A través de una nota oficial en su página web, los responsables del Silla CF enumeraron un listado de problemas y obstáculos que vienen encontrándose en los últimos días para desarrollar su trabajo con el primer equipo ‘blanquet’ y que es «la realidad a día de hoy en un club no profesional«.
En un artículo titulado ‘Todo en una semana’, el club enumera la lista de incidencias desde el pasado 11 de enero –fecha en la que la FFCV paralizó todas las competiciones de fútbol regional durante tres semanas– como punto de arranque de una semana muy movida en la entidad, al tiempo que lamenta la inacción de la RFEF por no parar la competición en Tercera (de ámbito nacional) en las semanas más críticas de la pandemia y con un alto índice de contagios.
Desde el lunes 11, y tras la toma por parte de la FFCV de una decisión «aplaudida por todos», el Silla ha visto como prohibían toda actividad no federada en el Polideportivo Municipal de la localidad «ante los registros negativos del número de contagios» en la población. El primer equipo ‘blanquet’ tuvo que seguir entrenando después de sufrir «dos aplazamientos consecutivos de partidos por positivos covid-19 en los rivales».
Así llegamos al miércoles 13, en el que club y dirección deportiva decidieron cesar los entrenamientos de la escuela de fútbol base en el Vicent Morera y el Camp del Port por los diversos confinamientos escolares y familiares que se estaban produciendo en la localidad «y un sentido estricto de responsabilidad y salud». También, en previsión de lo que pudiese ocurrir y «dada la nula intención de la RFEF de suspender la Tercera División a pesar de la situación sanitaria», comenzó a buscar alternativas privadas a las instalaciones del Morera (municipales).
Dos días después, el viernes 15, las peores previsiones se cumplieron: con una crítica tasa de 926 casos por 100.000 habitantes en Silla y con la curva de contagios ascendiendo, el Ayuntamiento decidió -entre otras- cerrar el Vicent Morera hasta nuevo aviso y sin fechas de reapertura previstas. La FFCV dio permiso al Silla CF para trasladarse a Picassent, al estadio Miguel Monleón, para poder preparar el partido del domingo ante el Paterna CF.
«Material, ropa, etc. Cambio de escenario. Desde una hora antes del inicio del entrenamiento, a partir de las 16:00 horas, los jugadores y técnicos comenzaron a pasar los pertinentes y reglamentarios test de antígenos de cada jornada.»
En esos tests se registró un positivo de contacto directo que obligó al médico del club a anular inmediatamente la sesión de trabajo y ordenar el confinamiento del grupo durante 10 días. Todo, a 48 horas de la disputa del partido. Así las cosas, el Silla pidió oficialmente -por requerimiento médico- el aplazamiento de los compromisos que el club debía disputar en el Grupo 6A de Tercera en esos días: contra el Paterna CF (domingo 17), ante Recambios Colón (miércoles 20) y contra CD Benicarló (domingo 24).
El Silla finalizó su comunicado lamentando que su primer equipo no juega un partido oficial desde el 23 de diciembre y ya «contabiliza un total de cinco partidos aplazados«, además de denunciar que la RFEF no suspenda la competición en Tercera en un fin de semana en que sólo se han podido disputar dos partidos de diez previstos en ambos subgrupos del Grupo 6.
«Quien quiera vivir una semana así», denuncian sobre las condiciones en las que están compitiendo, «sólo debe llamar a la puerta y entrar«.
«Esta es la realidad de hoy en un club de fútbol no profesional que forma parte de una sociedad que no entiende absolutamente nada de lo que está sucediendo con esta categoría.»