha cuajado, hasta el momento, una buena temporada en esa Liga Autonómica. Después de haber disputado 20 encuentros, las de Fonsi Céspedes están en la octava posición y con margen con respecto a los puestos de descenso. Aun así, este equipo tendrá que regresar el próximo año a Primera Regional, después de conseguir el ascenso a Liga Autonómica Valenta en la pasada temporada 19/20.

¿Cómo afecta esto al VCF Femenino?

La realidad es que, aunque el primer equipo del Valencia está completando una buena temporada en Primera Iberdrola, el descenso en cadena de sus filiales es una noticia negativa para el posible futuro del club. En los últimos tiempos se está intentando apostar por la cantera, con jugadoras de la casa como Enith Salón, Júlia Aguado o Cristina Cubedo entre otras, así como con otras jugadoras de la Comunidad Valenciana. Ese seria el ejemplo de Asun Martínez y María Jiménez.

El hecho de que el filial descienda una categoría va a complicar todavía más que en el futuro las jugadoras del Valencia ‘B’ puedan dar el salto a Primera Iberdrola. Una de las ventajas de estar en Reto era que el nivel competitivo que ofrecía la categoría era muy elevado, y el salto a la élite mucho menor que cuando se pasaba de la antigua Segunda División Femenina.

Ahora, la cantera del Valencia volverá a partir de esa base y jugará en una categoría donde el ascenso es muy caro de conseguir. El salto competitivo no solo lo había dado el Valencia B’, sino que también lo habían hecho los equipos ‘C’ y ‘D’ jugando en Primera Nacional y Liga Autonómica. Ahora, ese avance de los últimos años se verá frenado y se volverá al punto en el que la escuela estaba en la temporada 18/19 con el ‘B’ en Nacional (antes, Segunda División), el ‘C’ en Liga Autonómica y el ‘D’ en Primera Regional.

Éxodo de futbolistas jóvenes en los últimos años

El Valencia se caracteriza por contar en la mayoría de los casos con jugadoras jóvenes de un alto nivel desde la base. Todos los años, ya sea en el primer equipo con alguna aparición estelar o bien en alguno de sus filiales, emergen futbolistas con un elevado potencial.

El primer filial valencianista, en la temporada 18/19 logró un doblete al coronarse como equipo campeón del Grupo 7 de Segunda División Femenina y de la Copa Federación. En aquel grupo había jugadoras con proyección como la francesa Sonia Ouchene (Stade de Reims), Sara Medina (Villarreal CF) o Laia Balleste (EDF Logroño) y que abandonaron el club ese mismo verano.

El ascenso de esa temporada permitió al Valencia afrontar con su filial el primer año de existencia de la Reto Iberdrola con un equipo todavía competitivo. En sus filas militaban futbolistas como Gema Soliveres, Claudia Jiménez o Liliana Llopis entre muchas otras y, el cuadro che, consiguió una renta de puntos que le alejó del descenso en una campaña que no se pudo acabar a causa del Covid-19.

Gema Soliveres se marchó al Alavés en el mismo invierno, pero en verano fue cuando muchas futbolistas se marcharon del club. Claudia Jiménez (Málaga), Lidia Navarro (UD Aldaia), Liliana Llopis (Sporting de Gijón), María Pi (Granada) o Ana Vallés (La Solana) son algunas de las futbolistas que abandonaron el Valencia.

A esto hay que sumar la salida de otras jugadoras que habiendo sido formadas en el Valencia e incluso llegando a debutar con el primer equipo, también acabaron saliendo del club. Ese es el caso de Paula Sancho y Cintia Montagut, actualmente en el Fundación Albacete, o el de Claudia Florentino, quien también se marchó al Funda, pero que actualmente forma parte de la plantilla del Real Madrid.

Este descenso será, probablemente, la causa de que a todas estas futbolistas que se marcharon años atrás, se unan otras que busquen encontrar acomodo fuera del Valencia.

Foto: Judit Lavara /Ellas Son Fútbol

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Responsable de fútbol femenino y especialista. Scouting y datos.

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