Está a punto de finalizar un año tremendamente atípico, donde nuestras costumbres han cambiado buscando una óptima adaptación a nuevas situaciones. Hemos pasado de un principio de año habitual, como los anteriores, a un confinamiento total donde los/as jóvenes deportistas debían hacer deporte si es que podían, a una vuelta paulatina a los entrenamientos y partidos, donde los encuentros empezaron con público con restricciones, y después sin público, y otra vez con público… todo eso, en un 2020 donde el manejo de la incertidumbre ha sido la tónica habitual y con eso, los buenos clubes han buscado la manera de seguir ofreciendo un deporte de calidad a pesar de todo.
El 2020 ha sido un año atípico donde han pasado muchas cosas que, si las aprovechamos bien, pueden favorecer el funcionamiento psicológico y la fortaleza mental de los/as jóvenes deportistas. Año 2020, que ya se acaba.
Ahora es un buen momento para reflexionar, analizar lo que ha ocurrido y, sobre todo “meter en la mochila personal” de cada uno/a, esas experiencias y aprendizajes tomando consciencia de ello para ser mejores en este 2021.
Es un buen momento para hacerse (les) preguntas como las siguientes: “¿Qué has aprendido en el año 2020?”, “¿Crees que ahora sabes hacer más cosas que te pueden servir en tu deporte?” o “¿Si volviese a ocurrir lo mismo que ha ocurrido (confinamiento, entrenamientos y partidos sin padres y madres…), harías cosas diferentes? ¿Qué harías?”… es decir, reflexionar sobre lo que ha ocurrido para aprender de ello.
El objetivo fundamental de esta reflexión es la de que el o la joven deportista se dé cuenta de qué herramientas nuevas tiene para buscar soluciones útiles en el futuro y, al mismo tiempo entienda que es posible mejorar viendo el lado constructivo de cualquier experiencia.
Una vez realizada esta reflexión es aconsejable plantear objetivos para lo que viene, intentando analizar qué es lo que va pasar y qué herramientas se tienen para afrontar ese tipo de situaciones. Por ejemplo, se pueden utilizar preguntas como las que siguen: “¿Cómo crees que van a ser las próximas semanas?”, “¿Crees que puedes hacer cosas para funcionar bien como deportista?”, “¿Qué herramientas tienes para hacer frente a nuevas situaciones?”… y ello acompañado de un recordatorio de situaciones que se han superado con eficacia.
Este tipo de acciones, sobre todo a final de una etapa, son necesarias para favorecer el crecimiento de los/as deportistas. Si lo hacemos bien, fomentamos una adecuada fortaleza mental, no sólo como deportistas sino también como personas.
Aprendamos de lo que ocurre y, sobre todo, hagamos que los/as más jóvenes aprendan de esas experiencias que se “meten en la mochila”. Entre todos, podemos colaborar a ello. Y ahora, al final de este año tan complicado, es un buen momento para ello.
David Peris Delcampo
@dperisd
Psicólogo experto en psicología del deporte
Entrenador Nacional de Fútbol y de Fútbol Sala
Profesor de la Universidad de Valencia
Presidente de la Associació de Psicologia de l’Esport de la Comunitat Valenciana (APECVA)
Vicepresidente de la Federación Española de Psicología del Deporte
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